¡Bienvenido don César!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Señor César del Ángel, quiero expresarle mi admiración plena a su liderazgo, no sin antes, reconocer que estaba equivocado respecto a su persona.
Desde que llegué a Xalapa, y de eso tiene más de la mitad de mis 44 años, recuerdo que durante una manifestación que realizó en la Plaza Lerdo y Parque Juárez, tuvo en jaque a las autoridades hasta que éstas, en un desalojo nocturno, se los llevaron lejos de aquí... también recuerdo que tardó varios días en desaparecer el olor a pipí concentrado en el viaducto que cruza bajo el parque Juárez... Beto Gato lo bautizó entonces como “miaducto”.
Sé, sin que me conste, que su actividad “política” no es de por 1990, cuando me entero de su existencia, sino que va más atrás, allá por 1969 y tiene origen en Guerrero, justo en esa lucha de poder en la Unión Regional de Productores de Copra... donde por cierto hubo mucho copro de su parte y lamentablemente varios muertos y un centenar de heridos...
Los argumentos de su lucha han sido variopintos aunque en los inicios de su movimiento llamado Los 400 Pueblos, usted argumentaba que quería “tierras para sembrar” aunque lo único que sembraba en aquella época era terror ante la invasión de varios ranchos en el norte del estado.
Esas tierras para sembrar pasaron a tierras para crear colonias irregulares vendidas a buen precio.
Recuerdo cuando fue encarcelado en el cuatrienio de Dante Delgado que, justo es de reconocer, no le tembló la mano para hacerlo. Los xalapeños, en ese entonces, aplaudieron el valor del mandatario estatal aunque los motivos de su encarcelamiento no fue por lo ocurrido en la Plaza Lerdo en 1990, sino por el homicidio del propietario del rancho El Saladero, allá en Tamalín.
Sale de la cárcel en el gobierno de Patricio Chirinos y nuevamente es encarcelado cuando su hijo Marcos es sorprendido en estado de ebriedad y con un arsenal... y entonces las autoridades se dieron cuenta que usted no iba al juzgado a firmar y fue nuevamente entambado.
Con Miguel Alemán conoció la libertad y Chichicaxtle, municipio de Tihuatlán, también lo conoció a usted... su actividad en esa zona dejó muertos y desplazados.
Recuerdo que un día descubrió que todas las cosas malas que le ocurrieron a usted y a sus 400 Pueblos tenían un génesis: Yunes Linares y fue un buen pretexto para que, durante muchos años, Xalapa fuera ridiculizada por sus huestes.
Creo que fue en Coatepec donde Miguel Ángel Yunes Linares fue atosigado por su gente totalmente desnuda.
Su espíritu por la justicia lo llevó a crear una cosa que hace llamar “Comicción de la Verdad” lo que le da otro excelente pretexto para venir cuantas veces quiera a Xalapa y hacer y deshacer sin que nadie se atreva a molestarlo.
Debo reconocerlo: ¡Tiene huevos! Suficientes para ir a la casa de periodistas como Claudia Guerrero y aventarlos a sus ventanas.
Pero también debo aceptar que todos estos más de 20 años que he vivido criticándolo, señalándolo, juzgándolo y anatematizándolo, he estado equivocado... vamos, no veo de otro modo que siga usted llegando cuantas veces quiera a Xalapa con sus huestes, tome las calles, nos honre con un espectáculo carente de dignidad y rico en depresión humana, y además, no haya autoridad alguna que lo ponga en su lugar... eso no tiene otra explicación más que la de evidenciar que yo, y cualquier otro xalapeño que se encabrone cada vez que queda atrapado en su “full monty de petatiux” en pleno centro de Xalapa, estamos equivocados.
Así que, en lo particular, y en vista de que 20 años quejándose de su presencia en Xalapa no sirve para nada, no queda más que decirle: ¡Pase a la ciudad junto con su gente! ¡Encuérense! ¡Bailen! ¡ensucien! ¡hagan caos! ¡Bienvenido, don César del Angel! ¡Ya lo extrañábamos!