domingo, 4 de diciembre de 2011

El oso de Peña Nieto

Brenda Caballero
Números Rojos

No presumiré que he leído a grandes autores, ni grandes obras maestras, es más, siendo sincera, creo estar en el promedio de los 2.8 libros que dicen las encuestas leemos los mexicanos al año (buen propósito para este 2012), aunque sí trato todos los días de leer las noticias de lo que acontece en mi estado y país (mínimo, 3 medios, por aquello de que sean oficialistas o vendidos).
Y si me preguntaran como a Enrique Peña Nieto, precandidato del PRI para el 2012, a lo mejor me aviento un osote como él, que hizo un mole entre obras y autores, ya que al único al que le atinó fue a la Biblia –de lo contrario hubiera sido un gran pecado.



Pero claro que entre Peña Nieto y yo, hay una gran diferencia, aparte del sexo y el copete: él todo un político, orador, glamouroso y para muchos, el próximo Presidente de nuestro país; yo, empleada, ama de casa, simple mortal y en los próximos años, con alzheimer.
Por supuesto que eso no justifica mi falta de lectura en libros, al contrario, hay quien dice que es muy bueno contra el alzheimer.
¿Pero en él? Por principio, yo correría a sus asesores y no por no haberle soplado la respuesta cuando preguntaba sobre el autor del libro “La Inoportuna Muerte del Presidente”, sino por no haberle asesorado previamente sobre las distintas situaciones que se pueden presentar si se asiste a un evento sumamente reconocido como la Feria Internacional del Libro que se celebra en Guadalajara. Resulta por demás lógico que le preguntarían sobre sus libros favoritos.
En pocas palabras, si asiste a una exposición canina, le preguntarán sobre razas de perros; si asiste a una muestra gastronómica, le preguntarán sobre sus platillos favoritos, o si asiste a una muestra internacional de cine, le preguntarán sobre películas.
Luego entonces, ¿Dónde está el trabajo de los asesores? Y no me refiero a los de imagen, que esos se ven que hacen su chamba, sino a los otros asesores.
Es más, sería bueno que algún asesor le mostrara a Peña Nieto algún video de nuestro anterior gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, que cuando no se sabía la respuesta o no quería contestar, era experto en salirse por la tangente, argumentando de todo menos de lo que se le estaba preguntando, si no, que le pregunten a Loret de Mola.
Aunque he de reconocer que Peña Nieto posteriormente aceptó su error en su cuenta de twitter, escribiendo “Cuando leo libros (...) me centro más en la lectura”.
Desafortunadamente es un desacierto de Peña Nieto el haber cantinfleado sobre sus libros favoritos, pues algunos medios como CNN ya manejan como cita lo siguiente: “sí como no, ‘La inoportuna muerte del presidente’, alguien recuérdeme quién es el autor, porque debería señalarlo… ¿cómo?, ¿Tomás?, ¿Tomasino?” (Enrique Peña Nieto, aspirante del PRI a la presidencia de México).
¿Se imagina si hubiera mencionado otro libro como Harry Potter o Crepúsculo? Seguramente la clase política lo hubiera criticado, pero se hubiera echado a la bolsa a una gran parte de la población, y a lo mejor subiría en sus encuestas en lugar de caer, como lo menciona la última encuesta nacional realizada en vivienda por Consulta Mitofsky, del 21 al 27 de noviembre, que revela que el priista cayó de 54.3% en mayo de 2010 a 44.6% en noviembre de 2011 en las preferencias electorales.
A lo mejor yo no conozca muchos libros y autores, pero sé que dentro de la política no puedes darte el lujo de equivocarte, porque el pueblo te lo demandará peor que un sexenio mal gobernado.

Email: caballero_brenda@hotmail.com

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