miércoles, 31 de julio de 2013

De pobres a pobres

Brenda Caballero
Números Rojos

A unos cuantos días de regresar a trabajar, y en virtud de comprar algunas cosas en el centro de la capital, decidimos aventurarnos a tal hazaña. Aun cuando la ciudad en esta época se vuelve intransitable, al grado de que para avanzar una cuadra es necesario que pasen como diez semáforos en verde. Mi hermana comenta ¿no iniciaba hoy un día sin autobuses de transporte público? Es correcto, sin embargo esa medida no parece resolver el problema.
Por fin logramos dejar el auto en un estacionamiento y caminar un poco. A nuestro paso, una familia (papá, mamá e hijo), con aspecto indígena, pide limosna, a un costado de los locales comerciales.
En lo particular, no acostumbro a dar limosna cuando veo que pueden trabajar, pero… ¿en qué? me pregunto, si hasta los que terminan de estudiar una carrera ¡están desempleados!
Sin pensarlo dos veces comparto unas monedas con aquellos invisibles ante la sociedad y el gobierno. Extienden su mano y me dan las gracias, les sonrío mientras avanzo y pienso lo que leía hace unos días: “Si no sales en video, no existes”. ¡¡¡Otra cosa sería si esa misma familia saliera en you toube!!! Tendría incondicional apoyo del gobierno en turno, aparte de que a lo mejor becaran a al niño para que estudiara.
Hace unos días, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) daba el informe de pobreza ¿algo nuevo? Nada. Lo que se esperaba: más pobres, medio millón más. ¡Ah! pero se redujo la pobreza extrema en 1.5 millones, ¡si los pobres extremos, ahora son pobres normales!
Aunque si hacemos cuentas, no me cuadra. ¿Por qué sólo aumentó medio millón de pobres, cuando los pobres extremos se redujeron en millón y medio? ¿se volvieron clase media? O peor aún ¿desaparecieron? La lógica explica que subirían de estrato o nivel, pero que seguirían siendo pobres, porque a mí no me engañan, no creo que con esta situación en que vivimos y con los sueldos paupérrimos que tenemos, algunos pobres se hayan convertido en clase media, porque si es así, tristemente he de aceptar que el crimen organizado ¡sí deja!
Y si no me cree, ¿Por qué hacen ajustes al crecimiento económico del país? ¿Por qué manifiestan que hay muchos empleos informales?
Según el mismo informe, la pobreza se da porque aumentó la falta de acceso a la seguridad social y el ingreso bajó. Creo que faltó allí aumentar ¡los alimentos están por las nubes, y el gas y la gasolina, la educación, los medicamentos, el agua, la luz, la vivienda, etcétera, etcétera!
Con todas esas variables, ¡por supuesto que más de la mitad del país es pobre y la clase media corre un alto riesgo de serlo!
Ante tales cifras, de inmediato respondió el gobierno de Kike Peña a través de su Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien afirmó en palabras más palabras menos, que esas cifras de pobreza se combatirán con la aprobación de Reformas como la Energética y la Hacendaria. ¡Quéee!
¡Oh por Dios! dijera mi sobrino, mientras agarra su cabecita. ¡De dónde sacan semejante barbaridad! ¿Si pagamos más impuestos, habrá menos pobres? Pues si consideramos que a la clase media es a la que se le cargan, tal parece que habrá más pobres.
Por supuesto que los gobernantes defienden esa postura de recaudación para aplicarla en programas sociales y darle a los que menos tienen (a los pobres extremos) para que sus hijos vayan a la escuela y su familia se alimente. Aunque esas medidas sólo reducen la pobreza extrema, no ayudan a los pobres, pues sólo dan dinero, no ofrecen un trabajo permanente para que ellos mismos se puedan valer en un futuro por sí mismos, generando sólo así una carga humanitaria y un beneficio para los gobiernos en turno en épocas electorales.
Es increíble que esos programas sociales otorguen cierta cantidad de dinero por los hijos que tienen, cuando se debieran implementar medidas de educación para concientizarlos y evitar su reproducción a través de diversas medidas de salud pues tristemente un pobre sólo puede tener otro pobre ¿Por qué no implementar una producción comunitaria?
Las cifras de pobreza están dadas, las medidas de acción propuestas, solo falta que esa combinación funcione y lo veremos hasta el próximo reporte del Coneval.
Mientras tanto, a mí no me engañan con cifras, creo más en lo que mis ojos ven todos los días, cuando camino por las calles, cuando paso por un crucero y cuando saco cada peso de mi bolsillo.

Email: caballero_brenda@hotmail.com

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