Zona Franca
Si quiere uno saber qué se trae un político, hay que leerlo al revés. Hay que buscar entre líneas, saber que cuando dice amigo es enemigo, solidaridad es mezquindad, honestidad es corrupción, lealtad es traición. Así son sus reglas y aun cuando algunos tratan de ser congruentes, el sistema los mete al “orden”.
Del jueves 23 para acá, los priistas de Coatzacoalcos viven una novela de medias verdades, de falsos dilemas y de asaltos a la planilla con la que el PRI enfrentará a la oposición en la ya próxima elección municipal. Los jalones y estirones son comunes, las corrientes se imponen unas a otras, los sectores reclaman espacios y sólo ocho son los agraciados: los candidatos a alcalde, síndico y seis regidores que, si gana el PRI, podrán estar en el próximo ayuntamiento. Las otras siete regidurías ni al caso, pues son de las llamadas perdedoras, las que en base a la votación obtenida se le otorgan a los partidos que pierden la contienda.
Esta vez, el grupo encabezado por el ex alcalde Iván Hillman Chapoy convulsionó el ambiente, provocó reajustes, llevó la negociación a un punto de quiebre y de hartazgo en el que obtuvo una posición, la candidatura de una de sus militantes, GenaraYep Guízar, a quien ubicaron en la regiduría quinta.
Hillman había insistido en que Integra, A.C., el grupo que él fundó, tuviera una mejor posición en la planilla que encabeza Joaquín CaballeroRosiñol, y que esa candidatura recayera en su líder formal, el empresario Luis Rendón Martín. La negociación no le favoreció. Los grupos en pugna, principalmente el encabezado por el ex alcalde Marcelo Montiel, padrino de Caballero, le cerró el paso.
Integra mantuvo su espacio y Genara Yep será segura regidora en el próximo ayuntamiento. Luis Rendón supuestamente tronó contra Integra, contra Iván Hillman y contra el PRI. Y así acabó en el brazos del Partido Acción Nacional.
La noche en que se cerraban los registros, el jueves 23, el PAN sorprendió a todos cuando anunció que había propuesto a Luis Rendón y a otro miembro de Integra, José Emilio León Villa, para ocupar la regiduría cuarta, uno como propietario y el otro como suplente.
La tesis que viene manejando Integra es que Luis Rendón rompió con Iván Hillman por no haberlo sostenido en la planilla priista; que el ardor lo hizo renunciar a la presidencia de Integra, y que dejó al PRI por no haber éste valorado sus virtudes.
Lo del rompimiento es a todas luces cuestionable. Rendón es hechura de IvánHillman y durante su alcaldía fue uno de los priistas más favorecidos, ya que según los propios militantes de Integra era proveedor o intermediario para que algunas empresas abastecieran de productos o le brindaran servicios al ayuntamiento.
Desde otro frente, entre el marcelismo y entre otros priistas de a pie, la versión es otra: IvánHillman envió a Luis Rendón y a Emilio León a incrustarse en la planilla del PAN y así provocarle un conflicto al PRI, inclusive, generar las condiciones para una derrota histórica, pues los proyectos auspiciados por Marcelo Montiel nunca han perdido una elección en Coatzacoalcos.
En ese contexto, la apuesta del grupo HillmanRobles es que los operadores de Integra,desde el frente panista, concreten la promoción de voto cruzado para que sus seguidores voten a favor de Gonzalo para la alcaldía (PAN), pero no dejen de hacerlo por Mónica Robles para la diputación (PRI-PVEM).Una práctica que en la política porteña ya es una tradición.
Fuera de los miembros de Integra, nadie en Coatzacoalcos da por cierta la versión del rompimiento de Luis Rendón con Iván Hillman. Los marcelistas, los chagristas, los theurelistasy hasta los panistas y perredistas ven su renuncia a Integra y su inserción en el PAN como una estrategia del ex alcalde Hillmanpara derrotar a Joaquín Caballero y de paso acabar con el mito de Marcelo Montiel.
El asunto no es menor. Lo que entraña enviar a Luis Rendón a enfrentar al PRI en la elección municipal equivale a una traición abierta al tricolor y de paso al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, de quien HillmanChapoy recibió respaldo cuando políticamente había quedado al garete, al término del régimen fidelista.
Iván Hillman se había empeñado en ser secretario de despacho. Presionaba para formar parte del círculo más cercano al gobernador Duarte. Filtró versiones descabelladas de que sería secretario de Gobierno, titular de Desarrollo Social o de la naciente Secretaría de Medio Ambiente. Al final, cuando Duarte cerró la puerta y concluyó el casting, Hillman se vio solo y sin rumbo. Aceptó ser el jefe de la oficina del gobernador, encargado de decidir quién podía tener audiencia con Duarte o acudir a otra instancia.
Eso lo convirtió en gente cercana al gobernador de Veracruz, digno de su confianza y receptor de favores entre los que se cuenta la candidatura de su esposa Mónica Robles Barajas de Hillman a diputada local por Coatzacoalcos Urbano.
Sin embargo, Iván Hillman es persistente y por lo que se observa, desleal. Su insistencia por ver a Luis Rendón convertido en candidato a regidor en la planilla del PRI y el fracaso de su negociación, lo llevaría a urdir un plan de apoyo al PAN en Coatzacoalcos y una traición al partido que en 2005 lo llevó a la alcaldía y al gobernador que lo rescató de la penumbra política.
A Duarte, y sobre todo a su mentor, Fidel Herrera Beltrán, les irrita que el PAN sume adeptos, se fortalezca, ponga al PRI contra las cuerdas y se imponga en la próxima elección. Si el PAN avanza, el Congreso de Veracruz será azul. Si el panismo controla la Legislatura, Duarte y el fidelismo estarán en graves problemas, no sólo políticos sino en riesgo de ir a dar a la cárcel por los múltiples latrocinios que se les saben y los que estarán por venir. Si el PAN gana el Congreso y las principales alcaldías, le habrán fallado, una vez más, al Presidente Enrique Peña Nieto.
Una derrota en Coatzacoalcos, sería catastrófica para el PRI y seguramente la muerte política de Javier Duarte. En el pantano de las ambiciones, a los dirigentes de Integra no les importa ahogarse, y de paso, jalar a quien no los ha dejado irse a pique.
Por eso, cuando suelta la versión de que Luis Rendón traicionó a Integra y se fue al PAN, hay que leerlo al revés, como se debe leer a los políticos. Si dice que Rendón se fue por su voluntad, hay que leer que Hillman lo envió. Si dice que Integra seguirá apoyando al PRI, hay que leer que Integra ya está con el PAN. Si dice que sigue siendo leal a Javier Duarte, hay que leer que lo traicionó.
Y es por eso que a los políticos hay que leerlos al revés. De alguna manera hay que entenderlos.
(romoaya@gmail.com)(@moralesrobert)
Si quiere uno saber qué se trae un político, hay que leerlo al revés. Hay que buscar entre líneas, saber que cuando dice amigo es enemigo, solidaridad es mezquindad, honestidad es corrupción, lealtad es traición. Así son sus reglas y aun cuando algunos tratan de ser congruentes, el sistema los mete al “orden”.
Del jueves 23 para acá, los priistas de Coatzacoalcos viven una novela de medias verdades, de falsos dilemas y de asaltos a la planilla con la que el PRI enfrentará a la oposición en la ya próxima elección municipal. Los jalones y estirones son comunes, las corrientes se imponen unas a otras, los sectores reclaman espacios y sólo ocho son los agraciados: los candidatos a alcalde, síndico y seis regidores que, si gana el PRI, podrán estar en el próximo ayuntamiento. Las otras siete regidurías ni al caso, pues son de las llamadas perdedoras, las que en base a la votación obtenida se le otorgan a los partidos que pierden la contienda.
Esta vez, el grupo encabezado por el ex alcalde Iván Hillman Chapoy convulsionó el ambiente, provocó reajustes, llevó la negociación a un punto de quiebre y de hartazgo en el que obtuvo una posición, la candidatura de una de sus militantes, GenaraYep Guízar, a quien ubicaron en la regiduría quinta.
Hillman había insistido en que Integra, A.C., el grupo que él fundó, tuviera una mejor posición en la planilla que encabeza Joaquín CaballeroRosiñol, y que esa candidatura recayera en su líder formal, el empresario Luis Rendón Martín. La negociación no le favoreció. Los grupos en pugna, principalmente el encabezado por el ex alcalde Marcelo Montiel, padrino de Caballero, le cerró el paso.
Integra mantuvo su espacio y Genara Yep será segura regidora en el próximo ayuntamiento. Luis Rendón supuestamente tronó contra Integra, contra Iván Hillman y contra el PRI. Y así acabó en el brazos del Partido Acción Nacional.
La noche en que se cerraban los registros, el jueves 23, el PAN sorprendió a todos cuando anunció que había propuesto a Luis Rendón y a otro miembro de Integra, José Emilio León Villa, para ocupar la regiduría cuarta, uno como propietario y el otro como suplente.
La tesis que viene manejando Integra es que Luis Rendón rompió con Iván Hillman por no haberlo sostenido en la planilla priista; que el ardor lo hizo renunciar a la presidencia de Integra, y que dejó al PRI por no haber éste valorado sus virtudes.
Lo del rompimiento es a todas luces cuestionable. Rendón es hechura de IvánHillman y durante su alcaldía fue uno de los priistas más favorecidos, ya que según los propios militantes de Integra era proveedor o intermediario para que algunas empresas abastecieran de productos o le brindaran servicios al ayuntamiento.
Desde otro frente, entre el marcelismo y entre otros priistas de a pie, la versión es otra: IvánHillman envió a Luis Rendón y a Emilio León a incrustarse en la planilla del PAN y así provocarle un conflicto al PRI, inclusive, generar las condiciones para una derrota histórica, pues los proyectos auspiciados por Marcelo Montiel nunca han perdido una elección en Coatzacoalcos.
En ese contexto, la apuesta del grupo HillmanRobles es que los operadores de Integra,desde el frente panista, concreten la promoción de voto cruzado para que sus seguidores voten a favor de Gonzalo para la alcaldía (PAN), pero no dejen de hacerlo por Mónica Robles para la diputación (PRI-PVEM).Una práctica que en la política porteña ya es una tradición.
Fuera de los miembros de Integra, nadie en Coatzacoalcos da por cierta la versión del rompimiento de Luis Rendón con Iván Hillman. Los marcelistas, los chagristas, los theurelistasy hasta los panistas y perredistas ven su renuncia a Integra y su inserción en el PAN como una estrategia del ex alcalde Hillmanpara derrotar a Joaquín Caballero y de paso acabar con el mito de Marcelo Montiel.
El asunto no es menor. Lo que entraña enviar a Luis Rendón a enfrentar al PRI en la elección municipal equivale a una traición abierta al tricolor y de paso al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, de quien HillmanChapoy recibió respaldo cuando políticamente había quedado al garete, al término del régimen fidelista.
Iván Hillman se había empeñado en ser secretario de despacho. Presionaba para formar parte del círculo más cercano al gobernador Duarte. Filtró versiones descabelladas de que sería secretario de Gobierno, titular de Desarrollo Social o de la naciente Secretaría de Medio Ambiente. Al final, cuando Duarte cerró la puerta y concluyó el casting, Hillman se vio solo y sin rumbo. Aceptó ser el jefe de la oficina del gobernador, encargado de decidir quién podía tener audiencia con Duarte o acudir a otra instancia.
Eso lo convirtió en gente cercana al gobernador de Veracruz, digno de su confianza y receptor de favores entre los que se cuenta la candidatura de su esposa Mónica Robles Barajas de Hillman a diputada local por Coatzacoalcos Urbano.
Sin embargo, Iván Hillman es persistente y por lo que se observa, desleal. Su insistencia por ver a Luis Rendón convertido en candidato a regidor en la planilla del PRI y el fracaso de su negociación, lo llevaría a urdir un plan de apoyo al PAN en Coatzacoalcos y una traición al partido que en 2005 lo llevó a la alcaldía y al gobernador que lo rescató de la penumbra política.
A Duarte, y sobre todo a su mentor, Fidel Herrera Beltrán, les irrita que el PAN sume adeptos, se fortalezca, ponga al PRI contra las cuerdas y se imponga en la próxima elección. Si el PAN avanza, el Congreso de Veracruz será azul. Si el panismo controla la Legislatura, Duarte y el fidelismo estarán en graves problemas, no sólo políticos sino en riesgo de ir a dar a la cárcel por los múltiples latrocinios que se les saben y los que estarán por venir. Si el PAN gana el Congreso y las principales alcaldías, le habrán fallado, una vez más, al Presidente Enrique Peña Nieto.
Una derrota en Coatzacoalcos, sería catastrófica para el PRI y seguramente la muerte política de Javier Duarte. En el pantano de las ambiciones, a los dirigentes de Integra no les importa ahogarse, y de paso, jalar a quien no los ha dejado irse a pique.
Por eso, cuando suelta la versión de que Luis Rendón traicionó a Integra y se fue al PAN, hay que leerlo al revés, como se debe leer a los políticos. Si dice que Rendón se fue por su voluntad, hay que leer que Hillman lo envió. Si dice que Integra seguirá apoyando al PRI, hay que leer que Integra ya está con el PAN. Si dice que sigue siendo leal a Javier Duarte, hay que leer que lo traicionó.
Y es por eso que a los políticos hay que leerlos al revés. De alguna manera hay que entenderlos.
(romoaya@gmail.com)(@moralesrobert)
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