La resolución del Trife

Luis Alberto Romero

En cuestión de días, la sala superior de Trife emitirá su resolución, su dictamen, con relación a la validación de las elecciones para gobernador de Veracruz. Los protagonistas han adoptado estrategias muy diferentes, porque mientras Javier Duarte visita las zonas inundadas por el paso del huracán Karl y la tormenta tropical Matthew, Miguel Ángel Yunes se mantiene aparentemente tranquilo pero a la expectativa. Dante Delgado, como actor de reparto en esta obra, ha denunciado supuestas irregularidades en el proceso pero su condición de tercer lugar en la contienda –muy lejos de quienes realmente disputaron el triunfo electoral– lo deja mal parado, porque Duarte y Yunes le sacaron una ventaja de más de 500 mil sufragios.
La atención se centra en Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, por más que el representante de Dante ante los órganos electorales, Froylán Ramírez Lara, afirme que su partido, Convergencia, presentó más de mil 700 pruebas ante el TRIFE para anular el proceso. Hay que recordar que ya el PRD se había desmarcado del ex gobernador y ex senador, quedando al margen del proceso de impugnación y dejando a Delgado Rannauro sólo con su partido.
A estas alturas, sin embargo, lo que los candidatos hagan o digan, sobra. A fin de cuentas, sólo pueden decir que respetarán el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación porque, además, no tienen de otra: la resolución en esa instancia es inapelable.
Lo interesante será conocer las reacciones de los tres, y ver si quien gana es humilde o soberbio en la victoria y quienes pierden tienen la capacidad de aceptar con madurez la derrota. Por otro lado, la anulación del proceso electoral es posible, aunque poco probable; es, sin duda, el escenario deseable tanto para Miguel Ángel Yunes como para Dante Delgado, porque se convocaría a nuevas elecciones, con mayores posibilidades de triunfo.
Así, en unos días conoceremos la resolución del Trife y sabremos quién encabezará durante los próximos seis años al Gobierno del estado y lidiará con todos los retos que Veracruz enfrenta: el desastre provocado por los fenómenos meteorológicos y la recuperación social, económica y de infraestructura; la falta de recursos y los enormes adeudos de la administración estatal; la inseguridad y la creciente ola de violencia; la falta de empleos y lo poco atractivo que resulta Veracruz para las inversiones… No debemos olvidar que las pymes de casi cien municipios tuvieron que prescindir de sus empleados y que el sector turístico ha sido severamente golpeado por las inundaciones y desbordamientos del último mes. La recuperación, sin duda, será larga. Será, también, el primer dolor de cabeza del próximo gobernador.

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