El sábado pasado, el gremio periodístico y los veracruzanos fuimos enterados de la brutal muerte de Regina Martínez Pérez.
El domingo en la Plaza Lerdo de Xalapa, en la oficina de representación del Gobierno de Veracruz en el Distrito Federal y en diversas ciudades del país no se hizo esperar la demanda de justicia para Regina.
Ese mismo día, los periodistas emitieron un pronunciamiento dirigido al Presidente de la República, al Gobernador del Estado y los titulares de las procuradurías Federal y del Estado de Veracruz, que a continuación cito:
Los periodistas de distintos medios de comunicación y los veracruzanos no solo lamentamos el crimen de Regina Martínez Pérez, corresponsal en nuestro estado de la revista Proceso.
Estamos indignados porque es el quinto comunicador muerto desde el año 2010 en la entidad veracruzana reconocido por la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Centro Nacional de Comunicación Social AC (Cencos) y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
No sobra recordar que los comunicadores muertos son Miguel Ángel López Velasco, columnista y subdirector editorial de Notiver, su hijo, Misael López, fotógrafo de ese medio, muertos el 20 de junio de 2011 en Veracruz.
La reportera de nota roja de Notiver, Yolanda Ordaz de la Cruz, el 25 de julio de 2011, en Veracruz.
Los restos de Noel López Olguín, reportero de los semanarios Horizonte y Noticias de Acayucan y el Diario La Verdad, encontrados el uno de junio de 2011 en el municipio de Jáltipan en una fosa, tras su desaparición forzada el 8 de marzo del 2011.
Evaristo Ortega Zárate, editor del semanario Espacio de Colipa ocurrido en 2010.
Por ello es que nos preguntamos ¿qué está pasando con nuestras instituciones y con el esclarecimiento de estos crímenes?
Por eso exigimos justicia y la entrega de resultados.
Estamos indignados porque es el quinto comunicador muerto desde el año 2010 en la entidad veracruzana reconocido por la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Centro Nacional de Comunicación Social AC (Cencos) y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
No sobra recordar que los comunicadores muertos son Miguel Ángel López Velasco, columnista y subdirector editorial de Notiver, su hijo, Misael López, fotógrafo de ese medio, muertos el 20 de junio de 2011 en Veracruz.
La reportera de nota roja de Notiver, Yolanda Ordaz de la Cruz, el 25 de julio de 2011, en Veracruz.
Los restos de Noel López Olguín, reportero de los semanarios Horizonte y Noticias de Acayucan y el Diario La Verdad, encontrados el uno de junio de 2011 en el municipio de Jáltipan en una fosa, tras su desaparición forzada el 8 de marzo del 2011.
Evaristo Ortega Zárate, editor del semanario Espacio de Colipa ocurrido en 2010.
Por ello es que nos preguntamos ¿qué está pasando con nuestras instituciones y con el esclarecimiento de estos crímenes?
Por eso exigimos justicia y la entrega de resultados.
Y Firman al calce de 39 abajo firmantes.
Las exigencias a las que he dado lectura corresponden a mujeres y hombres que día a día realizan la comprometida labor de informar a los veracruzanos.
Comunicadores que ejercen su profesión en el estado de Veracruz solicitan, exigen, a las autoridades saber de los resultados de las investigaciones sobre las muertes violentas de periodistas en la entidad, investigaciones de las que poco o acaso, nada, se ha sabido, menos aún de los responsables de las mismas.
Los hechos de los asesinatos de estos periodistas no pueden desligarse del entorno, las circunstancias y las características en que ejercían su trabajo, puesto que todos los asesinados honraron el deber del periodismo hacia las causas sociales, ejerciendo un periodismo libre, crítico, comprometido con temas como los derechos humanos, denunciar el abuso de poder, la corrupción o bien, la desaparición y muerte de luchadores sociales.
Pareciera, sin suplantar el papel del investigador ni del juzgador, que las causas de estos asesinatos fueron producto del ejercicio de su libertad de expresión y de su compromiso por la verdad a favor de Veracruz.
Hemos sido testigos de las expresiones ciudadanas de dolor, indignación e impotencia ante el vil asesinato de Regina Martínez Pérez, una mujer que era apasionada de la verdad y que siempre se preocupó por dar voz a quienes la necesitaban, no solo en el espectro político, sino en el ciudadano.
Regina Martínez cayó víctima de la mano asesina guiada por quienes creen que callando a un periodista se calla la verdad, pero decir esa verdad no debe ser una sentencia de muerte.
Un estado, un país, no pueden ser democráticos sino procuran el ejercicio de la libertad de expresión.
El asesinato de periodistas es un acto de terrorismo porque promueve el miedo en la sociedad, promueve el miedo en el gremio de la comunicación y promueve, desde las sombras, que nadie diga palabras que resultan molestas.
El Grupo Legislativo de Acción Nacional, se suma a la indignación ciudadana que provocan los asesinatos, de Milo Vela, de Misael López, de Evaristo Ortega, de Yolanda Ordaz, de Noé López y ahora de Regina Martínez.
Nos unimos a la exigencia ciudadana de que se avance en las investigaciones, que se esclarezcan estos crímenes contra personas que ejercieron su libertad de expresión en aras de construir un Veracruz más justo y más digno.
Exigimos el esclarecimiento de estos crímenes, la detención y el castigo de los culpables, materiales e intelectuales.
Estaremos pendientes de que en el marco de estas investigaciones no se pretenda desviar la verdad en la comisión especial que investiga el homicidio de Regina. Pues muchas son las expresiones de incredulidad y desconfianza en los resultados que aporte.
En su momento Acción Nacional hizo un llamado, para que en el seguimiento de las investigaciones pueda participar una comisión integrada por periodistas y legisladores ajenos totalmente a la filiación política del propio gobierno del estado, a fin de dar certeza y confiabilidad a las diligencias de la misma.
Hoy podemos honrar la memoria de Regina Martínez y demás colegas periodistas asesinados, y ofrecer palabras grandilocuentes en su favor, pero el más grande homenaje que les podemos rendir es buscar la verdad sobre su asesinato y atrapar a sus ejecutores.
Hacerles justicia pronta y expedita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario