Marcelo y el Peje

Salvador Muñoz
Los Políticos

Hoy, el PRD, en dos de sus figuras más relevantes e importantes, ha dado muestra de un avance, de un paso, pequeño, chiquito, pero muy significativo.
Marcelo acepta, no su derrota, sino el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. Es evidente que ambos son grandes estrategas de la política y se entiende cuando se hace evidente que el Peje sigue teniendo más carisma y liderazgo que Marcelo.
Pero no todo es a fondo perdido... Marcelo Ebrard concluye su mandato en 2012, tiempo suficiente para fortalecer al PRD en el DF, que unido al Movimiento Ciudadano y al PT, podrían significar desde este momento un fuerte dolor de cabeza para un PRI que hoy, con un triunfo sumamente apretado, se siente en Los Pinos.
Desde hoy, vendrán los posibles confrontamientos:
* La baby-face de Peña Nieto vs el liderazgo del Peje
* El show mediático de Peña Nieto vs el liderazgo del Peje
* Todos los intereses del Monopolio Televisa vs el liderazgo del Peje
* El regreso de los dinosaurios vs el liderazgo del Peje
* Peña Nieto con sus Moreira, Ulises Ruiz, Mario Marín y Fidel Herrera vs el liderazgo del Peje
* Enrique bajo la sombra de Carlos Salinas de Gortari vs el liderazgo del Peje
* El grupo Atracamucho o Atlacomulco vs el liderazgo del Peje
* Los gobiernos estatales priistas apoyando a Peña Nieto vs el liderazgo del Peje...
Y así...
No podemos negar que López Obrador cuenta con un carisma mucho mayor que el de Marcelo... hemos de confesar que no es santo de nuestra devoción... es más, su discurso no permeaba en mi persona... pero no por ello pude alguna vez negar su gran personalidad.
Insisto: El PRD empieza bien, al menos en lo que se refiere a la contienda por Los Pinos.
Habrá que trabajar al interior, en las tribus, en los estados, en los municipios.
El PRD tiene que volver a ser ese partido con dignidad que alguna vez hizo sentir que los intereses de la gente se reflejaban en un Sol Azteca.
El PRD tiene que volver a unirse, a conformar un solo puño, un solo ser, una sola esencia: El interés común para que el acto de honestidad, de valor y política entre Marcelo y AMLO valga la pena. Ojalá enraice ese ánimo de construir una candidatura sólida, firme, fuerte, capaz de competir al tú por tú con intereses más allá del PRI (no, por supuesto que no me refiero al argumento de Cocoa Calderón), que implica para un grupo político y para una empresa, el gran negocio de su vida, convertido en un melodrama televisivo que desean que tenga un final feliz: El PRI de regreso en Los Pinos, y como dijera el poeta: Y en medio de Peña Nieto y la Gaviota, Televisa como un Dios.
Hoy, Marcelo y López Obrador dieron una lección de política... hay que aprenderla.

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