miércoles, 24 de abril de 2013

¡Ojo, Marcelo!

Salvador Muñoz
Los Politicos

Estoy aún reposando el triunfo del Dortmund sobre el Real Madrid cuando recibo una llamada al celular... es mi vecino de Jardines de Xalapa quien me dice que hay unos obreros intentando hacer trabajos sobre el arco que da acceso a la unidad habitacional... amenazan mis vecinos de bloquear la Lázaro Cárdenas si continúan con ello.
Ni modo, la solidaridad vecinal y comunitaria me llaman y le miento a mi “modorra” que ya me esperaba para disfrutar la tarde fría a mi lado... “regresaré” aunque no sé si ella sepa que es una mentira. Salgo y cruzo avenidas y calles hasta que llego al punto: Justo enfrente del Congreso del Estado, al otro lado de la Lázaro Cárdenas, veo a tres o cuatro damas... son mis vecinas. Me identifico y pido que me informen de lo que acontece.
No hay una certeza clara pero temen que ocurra la misma intención que hubo cuando Vicho Velasco Chedraui gobernaba: Abrir un paso vehicular sobre el de servidumbre y dar acceso tanto a vehículos para que circulen hacia el Sumidero como al estacionamiento y bodega de Walmart.
—¡Mire! Ya quitaron la parada de autobús... y habían empezado con el macetero— pero lo impidieron... la unión (de vecinos) hace la fuerza.
Efectivamente... sobre la avenida, un tramo de banqueta que corresponde a un terreno de la señora Riaño (así la identifican) carecía de losa y el macetero presentaba en una esquina, golpes de marro o cincel.
Me comunico al Ayuntamiento donde la jefa de prensa Vicky Hernández, escucha como siempre con paciencia mis comentarios, quejas, reclamos y demás enseres propios de un vecino que tiene el privilegio de un contacto directo con ella.
¡Se sorprende! Coincidentemente, me dice, tiene al director de Obras Públicas allí y está igual que ella... ¡no saben nada al respecto de una obra sobre la entrada por Lázaro Cárdenas hacia la unidad Jardines de Xalapa! pero me dice que ha de investigar.
Me acerco a las vecinas y les expongo que el Ayuntamiento rechaza cualquier intención de obra vehicular sobre la unidad.
Entonces se acercan dos hombres... uno de ellos se dice el encargado de la obra y explica que se trata de hacer una especie de “embellecimiento urbano” que, aunque suena a Elizabeth Morales, todo indica que la obra tiene que ver con el reencarpetado de la avenida Lázaro Cárdenas.
Explica que se pretende quitar tanto el arco como la pared colindante a un edificio del Poder Judicial. La razón que explica es lógica: Dicha pared se vuelve un peligro pues se puede convertir en refugio de todo, desde enamorados sin centavos para un hotel o para acechadores de futuros asaltados. Deja en claro que no será paso para vehículos.
No es nuevo por estos nuestros rumbos ambos casos. Atrás de Walmart ambos sucesos son cotidianos.
Las palabras del encargado de Obras no convencen a los vecinos por lo que proponen algo muy simple: No tocar ni arco ni pared hasta que este jueves, en punto de las cuatro, enseñen el proyecto, ya sea en maqueta o dibujitos. Si los convence, adelante (dijera Duarte) con la obra; si no, a otro lado llevarán los recursos.
Ambas partes, vecinos y el encargado de la obra, se retiran. De todo esto, sólo me queda en claro una cosa: ese vacío entre autoridades y gobernados. Los primeros, por no dar a conocer sus acciones a los interesados; los segundos, tener reacciones para ser tomados en cuenta por sus autoridades. ¡Ojo Marcelo Montiel!

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