Ángel Lara Platas
Como en campaña todo se vale –según reza la tradición- el PAN está tratando de darles gusto a todos, buscando que todos estén contentos con promesas cuyo cumplimiento nunca se va a exigir.
En Guanajuato -tierra de contrastes y tradiciones de profundas raíces-, dentro de pocas semanas estará convertido en el escenario a cielo abierto más grande de México, porque ahí tendrá lugar una de las actividades proselitistas con la mayor concentración humana pocas veces vista en los mítines políticos; aunque para esta ocasión se haya escogido un tema que oculte la verdadera intención: el misticismo religioso.
El Papa Benedicto XVI visitará a México y sus eventos se llevarán a cabo solo en el estado donde la vida vale mucho -para contradecir una canción que dice lo contrario-. Tal determinación llama la atención por que pareciera que un pequeño grupo adquirió los derechos para “secuestrar”, en una entidad, al Sucesor del Apóstol Pedro. Y algo hay de eso.
En toda una amplia región del Bajío, que incluye a Guanajuato y llega hasta Arandas, Jalisco; hace ochenta y seis años se libraron las luchas más encarnizadas del movimiento cristero, cuyo propósito era reivindicar los derechos de libertad de culto en México.
En este lugar tiene su principal asiento la organización secreta y radical conocida como El Yunque. Aunque está incrustada en el ala radical de la Iglesia Católica, una de sus luchas es infiltrar a sus miembros en los niveles más altos del poder político.
En estas mismas tierras el Opus Dei (Obra de Dios), mantiene una importante presencia con miembros activos que encapuchados cumplen con los mismos rituales desde 1928. Sus reuniones son secretas y sus acuerdos, a veces, ponen los pelos de punta.
Sin embargo, lo que terminó por convencer a los del protocolo papal es la formación religiosa de gran parte de sus habitantes. No obstante es cierto que, ahora, los guanajuatenses saben distinguir perfectamente entre la moral cristiana y el misticismo desequilibrado y desquiciante.
La visita de Su Santidad Benedicto XVI a México, en momentos de muchos sabores electorales, obliga a pensar que se trata de un recurso para conseguir adeptos, cuyos beneficiados serían el PAN y la Iglesia Católica. Un tercero podría ser el Presidente.
El Vaticano tiene reportes que en esta parte del continente están perdiendo adeptos. Sus estrategias para conservar su rebaño no las han adecuado a los tiempos modernos. La parte ritual sigue siendo esquemática y rígida. Y el PAN, por el momento, no está bien posicionado en el ánimo de los electores.
Para que el esfuerzo valga la pena, la primera en recibir las bendiciones papales debe ser doña Josefina, que al fin y al cabo su triunfo interno cayó bien. Por ello, sus correligionarios pacifistas seguramente le van a recomendar que en la soledad del confesionario, recapacite en su obsesión de coleccionar inconformidades, envalentonarse con sus rivales, y abandonar las lúgubres palabras que tanto ruido le meten a las campañas.
Pero no todos tendrán la oportunidad de que sus manos disputen el roce de la imagen del Vicario de Cristo.
Por ejemplo, Vicente Fox está indeciso si acudir a la procesión o quedarse a atender a los agentes de la PGR, que estarían de visita en su rancho.
José Ángel Córdova Villalobos, ex Secretario de Salud, teme acudir al confesionario porque tendría que decir la verdad sobre el sospechoso asunto de la Influenza y del “petardazo” de su defección al PAN y afiliación al PRI.
Ernesto Cordero, de plano, canceló su viaje pero no porque no quiera encontrarse con Josefina Vázquez Mota, sino porque se enteró que uno de los platillos del menú sería barbacoa de cordero a la romana.
Dicen que quien está obligado a acudir es Carlos Salinas, para mostrar arrepentimiento ante el Primado de Italia por haber negociado -cuando era presidente-, el triunfo del priista Ramón Aguirre para la gubernatura de Guanajuato, para favorecer al panista Carlos Medina Plascencia. Comentan que con el primero fue por un conflicto de autoridad: Aguirre fue jefe de salinas en la Secretaría de Programación y Presupuesto. Con Medina había ciertos afectos familiares. Como quien dice, dos pájaros con la misma piedra.
Por cierto, Medina Plascencia fue el culpable –así lo dijo ella-, de que doña Josefina esté en la política.
Pero la fiesta no es exclusivamente para la grey identificada con el grupo organizador. No.
Por ejemplo, los priistas van a participar con dos peregrinaciones: una -por devoción-, a los santificados eventos; y la otra -por voto-, a las oficinas de Pedro Joaquín Coldwell.
Es que la visita también estaría quitándole velos a la sucesión.
Los tricolores quieren a José Luís Romero Hicks como candidato a gobernador. Dicen que ganaría de calle por su buena imagen y amplio currículo. A nivel internacional destacó como Director del Banco de Comercio Exterior. Sus simpatizantes le apuran para que haga a un lado la ortodoxia y disciplina partidista, y, de una vez, que levante el dedo para que lo vean Peña y el Papa.
alaraplatas@hotmail.com
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