miércoles, 16 de enero de 2013

PAN-PRD... la alianza

Salvador Muñoz
Los Políticos

¿Ha visto a dos enemigos comunes unirse para combatir a un adversario que pudiera ser más poderoso que ellos por separado?
Quizás el ejemplo más claro de ello sea “Día de la Independencia”, cuando las naciones de todo el mundo unen fuerzas contra la amenaza alienígena... pero no vayamos tan lejos... en México, baste citar a Televisa y TV Azteca conjuntando esfuerzos y dineros para impedir que Carlos Slim invadiera su bi-reinado ¡y vaya que lo han logrado!
Las alianzas, entonces, son tan naturales cuando de vencer a un enemigo común se trata.
Aquí es cuando surge otro sustantivo interesante: “enemigo común”.
Dentro de algunas organizaciones, sean del tinte que sean, políticas, religiosas, sociales, escolares, etcétera, es dado que el líder, que el cabeza de manada, que el mandamás, cree un “enemigo común”.
En Veracruz, se intentó (o intenta) crear uno, no sé si entre la clase política priista o los ciudadanos en general, con Miguel Ángel Yunes Linares.
Al choleño, en aras de convertirlo en “enemigo común”, lo ubican entre lo más perverso y corrupto que pueda haber dentro de la política aunque el asunto no concluye en el objetivo prioritario en la creación de éste... destruir al “enemigo común”.
El caso no es crear terror, miedo o animadversión con la creación de este “enemigo común”... se trata de hacer identidad, comunidad, algo así como un “mas si osare un extraño enemigo”.
Entonces, ya teniendo un “enemigo común”, el siguiente paso es concentrar fuerzas, sin importar si eres negro o blanco, si crees en Dios o en Alá, si eres de izquierda o ultraderecha... si eres del PAN o del PRD...
Después de esta perspectiva sobre la comunión de fuerzas con un solo objetivo, es claro, para mí, que la alianza PAN-PRD no debe espantar al ciudadano... en tal caso, quien debe tener miedo en un momento dado, debe ser el PRI, ese raro objeto del deseo de esta alianza.
Todo indica que en estas elecciones, PAN y PRD irán juntos con tal de minar la fuerza electoral de un partido que se regodea en el poder. Por supuesto, no hay ningún problema en concentrar fuerzas, sino en equilibrarlas...
Por ejemplo... aquí en Xalapa, ¿qué candidato a la presidencia municipal tendremos? ¿un Abel Cuevas? ¿una Dulce María Dauzón? ¿un Marcos Salas? ¿o un Uriel Flores?
La alianza PAN-PRD en Veracruz ya dio su primer paso... a ver si en la selección de candidatos no trastabilla.
Por supuesto, ante la alianza, el antídoto para el PRI es muy sencillo: Divide y vencerás... ya se leerá.

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