martes, 1 de marzo de 2011

“Super”


Salvador Muñoz
Los Políticos

¿Qué sería para nosotros “Superpadre”?
Sí, me va a decir que esa expresión es más vieja que mi madre y que ahora se dice “cool” o “super cool”.
Pero le insistiría: ¿Qué sería para nosotros “Superpadre”?
Claro, depende de cada persona el uso, circunstancia y momento para aplicar la simple expresión de “Super padre”.
Para muchos alcaldes, sería “Superpadre” que en junta de Cabildo aprobaran las propuestas intrerpuestas sin ningún pero...
Para el titular de Seguridad Pública sería “Superpadre” que los asaltos y balaceras desaparecieran en la capital del estado... y en otros municipios donde no hacen mucho ruido.
Para la Procuraduría, “Superpadre” sería la detención de otro alcalde, un “kíkiri” aunque fuera para que más pronto se olvide la desaparición del alcalde de Tampico Alto.
Por supuesto que fue “Superpadre” la detención César Daniel, presunto responsable de la muerte de una jovencita hallada en un río de Coatepec.
Igual sería “Superpadre” que se acabaran de una vez por todas los plantones, bloqueos y marchas en la calle de Enríquez, en Xalapa.
Y pudiéramos seguir con una lista interminable de “Superpadres”...
Pero la expresión como la entienden en Suecia es totalmente literal para Erik Ullenhag.
Funcionario de 38 años con dos pequeños, de seis y de ocho, y una mujer que, al igual que él, trabaja.
Esto no tiene nada de extraordinario porque en México (parte de la conformación de las nuevas familias que se vienen generando por la dinámica económica), el que la mamá y el papá trabajen para buscar una economía estable o simplemente sobrevivir, es cotidiano.
Pero vamos más allá: Ullenhag es funcionario de Gobierno... sí, ya sé, no les parece extraordinario... igual, hay muchas parejas de servidores públicos en esas mismas condiciones...
Sólo que Ullenhag lleva a sus hijos a la escuela y va por ellos... es decir, si fuera mexicano, quien cuidaría de sus niños sería una nana acompañada de dos guardaespaldas.
Todavía hay más: Ambos, su esposa y él, tuvieron oportunidades para desarrollarse profesionalmente, sólo que a la dama le ofrecieron trabajo en Jerusalén y a él, en Suecia...
La decisión que tomaron fue: Voy a Jerusalén... me quedo y cuido a los niños.
Sí, me puede decir que es otro mundo, que son europeos, que quizás no se quieran... pero tanto la señora como Ullenhag se desarrollan en los ámbitos que les gustan y lo mejor, saben que esa separación no será para siempre.
Los fines de semana, Ullenhag se entrega de tiempo completo a sus chavales. Confiesa que no es fácil aunque el hecho de ser un padre que se ocupa totalmente de sus hijos le da ciertas preferencias en su introducción en un mundo pintado sólo para mujeres. Hay un mejor trato para él, hay disculpas porque se le olvidó alguna prenda que debía llevar su hijo... hay más comprensión y apoyo, pero no sólo en el ámbito escolar... también en el laboral.
Sí, parece que a él, no le cuadra mucho que le llamen “Superpadre” porque hoy, se ha convertido en un modelo en medios de difusión que muchas suecas (y demás europeas) quisieran en casa.
No dudo mucho que en Veracruz cuántas damas no quisieran, a lo mejor ya no a un “Superpadre”, pero quizás sí a un “Supernovio”, a un “Supermarido”, a un “Superpareja”... ¡quietas! Sería una exageración y demasiada ambición pedir a un “Superamante”... mucho egoísmo de su parte, mujercitas.
Erik Ullenhag, ministro de Integración y Viceministro de Empleo asegura que se puede cambiar a la sociedad de verdad, “si tienes conciencia política, puedes marcar la diferencia”.
Sus objetivos los tiene claros: “Hacer que Suecia continúe siendo una sociedad abierta y tolerante”.
Para entender un poco más a Erik, el Ministro de Integración se ocupa de las minorías, entre ellas, a los Gitanos, pueblo discriminado a lo largo y ancho del mundo.
Dice, respecto a su papel de funcionario y padre que los hombres, especialmente, tienden a pensar que son insustituibles. Pero no hay nadie insustituible, aunque deja bien en claro que padre, sólo uno.
Aunque las suecas digan que “Superpadre”, nomás él.
Yo difiero de las damas... en lugar de un “Superpadre” yo pediría un “Superpolítico”... quien quite y se multipliquen.

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