miércoles, 26 de septiembre de 2012

Lo que muere con Lujambio

Claudia Constantino
Las Crónicas del 2012

La clase política, pero sobre todo los panistas están de luto por la muerte del senador Alonso Lujambio a quien el presidente Felipe Calderón llamó amigo públicamente en repetidas ocasiones y a quien lanzó amplio reconocimiento a su valor y amor por la vida en la despedida a otro mas de sus amigos “caídos” durante su sexenio, marcado por la muerte.
            Los costos de la guerra contra el crimen organizado a los que tanto ha aludido el presidente Calderón incluyeron sin duda a los amigos de los que tuvo que despedirse como Juan Camilo Mouriño y después Francisco Blake Mora, por citar a los más sobresalientes antes de Alonso Lujambio.
            El Presidente ha repetido en innumerables ocasiones que 90% de los asesinados son criminales, lo que, por supuesto, no ha hecho sino enfurecer a los familiares de las víctimas inocentes, que son una suma importante entre la cifra extraoficial de más de 60 mil caídos y 10 mil desaparecidos en los casi seis años del gobierno calderonista.
Otras tantas ocasiones Calderón manejó que el 90% de las víctimas fueron criminales, haciendo enfurecer a familiares de los inocentes, que extraoficialmente se han cuantificado en 60 mil caídos y 10 mil desaparecidos. Pero hubo días que sintió en carne propia este engaño, pues las bien fundadas sospechas de que sus mas cercanos colaboradores fueron asesinados, siempre le han rondado.
Hace meses Nick Steimberg, investigador del Human Rights Watch advertía que habían encontrado que en la inmensa mayoría de los homicidios en México el gobierno ni siquiera abrió una investigación criminal, ni a un solo acusado o condenado. Misma cosa ha apuntado Javier Sicilia en su Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad quien además, ha insistido en que se den a conocer los nombres de los caídos para no ponerlos a todos en la misma canasta.
La presidencia de la república en respuesta, en su página de internet, colocó un reporte de los homicidios ocurridos entre el 1º de diciembre de 2006 y el 31 de diciembre de 2010, última fecha de actualización. Ya decía Sicilia el 1º de agosto pasado en Los Diálogos por la Seguridad: “el gobierno no se ha tomado la molestia de registrar las muertos, pero mucho menos de documentar cómo ocurrieron esas muertes, averiguar quiénes son los caídos y, a partir de ahí, propiciar el proceso de reconciliación del país”. Con Lujambio muere la posibilidad de olvidar a la muerte, que ha rondado a Felipe Calderón desde el primer día de su mandato, hasta hoy, y cada día en el medio.
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