¡Vaya estadísticas!

Brenda Caballero

Números Rojos

 

Cifras, números, lugares, es lo que últimamente leemos en los medios acerca de nuestro país.

Hace aproximadamente veinte días, el Inegi, de acuerdo a su encuesta nacional de ingresos y gastos, daba a conocer datos, a pesar que es costumbre de nuestro gobierno ocultarlos: México es un país de clase baja con 13 millones de pobres extremos.

¿Espantarnos? No… ya lo sabíamos. Cada vez que compramos la despensa nos damos cuenta, pues hemos perdido nuestro poder adquisitivo... el dinero rinde menos.

Lo que espanta e indigna es la distribución de la riqueza, al grado que tenemos 15 multimillonarios, 5 de ellos estrenados en la lista de Forbes en 2013 contra un 59.13 por ciento de mexicanos de clase baja. En otras palabras, 6 mexicanos son de clase baja, 3 de clase media por uno de clase alta.

Ahora que si trasladáramos los datos a las reservas del Banco de México, la fortuna de los 15 empresarios más ricos del país equivale al 90 por ciento de sus reservas. ¡Ahhh! pero de esos cinco multimillonarios, tres son socios de Femsa, mejor conocida como Coca-Cola y uno más tiene relación con la Pepsico.

Pero la cosa no queda allí... se complica más al saber que de los 34 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México está en el top 3 de jóvenes que ni estudian ni trabajan, mejor conocidos como Ninis, tan sólo debajo de Turquía e Israel.

Realmente ésta es una situación preocupante, si contemplamos que esos jóvenes, entre 15 y 29 años, serán los que sostengan la economía del mañana ¿de qué van a trabajar? ¿Por qué no estudian?

Según las estadísticas, nuestro país invierte en educación el 6.2 por ciento de su Producto Interno Bruto, siendo el 83.1 por ciento para sueldos de maestros y exámenes. Bueno, creo que exageré: realmente México no invierte en educación, sino en pagar sueldos a docentes y administrativos.

Tristemente, la mayoría de los jóvenes no estudian porque no hay un mercado laboral atractivo, los sueldos son raquíticos y carecen de prestaciones laborales, siendo una muy importante la seguridad social, pues el 59.22 por ciento carece de ella.

Consecuencia de todo esto, da igual a que en los últimos años, según el Reporte Mundial de Drogas 2013, México se convirtió en el segundo productor a nivel mundial de opio y heroína,  ganándole a Afganistán, país al que empató en producción de mariguana, sólo detrás de Marruecos.

Con todos esos antecedentes ¿imagina Usted la bomba de tiempo que tenemos?

Esto es como una ecuación: Más drogas, más Ninis, menos empleos, igual a Bolsa de Trabajo del Narco. Y es que a estos chicos, como no tienen trabajo, nadie los capacita y como no están en la escuela, nadie los atiende.

Apenas la semana pasada, José Narro, director de la UNAM, expresó que México se arrepentiría gravemente si no atendía el problema de los Ninis.

Muchos hablan de solucionarlo con políticas públicas; otros, con reformas como la educativa y la hacendaria; sin embargo, a mi juicio, el problema no se solucionará a menos que se legalicen las drogas... seguramente habría más empleos con ese segundo lugar que tenemos; se emplearían másNinis, mejorarían los sueldos, y en cada año siguiente, se incorporarían más multimillonarios a la lista de Forbes.

 

Email: caballero_brenda@hotmail.com