miércoles, 22 de mayo de 2013

Gallo o pato

Salvador Muñoz
Los Políticos

Uno, dos, tres y pasaban indiferentes... se veía espantada, cansada, quizás hasta deshidratada... se replegaba a la pared ante el paso de los carros que subían Huizache para cruzar la vía. Bajo mi velocidad y me acerco con la moto a una prudente distancia de ella tratando de no espantarla. Me ve y percibo que jadea... bueno, no sé si jadea, pero es la única acepción que conozco para lo que creo sufría en ese momento. Me apeo y sí, quedé un poco mal estacionado sobre esa avenida hace poco inaugurada por Ely (comercialote)...
¡Cloc, cloc, cloc! le empiezo a hacer y ella pone atención a mi sonido. Saco mi botella de agua y un recipiente que traigo para casos de emergencia canina. Sirvo un poco y se la ofrezco pero ya se refugió a un costado de mi moto. Insisto: ¡Jadea! hago más ¡Clo-clós! y al parecer se tranquiliza o se acostumbra pronto a mi presencia. Pasa un muchacho al otro lado de la calle y le pido ayuda:
—Sólo tápale la salida y yo la agarro... nada más esperamos que pasen los autos— le indico.
Y así, tapándole la salida ese muchacho y yo medio recostándome en la llanta de mi moto, acerco mi mano a su cabeza. Mi dedo la acaricia y ella lo acepta. Bajo mi mano por su cuello y ejerzo suave presión sobre su cuerpo... ¡ya la tengo!
El muchacho se despide, sonriente. ¿Y qué hago yo, a media avenida con una gallina?

II
Este miércoles arrancaron las campañas para diputados locales... de eso me acordaba mientras acariciaba el plumaje de mi gallina. Vi a David Velasco en un espectacular con algo sobre la paz... ¡huy! ¿cómo no se me ocurrió a mí? ¡Sería un hitazo en cualquier país que libre una guerra civil! Volteo a todos lados y veo a lo lejos los tres puestos de venta de pollo... “No, gallinita; no te entregaría a ellos”... También recuerdo a Tere Bernal y no sé si leí bien que su eslogan de campaña es algo como “Generando Bienestar”... ¿Será? Espero haber leído mal porque si no es así, pareciera que quien promueve su campaña es Gerardo Buganza... G y B... En el Puerto, sé que Anilú inició su campaña a medianoche con paliacate de por medio... ¿eh? No, no confunda... no me refiero a ese “paliacate”, sino al hermoso pañuelo rojo, distintivo de los jarochos... y de don Fernando Gutiérrez Barrios... al parecer Tonatiuh Pola y Ramón Poo igual tendrán su paliacate, como identidad de campaña. ¡Me gusta! Desconozco si Raúl Zarrabal y Pazos Navarrete igual lo usarán... ¿Pazos y la gallina? ¿Me acordé de un chiste o estoy desvariando por el calor con una emplumada en medio de la avenida?

III
Llega un asesor con un pato entre sus brazos, así como yo tenía a mi gallina y se dirige al mandamás del partido más poderoso del reino (je... es un chiste, recuerden).
—Señor, traigo un gallo que puede competir en estas elecciones contra cualquier otro gallo que se le ponga enfrente con la seguridad de que habrá de ganar la contienda...
Los consejeros del mandamás, en cuanto vieron y oyeron eso, se dijeron entre sí: ¡Qué pendejo! Trae un pato ¡no un gallo!
Sin embargo, se sorprendieron cuando el Mandamás los manda a llamar y les dice: “¡Vamos a apostar todo por este gallo!”
—Pero... señor... este no es...
—¡Vamos a apostar todo por este gallo!— endureció la voz el mandamás mientras los consejeros se alejaban asintiendo con la cabeza mientras murmuraban entre dientes: “Si el asesor es un pendejo, más pendejo el mandamás”...
Y así, llevaron al Pato a enfrentarse al más fiero de los gallos que tenía unos pinches espolones, un pico curvo y filoso como garra de águila del América y un haber de muchos emplumados mandados a la rosticería tras haberse enfrentado a él.
Y el pinche Pato, tranquilo, sereno, volteando a todos lados, ¡y comenzaron las apuestas y los consejeros llorando ante lo que era una evidente derrota para su Mandamás... “¿Qué pendejo va a apostar en esta pelea por un Pato?” se preguntaban, cuando por allí, uno, dos, tres le apostaron al Pato... los consejeros se rieron... no era nada más el asesor... no era nada más el Mandamás... había por ahí otros tres ¡igual de pendejos! ¿Saben quién ganó la pelea?
IV
Mientras estaba en esa avenida con la gallina entre mis brazos, se me ocurrió que, del otro lado de la calle, bien pudiera estar su dueño... pero tenía mal estacionada la moto... y unos 150 kilos o más manejados con una mano ¡está cabrón! pasó un señor, de aspecto corpulento, y pedí que me moviera la moto más cerca del camellón y así lo hizo... más tranquilo, fui al otro lado de la calle y vi a una viejita y de inmediato, con mi gallina en brazos, le pregunté:
—Madre, ¿tienes gallinas?
—Yo no, pero mis vecinos sí, pero no te acerques, porque sus perros son bien bravos...
Con la confianza que da la vecindad, entró a los gritos llamando a una mujer... no recuerdo el nombre. Sonrisa de oreja a oreja, me preguntó dónde la había encontrado... “le decimos la Vaga, siempre se anda saliendo”. La entregué en los brazos y le recomendé que la pusiera en la sombra con un poco de agua... “¡Es bien vaga!” me insistía...
V
Al final de la contienda, victorioso, con un apabullante triunfo, el Pato posaba para las fotos encima de un maltrecho gallo... ¿cómo ganó? No me pregunten... pero muchas veces eso ocurre en las elecciones... las campañas ya iniciaron... ¿tienen a su gallo... o a su pato?... yo, me quedé sin gallina.

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