martes, 24 de mayo de 2011

López Esquer y Sarkozy

Salvador Muñoz
Los Políticos

Golpea la atención el llamado de Sergio López Esquer, secretario de Seguridad Pública, a no crear “falsos hechos delictivos” que son circulados por las redes sociales como twitter o facebook porque “no pasa nada, el sábado ni el domingo todo estuvo en tranquilidad”.
La pregunta interna fue: ¿Y el espectacular operativo en conjunto con fuerzas federales para detener a una peligrosísima banda de asaltantes? Algunos curiosos recogieron casquillos, que no son más que restos de lo que fue, al menos en Xalapa-Coatepec, un fin de semana con “tranquilidad”. Ya ni decimos Boca del Río-Veracruz porque fue más poderoso el festival de la Salsa que la rola de “¡Cañonazos, sonaron los cañonazos!”
Entonces... ¿a quién creerle? ¿A la autoridad que vive en un mundo de caramelo o al internauta que te avisa que no vayas a cierto punto porque hay una balacera?
La respuesta es simple...
Tan simple que nuestras autoridades, nuestros gobiernos, nuestros dictadores y caciques, están siendo rebasados por el fenómeno que significa la Internet.
La internet se ha convertido en un río que se mete, que horada paredes, pisos, y aprovecha cualquier fisura para buscar una salida que los gobiernos y sus “autoridades” no pueden frenar... por el momento.
Con la internet, nos hemos vuelto ciudadanos de la web, habitantes de un blog, vecinos del facebook, voyeuristas del youtube, comadres y chismosos del messenger y heraldos del hotmail.
Nuestras dudas se disipan en Google; incluso, para aquellas personas de pocas palabras, que van al grano, al asunto, gozan del twitter.
Somos y no somos en la internet: Tenemos nombre, apellido, una vida en las redes sociales o hay quienes optan por el anonimato certero, destructivo, amigable o detestable.
Compartimos con otros cibernautas nuestro estado de ánimo, nuestra opinión, nuestra música, nuestros gustos...
Los ciudadanos de la web ya no hacen marchas por las calles ni bloquean avenidas... sus manifestaciones están allí, en la red; quien las quiere ver, las ve; quien no, sigue de frente. No estamos obligados a compartir una opinión pero la respetamos... o la discutimos.
En síntesis: La internet se ha convertido en los drenajes del siglo XV en Francia o Inglaterra, donde se empezaron a gestar los grandes movimientos, algunos con éxito... otros, con fracasos como el de la Conspiración de la Pólvora (ver “V de Venganza”)...
Quizás Sergio López Esquer no se ha dado cuenta de lo que significan las redes sociales... quizás no ha alcanzado a dimensionar el enorme poder que en ellas se encierra... quizás le pasó de noche “Wikileaks”, Egipto, Túnez e Irán... pero a quien no se le está pasando de largo este asunto es a Nicolas Sarkozy, quien no sólo llamó a los ocho países más poderosos del mundo a la Cumbre de Internet, sino igual invitó a los ocho gigantes que representan en el mundo a la famosa “www”: Google, facebook, ebay, entre otros.
El motivo: Regular y controlar la web bajo un argumento democrático al considerar Sarkozy que el universo de la internet no es un mundo paralelo, libre del imperio de la Ley, la moral y principios fundamentales que gobiernan la vida social de los países democráticos. En el momento en que la internet entró a nuestra vida, considera el galo, no se puede dejar fuera al Gobierno de este foro.
Sí, entendemos que se pasa muchas veces por debajo del arco del triunfo a los derechos de autor, que pululan por la red pederastas, así como pornografía, y el insulto, la difamación y la calumnia son cantidades de mierda que se arrojan desde el anonimato... pero que igual, no se diferencia mucho del mundo “real” que ya está regulado, controlado o comprado.
Por poner un ejemplo: La India.
Las nuevas directrices para cibercafés del reglamento de Tecnologías de la Información en la India, ordenan a todos los propietarios de dichos establecimientos “indicar a los usuarios” para no navegar por sitios que contienen material pornográfico u obsceno. Además, fueron notificados para registrarse con dicha agencia del gobierno y garantizar su adhesión a las nuevas directrices. Las nuevas normas obligan a los propietarios de cibercafés a instalar un software de filtrado y mantener un registro de todos los sitios web visitados por los clientes durante al menos un año.
En cuanto al usuario, tendrá que presentar una tarjeta de identidad antes de permitir el acceso a una computadora pública y se remata: está prohibida la construcción de cubículo con más de 1.37 metros de altura para que se pueda ver qué ve el usuario.
No sé si se regule un día el uso de la internet en México... pero cuando así se pretenda, habrá una palabra precisa que saldrá de quienes se hicieron ciudadanos de la web, habitantes de un blog, vecinos del facebook, voyeuristas en youtube, comadres y chismosos del messenger y heraldos del hotmail: ¡censura!
Mientras, mejor lo dijera López Esquer... “no pasa nada... todo es tranquilidad”.

e-mail: dor00@hotmail.com
twitter: Los_Politicos

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