La carta y el 2012

Salvador Muñoz
Los Políticos

Ponchis, el niño sicario, redacta una carta desde el reformatorio donde purga su “condena”. La misiva, dirigida al Niño Dios:
“Jesús:
Me he portado super bien durante mi estancia en este lugar. He sido respetuoso con la gente que me cuida. Atiendo las clases de mis maestros y cumplo con mis tareas. No me he peleado con nadie y por lo tanto, te pido, con el corazón en la mano, si puedes, conseguirme un I-Phone 4S.
Te quiere
El Ponchis”.
Dobla la carta. La deposita en el altar que hay en el Reformatorio, y justo cuando se retira, percibe la mirada de la Virgen María, que serena, parece recriminar algo. De inmediato, toma la carta y la rompe.
II
Bermúdez Zurita, el titular de Seguridad Pública dice algo que me llama la atención: “Nosotros, como ciudadanos, tenemos que adaptarnos a las nuevas medidas de seguridad. El país entero pasa por una crisis, el mundo completo pasa por una crisis y Xalapa y Veracruz no se exentan de ello”
Las nuevas medidas de seguridad a las que se refiere son los operativos que puede en un momento dado, haber en alguna calle, colonia o avenida de la ciudad que igual, pudieran causar molestia. Y es que el martes por la noche, en la céntrica Avila Camacho, PFP y Marina bloquearon un tramo para incursionar en un domicilio cerca del famoso parque de Los Tecajetes y además estuvieron revisando unidades con vidrios polarizados.
Dije que estos operativos pueden causar molestia... ¿estamos exentos de no sentir miedo? Se supone que no, pero aún no nos “acostumbramos” a ver a nuestra ciudad con tanto hombre armado.
III
Después de romper la primera carta, el Ponchis empieza a redactar otra:
“Niño Dios:
Me he portado bien en este lugar. Trato de ser respetuoso con la gente que me cuida. Igual me pongo abusado en las clases y si no cumplo con todas mis tareas, hago el intento. El otra vez me pelee pero era para que me ganara el respeto de los demás. Si me traes un I-Phone 4S, prometo portarme mejor el próximo año.
Te quiere
El Ponchis”.
Dobla la carta. La deposita en el altar y cuando se retira, vuelve a percibir la mirada de la Virgen María, que serena, parece recriminar algo. De inmediato, recoge la carta y la rompe.
IV
La metáfora de Duarte es buena, agradable: “Se tomó la determinación de ir a fondo del problema de nuestra sociedad como es el de la inseguridad... tiene consecuencias evidentes, sacudir el árbol como lo hemos hecho, evidentemente logra que las manzanas podridas se caigan... es feo observarlas, darnos cuentas de la circunstancia”.
No sé si en esa sacudida se refiera al Policía del IPAX que comandaba una banda que supuestamente su modus operandi era localizar ancianos, ofrecerles trabajos a bajos precios y entonces, robarles y matarles para apoderarse de sus bienes y ponerlos en venta.
Ése no era manzana... era “calabaza” podrida.
Curioso... pero pienso que el principal problema al que enfrentará Amadeo Flores Espinosa en la Procuraduría, no estará afuera... sino adentro. Así que no extrañe que empiece a agitar el manzano porque el otro, evidente es que se la pasó arriba en el guayabo.
V
Después de romper su segunda carta, el Ponchis redacta otra:
“Niño Dios:
Sé que no soy bueno ni respetuoso con la gente que me cuida. No soy el mejor de mis clases y soy irrespetuoso con mis maestros y la neta, le rompí la madre a un pendejo chamaco porque me cayó mal... estoy siendo sincero contigo. Sé que puedo cambiar... y si me consigues un I-Phone 4S, te lo puedo demostrar... ¡chin-chin si no!
Tu cuate
El Ponchis”.
Dobla la carta. La deposita en el altar y cuando se retira... ¡la mirada de la Virgen María!
Entonces, se dirige al altar, agarra a la Virgen María, la envuelve en papel periódico, la lleva a su cuarto y redacta otra carta:
“Mira Jesús...
Tengo a tu madre... si en las próximas 24 horas no me tienes un I-Phone 4S en mi cuarto, ¡se la lleva la chingada!
Atentamente
El Ponchis”.
VI
Temo que la situación en Veracruz irá como la carta del Monchis... in crescendo. No, me resisto a acostumbrarme a operativos federales y gente armada. Igual me resisto a evitar mi miedo aunque no deba nada. Pero no puedo resistir la idea de que en breve, las cosas se pongan peores y no puedo dejar de pensar que la lucha contra el crimen organizado, manchada con rojo, empiece a tener matices con tintes electorales. Al tiempo y ojalá me equivoque.

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