miércoles, 29 de septiembre de 2010

Quiénes son

Arturo Reyes González
Burladero

En la pasada elección a gobernador de Veracruz el Partido Revolucionario Institucional recurrió a los servicios electorales de los viejos políticos y caciques de las distintas regiones del estado, los cuales recién volvieron a tomar fuerza en sus zonas. Parte importante del arcaico esquema que el partido utilizó a lo largo de su historia para conseguir y mantener el poder, tal parece que hoy se encuentra en total declive. Basta ver los resultados de la elección de referencia para darnos cuenta que algunos de ellos no demostraron la fuerza, el poder y control que previamente ostentaron.
¿Quién los venció? La gente. No los nuevos políticos de su partido o los de su generación que jugaron las contras ni los principales personajes de la oposición, fue en sí la gente, los electores, los nuevos electores que ya no se dejen engañar fácilmente, ese es uno de los factores que encareció la política a últimas fechas.
Porque se trata de los políticos de antaño que a toda costa buscan seguir viviendo del erario público, mamando de la ubre gubernamental. Se trata de aquellos que tienen la visión de tomar todo para ellos, de pasar por encima de quien sea y como sea con tal de lograr lo que quieren, pero afortunadamente la gente ya no es la misma.
Son además grupos de poder que quieren ser incluidos y acomodarse sexenio tras sexenio, en los que no hay visión de desarrollo, no hay interés por el estado, por su progreso y el de su gente, hay intereses propios y personales o del mismo grupo político, son quienes hoy presionan, chantajean y entonces sí tratan de utilizar todas sus artimañas para ocupar posiciones en la administración pública y conseguir jugosos contratos con el gobierno del estado.
Por ello hoy vuelven a presumir tener el control político de plazas tan importantes como la capital del estado o el puerto de Veracruz, donde ya todos vimos de manera clara los resultados que el gobernador electo obtuvo; seamos coloquiales, no técnicos: una reverenda madrina.
¿Pero cómo hacer para no depender de ellos tanto el gobernador electo como el mismo partido? Una opción aparentemente arriesgada puede ser el trabajar para generar nuevos cuadros partidistas, nuevos grupos de trabajo identificados con el partido, con otra visión más clara de la política de hoy, porque además, siendo realistas, al PRI esos cacicazgos de antaño se le están agotando. Lideres natos y con talento que suplan a ese poder caciquil que ya no da resultados.
Que no arrastren la vieja visión de país y de hacer política, todos los vicios del pasado, porque no hay cacicazgos nuevos ni renovados, son los mismos queriendo hacer política al viejo estilo PRI, cuando la gente esta harta de lo mismo. No una nueva generación o clase política que se forme desde el poder de la administración pública, no, que desde las corrientes de participación política netamente partidista y desde el trabajo con las bases surjan de la mano de los ciudadanos. Como se diría en el argot artístico musical, cuando se lanza a un nuevo artista prefabricado y hecho a fuerzas, que no sean plásticos, que triunfen en base a su talento real y natural.
Y otro factor más, no quieren ceder los cotos de poder para que no arribe la nueva generación de políticos y servidores públicos que ya viene, que ya trabaja, que ya se preparó, entre ellos la generación Sandwich ubicada entre Fidel Herrera y Javier Duarte, si no sus hijos, sobrinos, nietos, ahijados, dejando de lado a los que vienen formados y trabajando.
En el caso “gabinetitico” de lo que se acerca con Javier Duarte, que ya no se deje imponer, porque obvio que lo quieren presionar y chamaquear, que los mande mucho a la fregada porque ya le demostraron su compromiso: Nulo. Por eso también que no se sienta comprometido y que tome las medidas necesarias para legitimar su administración.
¿Por qué no apostar por lo nuevo, tal y como sucedió con Javier Duarte? Ya la ciudadanía lo demostró al elegir entre los viejos políticos que se sometieron a la prueba de las urnas y el nuevo. La señal es inequívoca. Qué se va a hacer al respecto.
Y hablando de gabinetitis, cuánta gente de la que está cerca de Javier Duarte esta lista para desarrollar e impulsar nuevos esquemas de trabajo, dado que vamos a necesitar el impulso de programas sociales y de gobierno creativos, eficientes y con visión real de lo que estamos padeciendo.

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