Ángel Lara Platas
Por
lo que se ve, en el nuevo PRI ya
renovaron su equipo de fotografía. Aquella vetusta frase “El que se mueve no
sale en la foto”, ya perdió vigor. Ahora, los aspirantes sí se pueden mover y
sí pueden salir en la foto. Cuestión de tecnologías políticas.
Algunos
colaboradores cercanos al recién estrenado como gobernador de Chiapas, Manuel
Velasco Coello, ya andan pintándose de ilusiones por la idea de que su recién
estrenado jefe podría ser el sucesor del actual Presidente de la República
Enrique Peña Nieto.
Por supuesto que no les falta razón si parten de la
lógica que entre el gobernador chiapaneco y el mandatario, existe una estrecha
relación de amistad cultivada desde muchos años atrás.
Pero además de eso, Velasco Coello llega al puesto
más importante del estado acuerpado con la votación más alta de la historia
local. El aglomerado ciudadano le pagó bien. Han visto de cerca su carrera
política que inició a los 21 años, primero como diputado Local, luego Federal y
posteriormente como Senador. Actualmente tiene 30.
La buena relación con el Primer Mandatario del País,
incuestionablemente se traducirá en los beneficios que el estado de las
cascadas y las selvas requiere para su desarrollo.
Si
realmente existe algún proyecto guardado en la gaveta de los acuerdos
superiores, en relación a la sucesión presidencial del 2018, el nieto del Dr.
Velasco Suárez debe conducirse con sigilo, prudencia y discreción. El Duque de Otranto
decía: “Nada debilita tanto al artista, al General, al hombre de Poder, como el
éxito permanente a voluntad y deseo”.
Velasco
tiene buenos colaboradores a quienes escuchar. Uno de ellos es Juan Carlos Gómez Aranda,
Secretario
de Planeación, Gestión Pública y Programa de Gobierno. Su amplia experiencia en el servicio público le permite
opinar acertadamente. Algo le aprendió a Jorge de la Vega Domínguez y a Carlos
Hank González; como secretario particular de ambos -del primero en la
Secretaría de Comercio y del segundo en la Secretaría de Recursos Hidráulicos-.
El
Gobernador Velasco debe mostrar firmeza en sus decisiones. El titubeo en el
otorgamiento de algunos nombramientos y la posterior reconsideración, le
generaron algunas críticas que si bien es cierto quedaron desvanecidas, porque
aún cuenta con una larga cauda de simpatías.
La decisión del “Güero” Velasco -así le dicen allá-,
de haber consignado a diez presidentes municipales-más los que se acumulen esta
semana-, fue una decisión muy aplaudida no tan solo en aquel estado sureño,
sino en el país entero.
Por la relación de amistad y la estrecha
comunicación entre el joven gobernador y quien despacha en Los Pinos, pudieran
interpretarse que las acciones por inescrupuloso manejo del recurso público de
los ediles, serían una muestra de cómo se conducirá el Gobierno Federal ante
cuestiones vinculadas con el mal uso de las finanzas públicas, así se trate de
autoridades electas por el voto popular.
Realmente, Velasco Coello se estrenó mostrando su férreo
puño dispuesto para asestar contundentes porrazos a las elásticas redes de
complicidades, tejidas durante la administración que le antecedió, y que
encabezó el cuestionadísimo Pablo Salazar Mendiguchía.
Otra de las ideas del Presidente Peña es la creación
de la Secretaría de la Juventud. En una interpretación fiel de los deseos de su
amigo, el gobierno de Chiapas ya cuenta con la Secretaría de la Juventud.
Sin lugar a dudas, por su currículum político y su
relación con el de Atlacomulco, en automático lo colocarán en un lugar
privilegiado en la competencia interna para conseguir la candidatura
presidencial.
Por estrategia política, al Presidente Peña Nieto le
convendría contar con una caballada debidamente engordada con los mejores nutrimentos
políticos, para consolidar una carrera de pronósticos favorables para el
partido del Presidente.
El que ahora ocupa la silla de Juárez en Palacio
Nacional, tiene clara idea para qué sirve la política, conoce sus alcances y su
perspectiva. Podría anticiparse que permitirá a los aspirantes con
posibilidades reales, de ir construyendo su proyecto de cara a la sucesión. No
sería un signo de debilidad por que hasta ahora ha mostrado pericia en el
control de las circunstancias.
Para el “Güero Velasco” es la oportunidad de oro. Aunque
inteligente y bien preparado, su cocimiento político tendrá que ser a “fuego
lento”, sin demasiada levadura que lo pudiera esponjar descomunalmente.
El éxito de un político no es una cuestión de
edades. Don Jesús Reyes Heroles hablaba de los jóvenes que piensan como viejos,
y de aquellos viejos que nunca pensaron como jóvenes.
José Fouché escribió que “El aplauso constante hace
insensible al político, lo aleja de la realidad. Desde la altura de la torre de
marfil del Poder, el gobernante no conoce otra cosa que la sonrisa de sus
subordinados y su peligrosa complacencia”.
Una clara señal que dibujara el destino nacional de
Manuel Velasco Coello, sería su incorporación al Gabinete peñista, por ahí de
la segunda mitad del sexenio.
alaraplatas@hotmail.com
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