El PRI agarró la pata

Arturo Reyes González
Burladero

A ver si usted entiende lo siguiente: el jueves 20 de octubre los principales medios nacionales de comunicación dieron a conocer que con la aprobación de la Ley de Ingresos 2012 por parte de los diputados federales se dio continuidad a los aumentos programados en los precios de las gasolinas (“Aprueban diputados tres años más de cobros extras a gasolinas”).
“Con los votos de los Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Convergencia y Nueva Alianza, la Cámara de Diputados avaló continuar tres años más con el cobro adicional de 36 centavos a cada litro de gasolina que se compra en el país, para que los estados cuenten con 25 mil millones de pesos a costa de los consumidores”, se plasmó.
Pero al día siguiente tanto las bancadas del PRI como del PAN salieron a “dar la cara” y a deslindarse públicamente ante los representantes de los medios de comunicación por ese aumento. ¡¿Qué?! Así como lo lee, un día aprobaron que el aumento continúe y al otro salieron a deslindarse cuando que fueron quienes lo autorizaron. (Deslindar: “Aclarar algo, de modo que no haya confusión en ello”.)
¿Cuál fue ahora su argumento? Afirmaron que “todo mundo lo sabe, las facultades para cambiar los precios de los combustibles y de la energía eléctrica es facultad del Ejecutivo federal” y que la Comisión de Hacienda (de la Cámara Baja) les pidió “correr” la fecha de un decreto de 2007 hasta el 31 de diciembre de 2014 ya que la disposición terminaba en 2011.
O sea que nos debe quedar claro a todos los mexicanos que los legisladores “no tienen facultades para fijar precios de los servicios públicos”.
Pero mire usted, si ellos no son los culpables, entonces ¿por qué el diputado por el distrito 04 de Durango, de extracción priista, Pedro Ávila, uno de los dos únicos priistas que votaron en contra del “gasolinazo”, pidió desde la tribuna a sus compañeros de partido “no convertirnos en verdugos de los millones de mexicanos que se mueren de hambre en los ejidos y en las colonias”?
Por qué le pidió al PRI recapacitar y no votar en favor de este impuesto que Calderón sube cada mes. “No lo certifiquemos. No seamos cómplices de este hombre que está en Palacio Nacional, que en lugar de velar por los intereses el pueblo sólo sirve a los capitalistas”, expresó este valiente diputado norteño.
Así es que el hecho real y concreto es que nos volvieron a dejar ir el incremento, y el aumento mensual programado al precio de las gasolinas en nuestro país continuará hasta el año 2014, esto es, 3 añitos más, hasta que llegue aquel lejano 31 de diciembre.
La pregunta es: ¿de qué sirvieron las constantes expresiones de rechazo de parte de ciudadanos, empresarios, industriales y sobre todo transportistas en todas sus distintas modalidades a dicho aumento? La respuesta: ¡de nada!
¿Realmente era necesario e inevitable por parte de nuestros representantes populares? ¿Habrá un costo político para ellos? ¿Qué cree usted que piensa la gente al respecto? Mejor aún, ¿qué cree que piensen ellos, los diputados? si es que en algún momento se detienen a hacerlo.
¿De veras no hay otra opción o alternativa respecto de este tema? ¿Quién nos podrá decir algo honesto y bien informado al respecto?
¿Lo anterior refrenda que conservarán entre los mexicanos su lugar como figura desacreditada y hasta rechazada?
¿Será que como cuando regresan a sus distritos nadie les comenta, pregunta, reclama o exige cuentas, ellos creen que de manera fácil aceptamos y nos tragamos todo lo que hacen y aprueban?
¿Recuerda ese conocido dicho que reza: Peca tanto el que mata la vaca como el que le agarra la pata? Por lo que toca al PRI, tal parece que está vez agarró la pata de nuevo.

argo_reyes@hotmail.com