Arturo Reyes González
Burladero
La importancia que ha cobrado el tema de la seguridad pública en todas las esferas de convivencia social es ya indudable. Es tal la dimensión y lo que representa para todos los mexicanos que para las elecciones federales y presidenciales del próximo año, en julio del 2012, me atrevo a afirmar que por un momento quedarán atrás en la terna de las prioridades y del mensaje político de campaña aspectos tan importantes de nuestra vida y desarrollo como país como el empleo, los impuestos, las tasas de crecimiento, los jóvenes y las mujeres, el campo y la industria.
Así de grande y de trascendental es el tema, que algo de lo primero que los mexicanos y por supuesto los veracruzanos querrán saber y escuchar de los candidatos oficiales de cada partido político que aspire a la Presidencia de la República será el cómo, el cuándo y el por qué de la lucha contra el crimen organizado en los próximos seis años.
Por lo tanto, más allá de siglas, de colores, de corrientes partidistas, de simpatías y apoyos, un factor que podría marcar el rumbo de una candidatura hacia el triunfo o respectivo fracaso, llegar a sumarle entre la población no definida políticamente hablando o de plano crear su rechazo, es el del combate al narco que tanto daño ha hecho al país.
Si la estrategia de combate del presidente Felipe Calderón es correcta o no, la gente esperará escuchar de la voz del priista Henry Peña si la lucha continuará, si cambiará y, si es así, especificando el cómo a fin de que no sea blanco de ataques que quieran afectarle infundiendo la idea de un pacto con los criminales por si ofrece resultados.
Por su parte, no me imagino al Peje Andrés Manuel López Obrador hablando del tema de manera frontal con razonamientos, porque al menos hasta ahora tal parece que no se alejará del tema de la pobreza y de acusaciones contra los “mafiosos del poder”, el gobierno federal y los gobiernos estatales priistas.
Seguro dirá, una vez más, que a la delincuencia se le combate creando empleos, combatiendo y erradicando la pobreza y a los corruptos del poder. Pero peor aún para su candidatura sería el hecho de hablar en contra de las fuerzas armadas, lo que de inmediato reviviría la frase estelar de aquella famosa campaña negra en su contra de “es un peligro para México”, porque a los mexicanos difícilmente les caería bien dicha noticia ante la situación que ya padecen.
En lo que refiere a Marcelo Ebrard, quien en lo personal me gustaría fuera el candidato de la izquierda mexicana, él parece haber tenido la visión ya de lo que representa y representará la seguridad pública rumbo al 2012, tan es así que a través de la CONAGO, (Conferencia Nacional de Gobernadores), fue la cabeza del operativo “Conago 1”, de seguridad y combate al crimen con influencia y repercusión en prácticamente todos los estados del país. No cabe duda que de manera inteligente tomó ya la iniciativa y seguirá trabajando en ella.
Por el PAN falta ver quién será el candidato oficial; ahí, por encima de quien sea el contendiente, la disyuntiva es si se dará continuidad al actual esquema de guerra del presidente Calderón –mismo que no acaba de ser aceptado ni bien visto por la mayoría de la ciudadanía a pesar de los costosos e intensos esfuerzos mediáticos por convencer a la gente de que están funcionando y llevan el rumbo correcto– o si de plano se cambia de dirección; en caso de que eso suceda entonces sí habrá una mayor expectativa hacia la propuesta del candidato blanquiazul, lo que sucederá con Peña Nieto.
Y es que, como ejemplo, el diario Reforma pública ayer domingo una nota respecto a la enorme cantidad de empresarios y familias de la zona norte del país que ya radican e invierten su dinero en negocios del otro lado de la frontera, en el vecino país del norte, específicamente en el estado de Texas.
Es considerable la cantidad de familias y aún más de recursos que se dejaron de invertir en la franja norte mexicana, de empresas que cerraron y trasladaron su capital para aquella región que ve un espectacular repunte económico gracias a los empresarios mexicanos.
En otro tema, en Xalapa se está demostrando cómo hay formas de hacer política o trabajo político sin ser dirigente ni candidato de algún partido, sólo con trabajando, cumpliendo con la responsabilidad. Es el caso del buen trabajo que se realiza desde la Secretaría de Seguridad Pública donde el fin de semana que concluyó sacaron a los cadetes de la Academia de Policía a convivir con los xalapeños y visitantes dentro de las tareas de prevención del delito en parques de la ciudad, acción que abonará, sin querer queriendo, al buen ambiente que las autoridades emanadas del tricolor buscan establecer en Veracruz.
Es esa la manera en que los veracruzanos quieren que se haga política como en este caso, de manera indirecta y por alguien que es veracruzano por adopción y decisión y convicción propia: Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública; trabajando, cumpliendo, lejos de grillas y chismes, comprometido con los ciudadanos, queriendo hacer bien las cosas.
argo_reyes@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario