martes, 28 de septiembre de 2010

País de posibilidades

Arturo Reyes González
Burladero

La historia se desarrolló de la siguiente manera: un amigo platicaba con una pareja de adultos extranjeros (hombre-mujer) con un par de años viviendo en nuestro país. Ellos, de procedencia Europea, fueron cuestionados acerca de qué era lo que más les llamaba la atención de México. La mujer de inmediato contestó: que todo es posible, no hay cosa que no se pueda hacer.
Totalmente cierto. Es en ese contexto que tanto en el estado como en el país se dan hechos que quizá sólo se puedan registrar aquí. Así, hoy podemos ver cómo es que se han edificado casas sobre pantanos, cómo es que muchos de nuestros representantes como los diputados, secretarios de despacho a nivel federal y hasta nuestro mismo presidente nos mienten, nos ven la cara, nos afirman una cosa y después la cambian totalmente y dicen otra.
Es en este bello y además generoso país que nos tocó vivir, en el que tenemos alcaldes que de administrar o pensar en desarrollar con visión un municipio no saben ni una fregada, nada. Que tirar la basura en la calle y tapar alcantarillas y tragatormentas es cosa de todos los días. Contaminar mantos acuíferos, el suelo, los bosques, la tierra, el aire y exterminar algunas especies animales no es motivo de una sanción real, puede estar contemplado en alguna ley o reglamento, pero de eso a que se sancione como se debe, no sucede.
Porque todo se puede, porque con una lanita o lanota todo se puede o con favores políticos, extorsión, chantaje, amenazas se abren las puertas. Es tan generoso que prácticamente cualquiera nos puede gobernar… en un golpe de suerte.
Así también pagamos algunos de los servicios básicos a un costo mucho más alto que en otros países desarrollados, de primer mundo; que vemos como niños, niñas y mujeres son utilizados como esclavos en las calles pidiendo limosna y en otros casos para ser explotados sexualmente, delante de los ojos de todos, a plena luz del día.
Es a plena luz del día que también se dan las mordidas por un trámite en una oficina pública, con el agente de tránsito en alguna calle o avenida transitada por cientos, miles de ciudadanos; que podemos comprar piratería, se trate de discos musicales, películas de estreno, ropa, licor, juguetes, perfumes, todos esos productos que afectan nuestra economía formal y que no pagan impuestos sino un pequeño “arancel” informal que no va a las arcas del estado sino al bolsillo de unos cuantos.
Un lugar en el que pareciera que “portarse mal”, traicionar, ser abusivo y hasta grosero y burdo es uno de los requisitos para hacer política, donde el que trabaja más no es el que más gana ni donde el que trabaja la tierra puede poseerla, en muchos casos.
Donde tener talento, ser honesto, honrado y preparado no es suficiente para poder aspirar a vivir o ganar mejor, a ocupar un puesto en la administración pública. No. Donde el pobre es cada días más pobre y el rico cada día más rico.
Donde el mesías pejista “mueve” conciencias criticas, nuestra administración federal, emanada del PAN libra una batalla contra el narcotráfico priorizando las armas sobre la inteligencia, pasando por encima de los derechos y la vida de sus ciudadanos.
Donde prácticamente todo puede ser olvidado o borrado gracias al tiempo, las corruptelas y el encubrimiento.
Donde los buenos deben esperar otra oportunidad y muchos otros no tan buenos gozan de canonjías a costillas de los demás.
Y cuántas ideas se quedan fuera del tintero. El país donde todo se puede…

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