miércoles, 8 de febrero de 2012

El efecto de la reunión

Salvador Muñoz
Los Políticos 

Se reúne López Obrador con Cuauhtémoc.
Se reúne Josefina con Felipe Calderón.
¿El motivo de la reunión? el que ellos difundan. El asunto real fue con quién estuvieron.
¡Vamos! ¡Hicieron ruido!
Andrés Manuel, en reunión con lo que fue conocido, por muchos años, como el líder moral del PRD, de la izquierda. Con una leyenda que nació en el 88 y al que siempre se le criticó su débil defensa del triunfo electoral en su primera contienda. No obstante, muchos aún lo consideran un hombre respetable, con calidad moral y ética... conste, dije muchos así consideran a Cuauhtémoc Cárdenas... no todos.
Por el otro lado, está Josefina con el Presidente de la República. Se quiera o no, es el político más poderoso del país. Su reunión dice mucho con una sola palabra: Unidos. A diferencia de Cárdenas Solórzano, es cierto, Felipe no cuenta con la simpatía de la gente, pero puede que Josefina sí. Entonces, ¿en qué beneficia a Calderón y Vázquez Mota dicha reunión? La urgencia en ambos de que gane el PAN, por distintas razones. A una, por mantener al PAN en Los Pinos y convertirse en la primera mujer presidenta de México; y al otro, porque difícilmente su partido lo juzgaría.
No nos extrañe. Ningún priista come priista. Ningún panista come panista. Ningún perredista come perredista... bueno... Alberto Silva sería la excepción de la regla, si no, que lo diga Juan Ramón Gánem.
¿Y Peña Nieto?
¿Con quién se reunió?
Para provocar el mismo efecto paternalista (Chepina no puede negar su calderonismo ni AMLO su cuauhtemismo de origen), Peña Nieto debe buscar una figura dentro del PRI que haga contrapeso a cualquiera de los otros dos personajes que estuvieron con AMLO y Josefina.
Dudo mucho que Zedillo lo sea, así que queda descartado. Se requiere de una presencia de peso...
Pudiera pensarse en Arturo Montiel, pero no representa en estos momentos ni siquiera la figura paternal del sobrino Quique ante las acusaciones que enfrenta por parte de su ex esposa.
¿Beatriz Paredes? Creo que ella requiere más de Peña Nieto que al revés... entonces queda descartada.
Manlio Fabio Beltrones al igual que Emilio Gamboa tienen la estatura de Enrique y por lo mismo, se corre el riesgo de que en un momento dado, pudieran opacar al Joven Maravilla.
En un acto desesperado y en un “chauvinismo regional”, desgarrándonos las vestiduras, se podría pensar en Fidel Herrera Beltrán ¡ups! pero anda desaparecido... quizás esperando a un par de maletas que no pudieron hacer bien las cosas.
¡Ah! ¡Claro! Está Carlos Salinas de Gortari. Cada vez que se reúne con el ex presidente de la República sacude y levanta polvo...
Pudiera ser la mejor opción para equilibrar el efecto de esas reuniones...
Aunque... quizás lo mejor para Enrique Peña Nieto sería pedir una sesión espiritista con Jesús Reyes Heroles o Adolfo Ruiz Cortines, para ensalsar ese espíritu priista donde lo más representativo que tiene el partido en estos momentos en el rostro joven de Peña Nieto, es la constante amenaza de aquel cuento de Augusto Monterroso que nos advierte: “Cuando despertó, el Dinosaurio todavía estaba allí”.

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