jueves, 30 de diciembre de 2010

Ojalá, mi Gober Javi

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Bien, era de esperarse, que el Congreso del Estado aprobara el Presupuesto de Egresos 2011 por mayoría. Lo que no se esperaba es que algunos panistas votaran a favor. ¿Por qué sería? ¿Por Veracruz? ¿O hay gato encerrado? Vaya usted a saber. En todo caso, lo importante es que ya hay lana pa’ ponerse a chambear, y ojalá que en verdad el gasto programado “responda a criterios de racionalidad presupuestal, transparencia y de atención a las prioridades de los veracruzanos”.
Ojalá también que se aplique “una política de gasto orientada a impulsar las acciones de reconstrucción de la infraestructura física, social y productiva, originadas por los fenómenos meteorológicos que azotaron a nuestro Estado”, como se asienta en el dictamen del Presupuesto de Egresos 2011 del Gobierno Estatal.
Ojalá, son los buenos deseos e intenciones para el próximo año, pero como dice el refrán, el infierno está lleno de buenas intenciones y el cielo de buenas obras.
Ojalá que mi Gober Javi realmente combata el rezago social que sufre un chingo de veracruzanos, “porque es la gran asignatura pendiente”, cierto. Eso esperamos, como también esperamos que todos y cada uno de los servidores públicos que se han agregado a la presente administración cumplan, porque “sus encargos son medulares en la política de desarrollo social”.
Así es, mi Gober Javi, ojalá que hayan entendido su instrucción: que deben “conducirse con sensibilidad, honestidad y eficacia, pues áreas como obras públicas, la atención a migrantes y a los pueblos originarios; los programas sociales, la vivienda, el desarrollo urbano, la provisión de agua potable y saneamiento”, y mucho más, “son la base para el desarrollo armónico de los veracruzanos”.
Ojalá sea así y nos traten a todos igual y por igual, porque “en Veracruz no hay ciudadanos de primera ni de segunda, todos son nuestra prioridad”. Eso esperamos los veracruzanos; no vaya a ser que a muchos nos traten como ciudadanos de tercera. ¡No, por favor, ya no!
Ojalá, de veras, es mi deseo que pido, ¿a quién?, ¿a los Reyes Magos? Nel, al diablo con tanta tontería comercial. Más bien exigiremos que se cumpla, y ojalá en verdad nos alejamos de la mediocridad, esa maldita actitud que no lleva a nada bueno, y ojalá se puedan desterrar a los servidores público mediocres, porque como dijo el periodista Francisco Rubiales, “las consecuencias de estas nuevas dictaduras de los mediocres son aterradoras. La primera de ellas es que las actuales castas dirigentes, integradas por mediocres con escasa inteligencia y menos escrúpulos, carecen de ideas y de iniciativas brillantes para solucionar los grandes problemas de la Humanidad, como la violencia, la desigualdad, la inseguridad, la pobreza, el desempleo y otras muchas lacras, que siguen vigentes y sin solución”. Sin lugar a dudas.
Y Rubiales agrega: “Otra consecuencia es el divorcio entre los ciudadanos y una clase dirigente que únicamente sabe ganarse el favor de las masas mediante técnicas propias de los tiranos: mentira, engaño, dominio de los medios de comunicación y miedo. El tercer gran resultado del poder de los mediocres es el hundimiento general de los grandes valores, como la fortaleza, el esfuerzo, la solidaridad, el respeto, la humildad y el amor, que nunca podrán ser promocionados o amparados por una clase política plagada de mediocres arrogantes, incapaces de poseerlos”.
Ojalá: “Líbrame, Señor, de la mediocridad”. Ojalá así sea, mi Gober Javi.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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