domingo, 26 de diciembre de 2010

El Recalentado

Salvador Muñoz
Los Políticos

Sinceramente no encuentro nada más sabroso de la navidad que el recalentado y un ponche, más en estos días fríos.
Con la mención del ponche, siempre recuerdo una historia que platico en mesa y mi hija recuerda a la vez, las varias veces que la he contado... no importa, la vuelvo a contar.
Y no es un cuento de navidad, sino un caso curioso en mi faceta como reportero de nota policiaca allá en Acayucan.
Un día, detiene la entonces policía ministerial a una mujer por el delito de calumnia y difamación, pues la agraviada aseguraba que la vecina le había endilgado el apodo de “la Tres Ponches”.
Mi gusto por “cabecear” mis propias notas me llevó a titular tal como “Le decía la Tres Ponches y la embotellaron”.
Cuando Ricardo Gutiérrrez, El Chaparro, vio la nota pegada en la plana, se soltó una carcajada tremenda y me preguntó si sabía qué era un “Ponche”. Mi respuesta fue negativa. Me pidió que le contara la historia de esta nota y le comenté que era un pleito entre vecinas, y una de ellas había apodado a la otra la tres ponches “porque tenía dos operaciones”.
Mi ingenuidad era tal que no entendía el número tres en los ponches. Ricardo, sabio y conocedor del campo semántico y metáforas de la llave del Sureste, me explicó que si tenía dos operaciones, tendría dos rajadas... entonces entendí el albur.
La cabeza de la nota se cambió y el ponche desde ese momento tuvo un ingrediente más cuando lo tomo y entonces recuerdo esa pequeña anécdota.
En fin...
Pero les decía que en la navidad no hay nada más sabroso que un recalentado. En su casa, la mujer se lució con lasagna, costillas en dulce y gelatina. Mi suegra hizo costilla enchilada, puré y ponche. La abuela hizo chiles en frío, verduras, carne enchilada y arroz... además hubo refresco y una rica sidra. A las diez y media de la noche íbamos enfilados a la casa a hacer meme.
Imagino que el caro lector igual debió haber degustado una rica cena, como la merece y con el ingrediente tan especial que hace que cualquier platillo sea una ambrosía: al lado de los seres queridos.
Pero... ¿se ha preguntado qué cenan nuestros políticos?
No me crea, sólo comento lo que la vox populi dice que cenaron este 24 nuestros políticos, extendiéndose a funcionarios, servidores públicos, diputados y demás especie de esta fauna que mantenemos con nuestros impuestos, estén en activo o no.
FIDEL HERRERA.- Por un principio pensé que había cenado lo mismo que yo, pero una preposición hizo la diferencia: Yo cené costillas... él, a nuestras costillas.
TONICHO.- Duraznos en almíbar, frijoles charros, crema de espárragos, atún... todo ¡enlatado!
CELESTINO RIVERA.- En el recalentado se tomó varios ponches con unas marías... unas galletas marías.
TOMÁS RUIZ.- Preparó una rica pierna envinada pero no comió carne, nomás “el juguito”...
GINA DOMÍNGUEZ.- Preparó unos ricos “chayotes” cocidos... esperemos que hayan sido al vapor y no sudados. ¡Claro! No podían faltar los embutidos.
MARCELO MONTIEL.- Dicen que guisó langosta aunque eso sí, en el mercado se puso buzo para que no le fueran a dar camarón por langosta...
REYNALDO ESCOBAR: El plato fuerte fueron tallarines a la quesedeje...
MIGUEL ANGEL YUNES LINARES.- Tuvo una cena excelsa pero se quedó con las ganas de echarse varios panuchos.
INSTITUTO ELECTORAL VERACRUZANO.- Se reunió Carolina Viveros y demás entes para hacer el platillo por excelencia: Zacahuil, que no es otra cosa que un pinche tamalote como el que hicieron el pasado julio.
DIPUTADOS DEL CONGRESO LOCAL.- Como postre elaboraron unos ricos Dedos de Monja, con eso de que nada más los levantan para aprobar puras madres.
LOS DE LA AVI y DGPRS.- Ambas instituciones se reunieron para preparar a detenidos, sospechosos y “culpables” unas ricas pellizcadas de huevo y chorizo acompañadas de tehuacán.
JON REMENTERÍA.- Una cena exquisita... “scargots” sin su concha... que en simple castellano es ¡puro baboso!
En fin... espero que todos y cada uno de nosotros haya pasado una feliz navidad, y le insisto, no importa realmente lo que haya cenado siempre y cuando haya tenido ese ingrediente especial que hace que cualquier platillo parezca ambrosía: sus seres queridos.

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twitter: @cainito

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