Con el agua hasta el cuello

Salvador Muñoz
Los Políticos 

¡Nos inundamos!
Habitantes del vecino Banderilla se manifestaron en plantón en protesta porque a cada aguacero que se desata, sufren de inundaciones y encharcamientos que hacen que uno piense si no es mejor llamarla ya “Lagunilla” en lugar de Banderilla.
¡Nos inundamos!
Pero no sólo de agua, también nos inundamos de carros manejados con exceso de velocidad que a partir de este lunes se dejaron ver en la ciudad. Es el regreso a clases. Es la salida de casa al cuarto para la hora y haciendo juegos malabares para tratar de que al chamaco no lo dejen afuera de la escuela o para llegar a checar reloj en la oficina... sí, este lunes nos inundamos de carros y camiones...
¡Nos inundamos!
De volantes de Rosy Llamas (a mí), la candidata del PAN por el distrito Urbano de Xalapa, quien en su “eslogan” refiere a ser veracruzana... ¡pus claro! ni modo que diga que es xalapeña si es pozarricense. En los carros, en el parabrisas, volantes albiazules tomaban el sol previo a la lluvia... ¡vaya! hasta en mi moto. Pocos se tomaron la molestia de leer su mensaje en cuatro puntos basados en el SESE (Salud, economía, seguridad y educación)... y acabaron en el suelo...
¡Nos inundamos!
Y la verdad, ya chole con tanto pinche comercial de Peña Nieto, Josefina, AMLO y... bueno, los de Quadri son más divertidos. Pero pues uno quiere ver noticias no a candidatos... sí, por eso se inunda la pantalla chica de spots, spots y más spots... dicen que López Obrador va a sacar uno con su hijo, el más pequeño... si el chaval Jesús Ernesto sale haciendo caras como cuando tomó protesta su padre como candidato a Los Pinos, me cae que lo veo con gusto...
¡Nos inundamos!
De columnistas y articulistas que ponderamos las virtudes de nuestros candidatos favoritos o nos extasiamos con los defectos y yerros de los antagónicos a nuestros gallos... líneas y líneas escribimos a favor o en contra, en aras de que podamos convencer a nuestros lectores que lo más seguro es que ya ni sean “nuestros” y hayan emigrado a una lectura más inteligente... ¿hey? ¿me sigue leyendo? ¡Aquí estoy!
¡Nos inundamos!
De caritas sonrientes, pero no las totonacas, sino de todos los candidatos a diputados federales, de ésos que nunca vimos sonreír y hoy lo hacen de oreja a oreja y además, rosaditos, con tez de bebés gracias al “photoshop”...
¡Nos inundamos!
De candidatos abrazando viejitas, cargando niños, besando muchachitas, saludando a señores, para que al final, si ganan, ni se acuerdan de nosotros (con sus honrosas excepciones, como Ahued) y si pierden, tampoco los volvemos a ver...
¡Nos inundamos!
Y tenemos el agua hasta el cuello... trabajando doble para sacar la quincena... con el agua hasta el cuello... esperando que llegue la quincena... con el agua hasta el cuello... oyendo durante tres meses puras promesas que en nada cambiarán nuestra vida pero sí la de quienes ganen en estas elecciones...