¡Ley de la Antigravedad!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Eduardo Andrade Sánchez y Ranulfo Márquez pudieran ser dignos habitantes de Oakey Oaks, un pequeño poblado que un día vivió una de sus catarsis más fuertes cuando un pequeño hizo sonar la campana del pueblo llamando a emergencia a toda la comunidad. Una vez que pasó la alarma, y preguntaron al pequeño el motivo de hacer sonar la campana y éste les respondió: “Porque se está cayendo el cielo”, sus habitantes no le creyeron.
Igual que Eduardo y Tonicho, con discursos demagógicos, piensan que el cielo no se puede caer aunque a Veracruz, tan similar a Oakey Oaks, no sólo se le cae el cielo… ¡todo se le está cayendo!
Veamos por partes:
* Se caen las casas y los muros de contención
* Se caen aviones
* Se caen helicópteros
* Cae la temperatura y amenaza con ir por debajo de cero
* Se cae Coxquihui
* Amenaza con caerse Coatzacoalcos, Poza Rica y Córdoba
* Se le debe de caer la cara de vergüenza al director de Patrimonio, Toño Flores Vargas, después del show que protagonizó
*¿Se le habrá caído la titular de Sefiplan al Golondrino o una borrachera no hace verano?
* Con el recuento de Votos en Coatza… ¿se le caería Sedesma a Marcelo Montiel?
* ¿Igual se le podría caer Salud a Pablo Anaya y conformarse con la curul?
* Si toma pastillitas azules el rector de la UV es porque algo se le cae… ¿o no?
* Como magistrado, Edel Álvarez Peña cayó en blandito, pero entre los magistrados, su designación cayó como patada de mula.
* Quien se quiso caer con 500 mil pesos y luego millón y medio con Sergio Vaca, para no asistir a la sesión donde se votaría la autorización del crédito de diez mil millones de pesos para la reconstrucción de Veracruz, fue Alfredo Tress Jiménez.
* Eso sí, quien no cayó en gracia fue el gobernador Fidel Herrera al decir: “No tienen llenadera los tlacotalpeños”.
* Este espacio es para que usted inserte aquí al político que peor le cae.
En descargo de las “caídas” que aquí exponemos, cabe citar que quien causa la alarma en el poblado de Oakey Oaks es Chicken Little, el famoso pollito que le cayó en la cabeza un pedazo de cielo mientras descansaba a la sombra de un árbol y, sí, no deja de ser un cuento.
Aunque lo que no es cuento, es la Ley de la Gravedad, atribuida a Isaac Newton cuando, en similares circunstancias a Chicken Little, fue testigo de cómo una manzana caía lo que dio pie a sus tesis.
Cabría aquí preguntar qué tan grave son las circunstancias que rodean a las “caídas” citadas para aplicar la tercera Ley de Newton: “A toda acción, corresponde una reacción”.
Pero, vuelvo a insistir, querido lector, en nuestro país, en nuestro estado o municipio, las Leyes están hechas para romperlas…
Sólo así se entiende el porqué en política, ¡los pinches “gatos” siempre caen bien parados!... ¡La ley de la Antigravedad Política!

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