jueves, 26 de abril de 2012

Confianza congelada

Salvador Muñoz
Los Políticos 

Congelado. Así vi al candidato del PRI.
La cámara lo grabó creo que tres ocasiones... pero nomás de pasadita... fue discreta porque por primera vez, en lo que llevamos de campaña, vi que un candidato no era el centro de atención del evento.
Y cada vez que de refilón lo agarraba la cámara, el candidato estaba congelado... no se movía, no pestañeaba (bueno, sí, pero eso no lo vi), era una estatua de marfil... como varios jóvenes que lo rodeaban...
II
¿Ya sabe por quién votar?
Digo, la pregunta es para el lector, no para el militante. Es evidente que el militante va a votar por su partido a sabiendas de que si gana, habrá de recibir beneficios, quizás una dirección, una secretaría, una diputación, o ya de perdis, una chambita por allí discreta donde no requiera de grandes esfuerzos más que calentar el asiento. Peor aún, ser militante, pero de la clase “alanada” (no porque tenga lana, money, dinero, sino por ser borrego) en espera de que le den una estufita y la promesa de que si el candidato gana, “a todos nos irá mejor”.
Por eso la pregunta es para ese lector “despepinado”, es decir, sin apasionamiento (como Pepe Yunes) por un partido y que de verdad quiere que las cosas mejoren aunque es claro que si en doce años nunca se dio el cambio y mucho menos en 70, pues qué se puede esperar de seis... sí, nuestros políticos sólo piensan para sí. Nuestros pobres no sólo son del PAN, también son del PRI. Nuestros muertos no son de este sexenio, vienen de más atrás, cuando había matanzas de indígenas, de estudiantes; periodistas muertos, amenazados; líderes encarcelados; obreros reprimidos...
Creo que a muchos lectores, no militantes, no borregos, nos cuesta trabajo decidir por quién votar porque realmente queremos un cambio.
III
Veo una foto de Alberto Morales, el Cat, de un bote de basura atascado de desechos en pleno centro de Xalapa, a un costado de Palacio de Gobierno. Los comentarios en torno a la foto fueron dirigidos contra la alcaldesa Morales García, pero no vi una sola crítica para el ciudadano que, viendo que el bote está lleno, seguía atiborrándolo... puede que no haya un excelente servicio de Limpia Pública en la ciudad, pero es evidente que lo que nos falta es un poco de civismo como para entender que si el bote está lleno, buscar otro recipiente dónde depositar la basura. Sinceramente, yo vi más gente cochina que otra cosa.
Tenemos una sociedad egoísta y pobre. No es su culpa (en parte), el sistema de Gobierno que tenemos, sea del PAN o del PRI, le conviene ello. A más pobres, más programas de Gobierno para paliar su miseria. A más ignorancia, más borregos. A menor calidad de vida, más indiferencia a nuestro entorno y es posible que, no importa cuántas veces pase alguien limpiando los cestos de basura, habrá más gente que, aunque estén llenos, seguirá echando y echando la basura hasta rebasar su capacidad...
IV
Y el candidato seguía congelado... y no nada más él, sino ese grupo de jóvenes que en Tuxpan, en la plaza Krystal, decidieron organizar un “flashmob”, ese movimiento que inicia en las redes y móviles, donde un grupo de personas se manifiestan de distintas formas por lo regular, en centros donde pulula la gente, quizás bailando, tirándose al suelo o simplemente paralizándose.
A Genaro Ruiz Arriaga, candidato a diputado federal por Tuxpan lo invitaron a participar en este flashmob y le entró. Así que el pasado 22 de abril fue a la plaza, al parecer con su familia, empezó a tomar un café y en cuanto se oyó un pitido, a las 8:20 pm, él, junto con otras personas, dejaron de moverse. No sé cuántos minutos pasaron hasta que se oyó otro pitido y el café (que igual se habrá congelado) de Genaro, fue degustado ante el reinicio de movimiento de los participantes.
En un video (acá lo puede ver: http://youtu.be/yIBhWMYtyaM) se dice que quienes organizaron este “flashmob” le pidieron la participación al candidato y textualmente dicen:
“Genaro Ruiz nos demostró esa noche que sí puede hacer lo que le pedimos, e incluso, hacerlo con nosotros. Lo invitamos, se comprometió a participar y nos cumplió. Nos demostró que un diputado puede ser mucho menos “político” y ser mucho más humano”. Concluyen en esta frase: “No dejes que México se quede congelado”.
Si bien no deja de ser novedoso esto, digno del anecdotario, así como respetable la posición de estos jóvenes, yo nada más me pregunto: ¿Qué candidato no es capaz de hacer lo que sea para que la gente confíe en él? Bailan, montan a caballo, suben al autobús, besan chiquillos, abrazan viejitas, se van en metro, y lo que usted quiera...
La puntada es buena, ni hablar, y creo que Genaro logró obtener la confianza de ese grupo de jóvenes... pero a mí, no sé a ustedes lectores, me congela... sigo pensando si voy a votar por el menos malo, o por el que tenga la cola más chica, o de plano, anular mi voto, y aquí no se trata de confianza porque si bien confiar es bueno, es más bueno desconfiar...
Seguiré meditando mi voto... aún hay tiempo.

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