lunes, 23 de mayo de 2011

Cría fama y échate a dormir

Guiillermo Basurto Origel

No existe peor fama que pueda cargar un candidato, que la incertidumbre de su propia contienda. Flaco favor le hizo el Partido Acción Nacional a su hoy candidato a la gubernatura del estado de México, con la inducción a la renuncia de su homólogo en el estado de Guerrero Marco E. Parra Gómez el 25 de enero del presente año.
Aún hoy, pasados 4 meses de dicho evento, no se alcanza a comprender la intención de fondo de dicha acción, dados los resultados y las consecuencias. No existe un reconocimiento del gobernador Ángel Aguirre Rivero al “sacrificio partidario “del PAN, pensando tal vez con justa razón, que con o sin la declinación del Panista, el triunfo electoral lo tenía asegurado. No abonó al afecto y hermandad para sus futuras alianzas con el PRD, todas abortaron con el desprecio e injurias públicas de su otrora aliado. No retuvo ínsulas o dominios electorales que le permitieran competir por la plaza en futuras elecciones, dejando en el abandono a su mermado ejército y perdiendo el registro local como instituto político. Y, lo peor de todo, enviar un mensaje a los electores de la nación, sobre su proclividad a correr, antes que aceptar una medalla de bronce.
Estrategia aberrante, cuya paternidad se la endosan mutuamente entre Molinar Horcasitas y Gustavo Madero, pero cuya carga y consecuencias la lleva a cuestas Bravo Mena en el estado de México. No es que falten indicios sobre la posible repetición del “Caso Guerrero”, tales como que la dirigencia nacional y liderazgos del Partido, se tengan que subir a los estrados obligados por la crítica nacional por sus ausencias, recreando a los condenados a muerte que son arrastrados al cadalso o patíbulo. Tales como la inversión de solo 18 millones de pesos, con los que el CEN financiará la campaña, que tal parece, fue a sugerencia de Ernesto Cordero, porque si con 6 mil pesos mensuales una familia accede a todo el confort de la vida moderna, con 18 millones le alcanza, y, todavía para que regrese el cambio, como la canción de “La Bartola”.
Para muchos analistas y yo me incluyo, el escenario de la declinación de Luis Felipe Bravo Mena a la candidatura en el estado de México para apoyar a Alejandro Encinas, aunque posible, es muy, pero muy improbable. Los agravios recibidos por éste y por el PRD en los últimos tiempos, no dan pié a tal escenario. Las repercusiones en la elección de Michoacán y las del 1012, serían desastrosas. Incluso, los escenarios alternativos, de bajar la intensidad de campaña, o del juego concertado del policía bueno y del malo, donde Bravo Mena sea el “golpeador” y Encinas el “conciliador”, causaría extrañeza ante el electorado, conociendo la fama publica de personajes y partidos. Surrealista al menos, es imaginar a Encinas o al “Peje” haciendo llamados a la cordura y a la civilidad, o a Gustavo Madero incendiando a las instituciones como al TRIFE.
Cualquier parecido con la realidad del mundo bizarro, es mera especulación.

Correo: memobasu@hotmail.com;

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