martes, 29 de enero de 2013

Casos Cassez y Mariles

Ángel Lara Platas 

La sorpresiva puesta en libertad de Florence Cassez, por la determinación de los jueces del máximo tribunal de justicia de la nación, además de haber generado un clima de confusión por la controvertida decisión, ha enfrentado a la justicia con la legalidad y a la constitucionalidad con el derecho.
Hasta el momento, las opiniones de peritos en la materia son encontradas. No queda bien claro todavía si se trató de mantequillar las relaciones con el país de origen de la Cassez, en su momento estropeadas por la tozuda presión para que México liberara a la integrante del grupo Zodiaco, cuyos miembros fueron señalados por sus víctimas como sus secuestradores. 
Pruebas las había, incluso, otros miembros del grupo delictivo la señalaron como la que torturaba psicológica y físicamente a los rehenes.
Fue noticia mundial la proclividad lúdica del jefe policiaco Genaro García Luna. Su ansiedad por distorsionar las detenciones para convertirlas en montajes televisivos, lo llevó a violentar los procedimientos judiciales, como ocurrió con el caso de la francesa Cassez.
El escándalo se arma cuando en votación nominal, sin explicación que convenciera a los estudiosos del derecho, tres de los cinco magistrados votan a favor de la liberación de la susodicha, porque consideraron que se habían violado sus derechos fundamentales como persona humana, y que se le había impedido la asistencia consular; y que gracias a la deschavetada ocurrencia de García Luna, el anterior argumento pesó más que los delitos por los que se le acusaba.
Pero eso no fue lo más grave. Lo que ha lastimado el sentimiento de justicia de diversos sectores mexicanos, es que por el formato que se utilizó en su liberación, pareciera que el Tribunal de Justicia de la Nación trató de disculparse con la delincuente.
Es el sabor que deja la descomunal cortesía desde su salida del penal –por la puerta grande-, su transportación –en camioneta blindada-, su custodia –un centenar de elementos policiacos- y el obsequio del boleto de avión de México a Francia –en primera clase con botella de Champaña incluida-.
Este escenario dio lugar a contrastes: los delincuentes mexicanos mueren de envidia y los torturados por la europea fallecen de impotencia.
Del recibimiento en la ciudad Luz, ni nos ocupamos. El gobierno francés y el añejo galán Alain Delón –principal activista pro liberación de la angelical Florence-, estaban en todo su derecho de armar el show que más les acomodara. Acá, García Luna hizo lo que quiso con la ley.
Sin embargo, hay algo que no debemos perder de vista: si por los errores en el procedimiento los magistrados liberaron a la franchuta, ¿ocurrirá lo mismo con el resto de la banda de los Zodiacos –a excepción de la asistencia consular-; y con infinidad de delincuentes aunque ya procesados están en circunstancias similares a la de Florence Cassez?
Para contener un poco el frenesí libertario del gobierno francés, bien hubiera caído refrescarles la historia del General Humberto Mariles Cortés, medallista Olímpico en las Olimpiadas de hace cuarenta años, que como el mejor caballista puso el nombre de México en todo lo alto de ese deporte mundial.
En aquella aciaga ocasión, Mariles, igual que la Cassez, voló a Francia con el propósito de definir algunos asuntos relacionados con el deporte de los caballos. Pocas horas habían pasado de su estancia en París, cuando en un restaurante coincidió con dos conocidos suyos con quienes pretendía comer. En eso estaban cuando llegó la policía y cargó con los tres.
A los pocos días, sin tiempo para nada, el General Humberto Mariles aparece muerto en su celda. Algunas fuentes dijeron que después del desayuno; otras que amaneció colgado. Hasta la fecha, a ciencia cierta no se sabe qué fue lo que ocurrió con una de las glorias del deporte mundial.
Serán peras serán manzanas, pero de que urge hacer mesas para discutir el espíritu de las leyes y sus repercusiones, ni duda cabe.
Que el veredicto de los tres jueces que votaron a favor fue para “mensajear” a la policía, con la intención de que proteja mejor los derechos humanos de los victimarios, puede ser; pero… ¿y los derechos humanos de las víctimas… Y su dolor?

MIRANDO A VENEZUELA
Desde hace varias semanas los ojos del mundo están puestos en Venezuela, particularmente por la incertidumbre que prevalece en torno a la salud del Presidente Hugo Chávez, que desde el 8 de diciembre del año pasado no ha habido una sola evidencia sobre la verdadera situación del venezolano.
Cualquiera que sea el estado de salud de Chávez, México tendrá que restablecer las buenas relaciones con aquel país del sur. Por ello el gobierno mexicano tiene que esmerarse en nombrar como embajador a alguien que interprete fielmente la política del Presidente Peña Nieto.
Aunque hay varios nombres destaca el de Fausto Alzati Araiza, por su preparación académica, sus conocimientos en el tema de las relaciones exteriores, y por su vocación política. Además de su definición priista a pesar de los guiños del entonces Presidente de México -su paisano–, Vicente Fox.

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