Gerardo y Víctor Hugo

Salvador Muñoz
Los Políticos

A petición del respetable, comento lo que algunos amigos taxistas, es decir, los que manejan de a devis, piensan respecto a “Un día sin Taxi”.
Dicen que no es con las organizaciones con quien se debe de hablar, sino con el mismo ruletero.
Y es que es un error muy común en las autoridades, tanto las de representación popular como las que acompañan muchas veces a éstos, refiriéndose a secretarios de despacho, directores, jefes y demás entes, que sencillamente desconocen la realidad de la gente porque nunca se bajan de la camioneta con aire acondicionado, vidrios polarizados y chofer con todo y escolta.
Incluso, dicen, cuenta la leyenda que Rubén Barrera Ordóñez, dirigente de la Federación de Taxistas adheridos a la CNOP, nunca ha manejado un taxi... es más, nunca ha manejado un carro, por una sencilla razón: tiene chofer que lo haga, tanto en lo particular como en lo concesionado.
Los amigos ruleteros quisieran aclarar al director de Tránsito, Víctor Hugo Alarcón Limón, como al secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, que no son autómatas para no requerir un descanso. Así es, sin su dichoso programa ¡descansan!
Hay taxis que trabajan por dos turnos, es decir, de doce o menos horas por taxista.
Lo que es cierto, es que muchas de las veces los dueños de las unidades, placas y concesiones, poco les importa el mantenimiento de los carros, que es ahí donde deberían intervenir tanto autoridades ambientales como de tránsito.
Lo curioso, dicen los ruleteros, hay quejas de la cantidad de taxis, pero nadie se queja de cómo estorban las unidades de Servicio Urbano por las céntricas calles de Xalapa... “¿qué somos más pendejos?”, se preguntan.
Además, carecen de prestaciones, servicio médico y si hay un accidente, júrelo que el pierde, ya sea en lo económico (tiene que pagar), en lo moral (si atropella a alguien) o la vida (si muere por un asalto o accidente), es el chofer
En conclusión, dicen, tanto el director de Tránsito como el secretario de Gobierno, evidencian una cosa: estar ajenos a la realidad del pueblo.
Para rematar, cuentan un mito:
Un día, Gerardo Buganza y Víctor Hugo Alarcón deciden subirse a un taxi para sondear y ver de qué manera convencer al chafirete de que su programa “Un día sin taxi” podría beneficiar tanto a la ciudad como al mismo chofer.
Total que saliendo de Palacio de Gobierno le hacen la parada a uno, pero como en muchos años de su vida no han tomado taxi, les explican que deben hacerlo en determinado sitio.
Caminan y apenas alzan la mano, ya hay un taxi que les ofrece el servicio.
Suben y al mismo tiempo abordan al chofer:
—¿Ha oído hablar del programa “Un Día sin Taxi?” ¿No? Mire, le cuento, tendrá grandes beneficios para...
El chofer, al verlos trajeados, perfumados, con sus lentes oscuros y tan refinados, les interrumpió...
—Sabe, sí me gustaría escucharlos, pero antes, ¿les puedo hacer una pregunta?
—¡Claro! Para eso somos servidores públicos... para atenderlo. Díganos, ¿cuál es su duda?
—Han visto que los conejitos cuando comen yerba hacen su popó en forma de bolitas... pero los caballos, que también degustan yerba, su caca son tremendas bolotas y las vacas, que igual se alimentan de yerba, hacen tremendas plastas de mierda... ¿por qué, si estos tres animalitos comen lo mismo, hacen excrementos diferentes?
Se quedan viendo Víctor Hugo y Gerardo con cara de what! y tras cavilar, responden al unísono:
—No, pues la verdad, no sabemos...
—Entonces, si no saben ni mierda, ¿cómo pretenden implementar “Un Día sin Taxi”...?
Y colorín colorado...

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