Números Rojos
Si le preguntaran ¿Lee Usted libros? posiblemente diría que sí, para no quedar mal, pues a la mayoría nos preocupa que los demás no nos vean como incultos. Aunque si es más sincero consigo mismo tal vez responda negativamente, pues según la Encuesta Nacional de Lectura 2012 en México se lee cada vez menos.
Reviso mi memoria ¿cuántos libros leí el año pasado? Mmm no hay mucho que pensar… apenas un par; a pesar de que mi marido me llevó emocionado uno de cuentos de Isacc Asimov y unos cuantos de Cómics (no sé si se consideren libros, en lo particular no lo creo aunque tengan la forma de ellos, pero habrá quien diga lo contrario) con la consigna de siempre: ¡Tienes que leerlos!
Su cara refleja tanta emoción al decirlo que dijera el comercial ¡Ya me vi!... leyéndolos todos, sin embargo, el mismo pretexto de siempre: El tiempo.
Desde luego que eso no me justifica, pues no me falta tiempo, sino organización.
No sé si el resto de la población en México tenga la misma respuesta, lo que sí es cierto es que según los resultados presentados por la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura los resultados son tan negativos que han denominado a la encuesta “De la Penumbra a la Oscuridad”.
Pero déjeme decirle que eso no es lo peor, todavía hay más pues dentro de los datos arrojados se encontró que en uno de cada dos hogares mexicanos, solo tienen de uno a diez libros que no son de texto escolar… luego entonces ¿Qué van a leer en los hogares mexicanos?
Tristemente seguimos cargando la misma realidad de siempre: “Los mexicanos leemos porque tenemos que hacerlo a fuerza, porque nos lo piden en la escuela, en el trabajo, no porque tengamos el hábito de la lectura o el placer de leer”… ¡leemos por educación no por cultura!
Tan es así, que los entrevistados en la encuesta señalan que primero leen para informarse, luego para estudiar y un bajo porcentaje lee por gusto.
Por ejemplo, de los encuestados, el 54 por ciento no lee libros, mientras que el 35 por ciento manifestó nunca haber leído un libro en su vida, a diferencia de un 64 por ciento que sí lo ha hecho, mientras que el 1 por ciento no contestó.
Luego entonces, la encuesta manifiesta que más de la mitad de la población de 12 años de edad en adelante, no lee libros por gusto sino por obligación, mientras que una tercera parte de los mexicanos nunca ha tenido ni siquiera acercamiento con alguno de ellos.
Ahora que si nos vamos por clases sociales, los más afectados son los pobres, aunque en el sector de los ricos 4 de cada 10 tampoco lee.
Si vemos al sector joven con edades entre 18 y 22 años, uno de cada tres no tiene el gusto de leer y si nos vamos al otro lado, los mayores de 55 tampoco disfrutan un libro.
¿Por qué pasa eso? Existen varias teorías, desde que nuestros padres no nos inculcaron el hábito de la lectura hasta que los libros son muy caros. Pero volvemos a lo mismo… ¡puros pretextos! Pues en el mercado encontramos libros de segunda mano hasta en 15 pesos.
Han pasado casi 6 años desde que se dieron a conocer los resultados de Conaculta en el que la cifra fue de 2.9 libros por año y sorprendentemente ¡no hemos avanzado! Incluso estamos peor pues para el 2012 los maestros que son ¡maestros! Leen un promedio de 2.6 libros al año ¿Cómo van a fomentar la lectura entre el alumnado?
Como siempre, tenemos que pensar primero en cambiar nosotros mismos, como una chispa que se convierta en llama e incendie a los demás.
No organizo bien mi tiempo, pero aunque el año pasado solo leí dos libros, escuche más de diez ¡totalmente gratis! mientras corría o viajaba en autobús; desde luego que no es lo mismo, oír que leer, pero es una opción que te da la tecnología, para no quedarte en el 2.9 por ciento y rezagarte en el fondo del librero. ¡inténtelo!
Reviso mi memoria ¿cuántos libros leí el año pasado? Mmm no hay mucho que pensar… apenas un par; a pesar de que mi marido me llevó emocionado uno de cuentos de Isacc Asimov y unos cuantos de Cómics (no sé si se consideren libros, en lo particular no lo creo aunque tengan la forma de ellos, pero habrá quien diga lo contrario) con la consigna de siempre: ¡Tienes que leerlos!
Su cara refleja tanta emoción al decirlo que dijera el comercial ¡Ya me vi!... leyéndolos todos, sin embargo, el mismo pretexto de siempre: El tiempo.
Desde luego que eso no me justifica, pues no me falta tiempo, sino organización.
No sé si el resto de la población en México tenga la misma respuesta, lo que sí es cierto es que según los resultados presentados por la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura los resultados son tan negativos que han denominado a la encuesta “De la Penumbra a la Oscuridad”.
Pero déjeme decirle que eso no es lo peor, todavía hay más pues dentro de los datos arrojados se encontró que en uno de cada dos hogares mexicanos, solo tienen de uno a diez libros que no son de texto escolar… luego entonces ¿Qué van a leer en los hogares mexicanos?
Tristemente seguimos cargando la misma realidad de siempre: “Los mexicanos leemos porque tenemos que hacerlo a fuerza, porque nos lo piden en la escuela, en el trabajo, no porque tengamos el hábito de la lectura o el placer de leer”… ¡leemos por educación no por cultura!
Tan es así, que los entrevistados en la encuesta señalan que primero leen para informarse, luego para estudiar y un bajo porcentaje lee por gusto.
Por ejemplo, de los encuestados, el 54 por ciento no lee libros, mientras que el 35 por ciento manifestó nunca haber leído un libro en su vida, a diferencia de un 64 por ciento que sí lo ha hecho, mientras que el 1 por ciento no contestó.
Luego entonces, la encuesta manifiesta que más de la mitad de la población de 12 años de edad en adelante, no lee libros por gusto sino por obligación, mientras que una tercera parte de los mexicanos nunca ha tenido ni siquiera acercamiento con alguno de ellos.
Ahora que si nos vamos por clases sociales, los más afectados son los pobres, aunque en el sector de los ricos 4 de cada 10 tampoco lee.
Si vemos al sector joven con edades entre 18 y 22 años, uno de cada tres no tiene el gusto de leer y si nos vamos al otro lado, los mayores de 55 tampoco disfrutan un libro.
¿Por qué pasa eso? Existen varias teorías, desde que nuestros padres no nos inculcaron el hábito de la lectura hasta que los libros son muy caros. Pero volvemos a lo mismo… ¡puros pretextos! Pues en el mercado encontramos libros de segunda mano hasta en 15 pesos.
Han pasado casi 6 años desde que se dieron a conocer los resultados de Conaculta en el que la cifra fue de 2.9 libros por año y sorprendentemente ¡no hemos avanzado! Incluso estamos peor pues para el 2012 los maestros que son ¡maestros! Leen un promedio de 2.6 libros al año ¿Cómo van a fomentar la lectura entre el alumnado?
Como siempre, tenemos que pensar primero en cambiar nosotros mismos, como una chispa que se convierta en llama e incendie a los demás.
No organizo bien mi tiempo, pero aunque el año pasado solo leí dos libros, escuche más de diez ¡totalmente gratis! mientras corría o viajaba en autobús; desde luego que no es lo mismo, oír que leer, pero es una opción que te da la tecnología, para no quedarte en el 2.9 por ciento y rezagarte en el fondo del librero. ¡inténtelo!
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