lunes, 19 de diciembre de 2011

20 mil millones para el Paleocanal

* “Fui antigobiernista”: F. Calderón
José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes
A PESAR DE que este año sólo produjo 50 mil barriles diarios menos de petróleo crudo de los 374 mil previstos, en promedio, el proyecto Aceite Terciario del Golfo, proyecto de Pemex en Chicontepec, tendrá el año entrante un presupuesto superior a ¡20 mil millones de pesos! El también conocido como Paleocanal de Chicontepec alcanzó su nivel máximo histórico de producción en octubre de este 2011, con 63 mil 795 barriles de crudo, volumen 37 por ciento superior al registrado en igual mes del año pasado; sin embargo, este volumen es cinco veces inferior a los 300 mil barriles registrados en el Activo Integral Litoral de Tabasco (AILT), el cual sólo tendrá 7 mil 623 millones de pesos y que se consolidó en este 2011 como el tercero del país, al aumentar 20 por ciento su nivel, respecto a 2010. Cabe recordar que, según la Auditoría Superior de la Federación, Pemex sólo recuperó 2.5 centavos por cada peso invertido en Chicontepec, según los resultados de 2008. Al cierre del primer trimestre de 2010, las pérdidas ascendieron a 6 mil 600 millones, pero la inversión no se ha detenido, por el contrario, ha aumentado. Por esta situación, en abril, la Comisión de Vigilancia de la ASF de la Cámara de Diputados advirtió su poca rentabilidad, por lo que recomendó que se fiscalizaran los recursos asignados para la perforación y explotación.

FIEL A SU costumbre, el presidente Felipe Calderón hizo otra declaración que llama mucho la atención. En el marco de la entrega de los Premios Nacionales de Ciencias y Artes 2011, cuyos ganadores fueron, por cierto, los escritores José Agustín y Daniel Sada; los historiadores Jean Meyer y Lorenzo Meyer; el músico Oscar Chávez y el cineasta Jorge Fons, el presidente declaró, a manera de confesión, que en sus tiempos de juventud fue un “furibundo opositor, antipresidente y antigobiernista”. Calderón recordó que escuchaba las canciones de Oscar Chávez y leía los artículos de Lorenzo Meyer porque “satisfacían ampliamente mi espíritu opositor”, pero el tiempo pasa y nunca pensó que ahora iba a estar “del otro lado del mostrador”, así que, dijo, “créanme, he pagado suficientemente mi osadía de juventud”. Por desgracia, y tal vez para su consuelo, el presidente no es el único que siendo joven estaba en desacuerdo con el Gobierno en turno, más que en su época el poder político era dominado devastadoramente por el PRI, y que ahora “está del otro lado del mostrador”. Son muchos los que, cuando eran jóvenes estudiantes, fueron contestatarios, que incluso salieron a las calles y se enfrentaron y sufrieron la opresión de esos gobiernos, pero que ahora son funcionarios públicos o políticos que disfrutan de grandes y lujosas oficinas y de sueldos y privilegios que ofenden a las mayorías. Sin embargo, quienes han pagado, tal vez no suficientemente, “la osadía de juventud” de Calderón, son los millones de mexicanos que sufren de la violencia y siguen en la pobreza.
EN UNA decisión que busca calmar las turbulentas aguas guerrerenses, el gobernador Ángel Aguirre Rivero informó a los medios que solicitará al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, que apoye en las investigaciones sobre el asesinato de dos normalistas acontecido el 12 de este mes sobre la autopista Cuernavaca-Acapulco, donde se desalojó de manera violenta a estudiantes inconformes. El gobernador de Guerrero no quiere más problemas, y en ese sentido se deslindó de las declaraciones del ex procurador Alberto López Rosas, quien insistió en la hipótesis de que policías federales dispararon contra normalistas. Afirmó que los dichos del ex funcionario fueron a título personal y las instancias correspondientes desahogarán las pruebas que se aporten para la investigación. Asimismo, Aguirre Rivero evade comentarios en torno al juicio político que solicitaron los normalistas de Ayotzinapa ante el Congreso de la Unión, pero reiteró que no está dentro de sus planes solicitar licencia a su cargo: “yo fui nombrado para ocupar el cargo por cuatro años y siete meses, yo tengo mi conciencia tranquila”, aseguró. Como siempre sucede en estos casos, pagan “justos por pecadores” y con tal de salvar el puesto, el gobernador hace y dice todo lo necesario. El problema es que Aguirre Rivero perdió credibilidad, si es que la tenía, y prueba de ello es la manta que colgaron los normalistas de Ayotzinapa en un puente a la entrada norte de la capital guerrerense, en la que se podía leer: “bienvenidos a Guerrero, donde se mata a estudiantes”.

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