domingo, 15 de abril de 2012

El peñismo en los cuernos de la luna

Salvador Muñoz
Los Políticos 

Los “ismos” en el PRI son veletas de conveniencia. Los priistas que antes idolatraban y adoraban a Fidel Herrera, hoy se postran a los pies de a quien en lo oscurito se decían en voz baja: “Enrique es el bueno”... pero el chiste era quedar bien con el Gobernador en turno... por eso hubo alemanismo, fidelismo, duartismo, hasta que llegó el peñismo.
Este nuevo “ismo” en las filas tricolores tiene ensoberbecido a más de un priist... no, a más de un peñista que ya ve al vecino de Atlacomulco (o dijeran sus detractores: Atraco-mucho) sentado en Los Pinos, majestuoso, altivo, magnificado y magnificiente, por ello, al menos dentro del equipo de campaña de Enrique Peña Nieto en Veracruz, alzan la voz, insultan a sus subordinados, los ofenden y minimizan... vaya, se sienten parte del poder... no creemos que al menos eso ocurra con Mario Lozano y Marlon Ramírez, dechados de humildad, sencillez, bondad y simpatía... yo al menos no lo creo...
Pero... ¿se imagina el lector si en un remoto caso el PRI ganara la presidencia? ¿cómo repercutiría en Veracruz esto?
De ipso facto, surgirían dos nuevos candidatos a la Gubernatura que hasta el momento se la llevan de a muertito: El Cisne Silva y Jorge Carvallo.
Habrá de decirme usted: Uno es más de Tampico y el otro más de Lerma...
Bueno, nomás baste recordar que tuvimos gobernadores de Tamuín y del DF, entonces, eso no es problema...
Y es que ambos personajes presumen estrecha relación y amistad con el candidato a Los Pinos...
Bueno, Silva Ramos se dice cuate del clan Del Mazo y es tan claro que Alfredo chico y su padre, han estado en el vecino municipio del norte, tan fue así que hasta se habló del hermanamiento de Tuxpan con Huixquilucan (uno de los municipios del Estado de México gobernado por los siglos de los siglos por Del Mazo y demás raza de Peña Nieto, ya sea por mandato popular o cacicazgo).
En cambio, Carvallo va directo al grano: Él presume la amistad directa no sólo con Enrique Peña Nieto, sino con el mismísimo Diablo... digo, con el mismísimo Carlos Salinas de Gortari.
Nomás baste recordar las visitas que realizó el ex mandatario nacional por Veracruz siendo su principal anfitrión el nativo de Lerma.
Así las cosas, el triunfo de Peña Nieto le daría otro matiz a Veracruz, muy independiente del rollo de progreso, desarrollo y prosperidad que se lanza a los cuatro vientos por parte de los priiist... digo, por parte de los peñistas.
Insisto... no hay por qué espantarse... no es tan malo... la “democracia partidista” al interior del PRI es capaz de “formar” de la noche a la mañana, a “líderes natos” que la ceguera tricolor a veces no ve pero igual olfatea, huele, husmea y rastrea... por eso, una vez que le dicen: “¡Éste va a ser el bueno!”, se prodigan en atenciones, vehemencia, caravanas así como inclinación de cérvix...
De hecho, suponiendo que los Yu-Yu, Héctor y Pepe sean senadores, lo que fuera “natural candidatura” a la Gubernatura, se les vendría abajo porque Peña Nieto retomaría el control viejo centralista de imponer y designar a sus cuates, a sus amigos, como Gobernadores, sí, ya no como candidatos porque difícilmente el PRI, si llega a Los Pinos, permitirá que el PAN u otro partido, asuma de nuevo el poder en cualquier punto del país...
Por eso es comprensible que el priism... digo, el peñismo en Veracruz, junto con sus más fuertes representantes y enanos que los acompañan, se sientan en los cuernos de la luna.

No hay comentarios: