Salvador Muñoz
Los Políticos
A la amenaza de descenso de temperatura, vientos, lluvias y lluvia nieve, se agrega ahora otro fenómeno pero éste no climatológico, sino político: la lluvia de mierda.
Sí, quizás suene escatológico, sucio y desagradable este meteoro propio de nuestra clase política pero es cierto.
Y si no me cree, deje que le cuente:
Son cerca de las siete de la mañana y salgo, enchamarrado, gorra y guantes, con el buen Harry en esas habituales caminatas alrededor de la unidad donde vivo.
Debido a la hora, también es habitual ver a taxis y carros particulares circular a gran velocidad por estas calles porque sencillamente ya se les hizo tarde para llegar a su destino, sea el trabajo o la escuela.
Esa misma velocidad hace que levante, además de polvo, unos papeles que llaman mi atención, primero, por su color de fondo, rojo, y después por el color de sus letras: negras con contorno blanco.
Aguzo mi sentido visual y entonces también observo que en esos papeles hay una foto... espero que pase una vagoneta que trae prisa por llevar a su hija a la escuela y saco mi celular que pongo en “modo: cámara” y empiezo a tomar fotos de esos papeles.
Chepe, el jardinero que ronda toda la unidad buscando chamba, junto con un señor que siempre es acompañado con “Patas largas” (un perro que en su nombre lleva la fama) así como “Muchacho” (un can con el que hace poco se enfrascó en pelea mi Harry), se me acercan intrigados y empiezan a preguntar: “¿Y eso, para qué?”
Les muestro el papel y vuelve su pregunta “¿Y eso, para qué?”
Entonces procedo a explicarles el volante que tengo en mis manos:
—Bueno, aquí dice “Tu seguridad es mi compromiso. Reynaldo Escobar para diputado”. Pero mira la foto que tiene.
Un hombre acribillado en su vehículo con un arma larga en las manos aparece en el papel.
La intención del volante me parece perversa. Para los vecinos de Jardines no nos fue ajeno que un día antes, un hombre fue acribillado justo en Plaza Cristal, cerca de donde vivimos, y ese papel lo que hacía, era recordar el lamentable hecho con un ingrediente nuevo: relacionar estos hechos violentos con Reynaldo Escobar.
Chepe y su compañero tienen su propia interpretación de lo que acontece en Veracruz mucho más de lo que pude imaginar. Saben y perciben la inseguridad de una forma demasiado clara y si bien no conocen al dedillo los nombres de los funcionarios, entienden que la violencia se desató en la entidad... es más: les es claro que los medios de información ocultan eso: información.
Me despido de ellos porque Harry está inquieto ante las bravuconerías de Muchacho y Patas Largas que ya han amedrentado a dos perros que por allí pasaban.
Seguimos entonces nuestro habitual recorrido, y cerca del jardín de niños Beatriz Velasco de Alemán, encuentro más panfletos sobre Reynaldo Escobar con el mismo contenido.
Tomo más fotos y continuamos avanzando. Al llegar al parque, una bolsa de papel de buen tamaño a la orilla de carretera me hace deducir algo: Allí pudieran haber transportado los volantes... reviso su interior y efectivamente, al fondo, un panfleto, como los regados sobre mi camino, me obligan a hacer un cálculo: ¿cuántos de esos volantes cabrían en la bolsa de papel? ¿un millón? ¿medio millar?
Sí, estaba cavilando que alguien está interesado en desprestigiar la imagen de Reynaldo Escobar ante el pueblo, ante la raza, ante el bronce... sí, para muchos pareciera ser absurdo porque pueden creer que Reynaldo está ya desprestigiado... sí, así es, pero está desprestigiado ante la clase política, quizás hasta en medios y entre algunos lectores, pero si hay algo que me queda claro, es que Reynaldo es popular y la gente lo aprecia... ¿por qué? sencillo: Reynaldo es bonachón, alegre, no se anda con poses ridículas de político, y si se tiene que echar una cerveza, un traguito de licor con la gente, lo hace sin falsos pudores y si está en confianza, es finísimo echándose uno que otro albur.
Es evidente entonces que el meteoro de volantes que sacudió ayer mi mañana, exhibe el miedo que le tienen a Reynaldo. También es evidente que la aspiración del ex procurador general de Justicia en el Estado estorba o molesta a algún otro interesad@ en ser candidat@ a diputado federal. Vaya, cuando avienten mierda, no vea a quién le cae, sino quién la avienta.
Mientras, en el periódico “Tinta Jarocha”, su nombre ya aparece como Director General y, ojo, Irene Arceo Muñiz ya no aparece... en su lugar está Magda Zayas Muñoz, quien acompañó al oriundo de Naolinco durante su desempeño como secretario de Gobierno con Fidel Herrera, y en su lapso como Procurador, con Javier Duarte de Ochoa...
El dato, porque Reynaldo es un simbionte que utilizó a la política, como otros ex funcionarios, para convertirse en empresario periodístico y desde allí tendrá un espacio para devolver golpe por golpe cada vez que lo ataquen, ya sin contar los beneficios que el tener un humilde negocio como la prensa, otorga.
Como sea... la lluvia de mierda cayó ayer... habrá que ver los días posteriores cómo le vaya a Reynaldo con el pronóstico del clima político-electoral.
e-mail: dor00@hotmail.com
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