jueves, 17 de marzo de 2011

¿Cómo nos afectará la crisis nipona?

* Laguna Verde es una planta segura
* Más fraccionamientos sin alumbrado


José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes

La crisis nuclear que vive Japón, a consecuencia del tsunami que impactó las zonas costeras de las cuatro principales islas que conforman a esta poderosa nación ha tenido una repercusión a nivel mundial, tanto en los ámbitos ecológicos, sanitarios y hasta en el político.
México, por ejemplo, centra su atención en la central nucleoléctrica de Laguna Verde.
Hoy cobra fuerza la discusión sobre la seguridad de la planta, si existe preparación en caso de un accidente en alguno de los reactores, y cualquier anomalía que pueda afectar a la población de las inmediaciones.
Por lo pronto, ayer el gobernador Javier Duarte de Ochoa recibió al Secretario de Energía, José Antonio Meade Kuribeña y al director de la Comisión Federal de Electricidad, Antonio Vivanco Casamadrid, con quienes recorrió la planta a manera de supervisión, constatar su correcta operación y las medidas de seguridad para la población.
Sin duda, en breve se tendrán noticias sobre el coloso nuclear de la paraestatal Comisión Federal de Electricidad y el estado que guarda.
De momento hay que reconocer la atinada y rápida acción del Ejecutivo estatal al pedir o sugerir al gobierno federal que traiga confianza y tranquilidad a la población.
Ayer, después de la visita, el mandatario expresó: “me quedo muy tranquilo”. Su tranquilidad impacta a los gobernados. No hay duda.

HAY QUIENES piensan, de manera errónea, que la radiación emanada de las nucleoeléctricas colapsadas en Japón, en especial la de la planta Fukushima, la más dañada, pudiera llegar hasta estas tierras mexicanas, lo cual es muy poco probable que suceda, y si es así sería de mínimas consecuencias, según expertos en el tema. Pero lo que pocos han expuesto es que “el verdadero Tsunami” se reflejará en la economía mundial, pues las consecuencias en este rubro podrían ser verdaderamente graves a corto y mediano plazos. A México este “tsunami” le va a pegar fuerte y por varios frentes. Japón es el país del continente asiático que más inversiones ha realizado en nuestro país en los últimos diez años, y es de suponer que ese dinero que destinaba a nuestra nación, por ahora y durante quién sabe cuántos años lo empleará en su reconstrucción. También se reflejará en los mercados financieros, aunque en este rubro pudiera ser menor el grado de afectación. Otro frente que será golpeado por “el verdadero Tsunami” es el del comercio bilateral entre la nación del sol naciente y México, pues nos queda claro que los nipones nos venden más de lo que nosotros a ellos, de manera que toda esa mercancía que nos llega de Japón a partir de la tragedia va a tardar en llegar. ¿Pero qué es lo que más le compramos a los japoneses? Autos y aparatos electrónicos, principalmente. Y en el contexto de desastre que vive hoy Japón, la reducción de las importaciones de autopartes y componentes automotrices provenientes de aquel país afectará la producción de automóviles en México. Fábricas como la Nissan, Honda, Toyota, Mazda, Mitsubishi, entre otras, tendrán muchos problemas para atender pedidos de dichas unidades, y lo que es peor, de sus autopartes. Habrá entonces escasez, y en consecuencia, lo poco que haya o que llegue, se encarecerá. Lo mismo sucederá con los aparatos eléctricos y electrónicos que México importa de Japón, como los equipos de cómputo, de telefonía, de audio, televisores, en fin, toda esa tecnología que en la actualidad inunda los mercados. Para que nos quede claro la magnitud del problema, Agustín Ríos, presidente de la Industria Nacional de Autopartes, expuso que México importó 2,500 millones de dólares de autopartes de Japón durante el 2010; mientras que exportó 250 millones de dólares. Habrá sin duda un freno del envío de productos de Japón a México, especialmente para la industria automotriz y el impacto será en un periodo de cuatro a seis meses. Por ahora, es primordial que los japoneses logren controlar sus plantas afectadas y evitar así una catástrofe nuclear, para después emprender sus tareas de reconstrucción física, económica y moral. Ya entonces veríamos qué tanto nos afectó en nuestra economía éste que es el verdadero Tsunami.

HABITANTES DE LAS unidades habitacionales Lomas de la Hacienda, la Hacienda I y la Hacienda II del municipio de Emiliano Zapata solicitan la intervención del Gobierno del Estado de Veracruz y de ser necesario planean manifestarse en la Plaza Lerdo de esta capital ya que con muchos esfuerzos adquirieron una vivienda, por cierto de mala calidad, a la constructora Aguayo y Asociados S.A de C.V. El problema es que los señores constructores no les han instalado el servicio de alumbrado Público y por las noches se torna peligrosa la zona con asaltos y robos a transeúntes. Los afectados acudieron antes las autoridades municipales quienes les manifestaron que esas unidades habitacionales no se encuentran municipalizadas y por lo tanto es obligación del constructor solventar el pago de los servicios públicos, y para agravar la situación los señores constructores ahora construyen otra unidad habitacional denominada La pradera. Los ciudadanos se preguntan qué pasa con el ayuntamiento al no exigirles el cumplimiento estricto de las leyes en materia de desarrollo urbano. Desafortunadamente la demanda de vivienda en la región es muy grande y los ciudadanos se ven casi obligados a adquirir este tipo de vivienda. También han recurrido a la Comisión Federal de Electricidad donde tampoco les han podido dar una respuesta favorable ya que la empresa constructora no ha pagado el servicio de alumbrado público el cual está suspendido desde hace algunos meses.

MENCIONAN con insistencia a Carlos Flores Lomán como probable Secretario de Acción Electoral del CDE del PRI.

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