miércoles, 31 de julio de 2013

¿La papa es primero?

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Voy a intentar ser breve, por aquello de que lo bueno si breve dos veces bueno, aunque alabanza en boca propia es vituperio, pero dije “voy a intentar”, porque generalmente me da por la divagación, la verborrea escrita, la “palabrería hablada” no es lo mío, por eso no soy abogado ni político ni… Bla, bla, bla… Sí, detengo mi carro y al meollo del asunto.
 Pos nada, que da gusto la asistencia y participación entusiasta en la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil 2013, lo malo es que, la verdad, no hay mucha lana para comprar, muchos vamos y nos paseamos como los chinitos, nomás milando. ¡Qué le vamos a hacer! ¡La papa es primero! Alguien diría que primero las chelas…
 Ya se sabe, cada año las cifras varían, pero de que leemos poco, leemos poco. Miren si no, que hace unos días Parametría publicó en su página los resultados de la encuesta que realizó “Hábitos de lectura en México, sin cambios positivos”, donde se lee: “Es bien conocido que en nuestro país los índices de lectura están muy por debajo de lo registrado por otras naciones. El promedio de lectura de los mexicanos es de 2.9 libros por año, mientras que en países como España esa cifra llega a 7.5 libros, los alemanes leen en promedio 12 libros anualmente”. Pa su mecha…
Parametría agrega: “La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) realizó un índice de lectura, en el cual de una lista de 108 naciones, México ocupaba el penúltimo lugar. Los datos en el tiempo parecen no mostrar mejorías en el tema: 49 % de los entrevistados en vivienda por Parametría en mayo de 2013 dijeron no dedicar nada de tiempo en la última semana a leer un libro, en cambio 52 % pasó más de cinco horas viendo la televisión. El 20 % dijo dedicar entre una y tres horas a la semana para leer un libro. Escuchar la radio o ver televisión son actividades que hacen más comúnmente los mexicanos en comparación con la lectura”. ¿Será?
Por mi parte, debo informales, mis queridas y queridos fans, que los dejaré unos cuantos días sin el gusto de leer mi columna, porque intentaré alejarme un poco de tanto barullo informativo y dedicarme a leer unos cuantos libros, para ver si las estadísticas de lectura de los mexicanos mejoran… vaya, que pondré mi granito de arena. Faltaba más, faltaba menos… Nos “conectamos” pronto, unos cuantos días nomás… A ver si se me hace tomar unas “vagaciones” pa’ descansar tantito, porque el arte del descanso es una parte del arte de trabajar, expresara John Ernst Steinbeck, porque bien es sabido que descansar demasiado es oxidarse, mencionara Walter Scout, o lo que es lo mismo, a descansar cuando me muera, dijera mi madre.
Lo dicho, generalmente me da por la verborrea escrita…

De cinismo y anexas
Umberto Mazzei escribió en su artículo “Los magos de la mentira”: “Desde el siglo XX, controlar la información sin usar constricción formal, para limitar el alcance de la mente y del espíritu, obsesiona a los ambiciosos del lucro desmedido, como los llamó Adam Smith. Fue en Estados Unidos donde se elaboró el modelo. Allí se redujo al mínimo en la educación media –la de la masa– la enseñanza de temas humanísticos, como la historia, la geografía o la filosofía, que son la referencia del pensamiento crítico. La idea es impartir sólo el conocimiento necesario para que el trabajador sea útil, pero ignorante en lo político. Eso permite forjar en la mente de las mayorías una visión del mundo alejada de la verdad, pero que la orienta según convenga a la ambición de los dirigentes. El truco sirve también a gobiernos que sin alharaca electoral tienen una clase dirigente visible, pero es en las democracias donde es más útil, porque allí los que de verdad mandan se ven poco, pero usan la propaganda engañosa para promover a sus títeres en los carnavales electorales”.

Por lo pronto, ahí se ven.




Hasta la próxima

jarl63@yahoo.com.mx

No hay comentarios: