Los Políticos
Achacan al presidente Díaz Ordaz una frase a sus colaboradores: “Roben, pero si los sorprendo, ¡los chingo!”
No sé en qué momento se pasó de la Demagogia Política al Cinismo Político... quizás pueda atribuirse en un momento dado a frases como “Ni los veo ni los oigo” o más próximas como “¿Y yo por qué?”
Pero son muchos los detalles, las pistas, las obviedades que nos dicen que nuestros funcionarios o políticos incurren en cinismo, como ver el servilismo del “perredista” al gobierno en turno o el del partido satélite a las órdenes del partido poderoso, por citar algo sin dejar pasar que a la mayoría de nuestros servidores públicos se les olvida que hay algo que difícilmente se puede ocultar, esconder, tapar: el amor, el dinero o lo pendejo.
Así, podemos ver a aquel político que viajaba en un “vochito”, hoy se traslada en camioneta de lujo teniendo hasta otras dos en su nueva casa...
O aquél que vivía en casa de interés social, hoy tiene residencia en el fraccionamiento Las Animas... o el otro funcionario que pedía fiado en Dauzón, que hasta en su oficina iban a cobrarle, hoy se dice el Superasesor del Gobernador... o aquél que cuando no veía el fin de mes, lanzaba a los cuatro vientos su frase: “Dejad que los contribuyentes se acerquen a mí”...
O como Alfredo Niño Flores, nuevo enlace administrativo en la Sub, quien encontró “saqueada” la oficina, pues toda la papelería que había en existencia desapareció... ¡Quince cajas salieron!, bueno, hasta los vasos desechables se llevaron, entre otras cosas, como algunas computadoras impresoras, cajas de galletas... el escritorio se quedó porque está inventariado si no, igual se lo hubieran llevado.
O esa Smart TV de 80 pulgadas que entró a Palacio de Gobierno... ¡vamos! Tan fácil era haberla mandado a la casa de Salvador y pedir que a la medianoche la llevara a la oficina...
Por ello, para evitar que incurran en el Cinismo político, deben acercarse a los viejos políticos para escucharlos y aprenderles que en esta carrera, la Apariencia es primordial...
¡Vamos! todo Político debe aparentar tener estudios, doctorados, maestrías, diplomados... aunque su educación esté por los suelos.
Todo Político debe aparentar ser honesto... aunque tenga que mentir.
Todo Político debe aparentar ser honrado... pero que nunca le cachen robando.
Todo Político debe aparentar eficiencia... aunque para ello tenga a alguien que realmente haga el trabajo...
Todo Político debe aparentar Conocimiento de Causa... aunque ni puta idea tenga de lo que ello signifique...
Todo Político debe aparentar amabilidad ante la ciudadanía... aunque dentro de la oficina, tras las puertas, sea un patán.
Todo Político debe aparentar abanderar luchas sociales... aunque realmente las desprecie.
Todo Político debe aparentar ser capaz de resolver cualquier problema... aunque realmente agarre de pendejo tanto a la gente que tiene el problema como a su jefe inmediato...
Todo Político debe aparentar ser amigo de todos... aunque realmente le será fiel a sus intereses...
Sí... ¡Hay que cuidar las apariencias! regla primordial en el político viejo que sabe del valor de la demagogia pero que el joven político confunde con cinismo.
Achacan al presidente Díaz Ordaz una frase a sus colaboradores: “Roben, pero si los sorprendo, ¡los chingo!”
No sé en qué momento se pasó de la Demagogia Política al Cinismo Político... quizás pueda atribuirse en un momento dado a frases como “Ni los veo ni los oigo” o más próximas como “¿Y yo por qué?”
Pero son muchos los detalles, las pistas, las obviedades que nos dicen que nuestros funcionarios o políticos incurren en cinismo, como ver el servilismo del “perredista” al gobierno en turno o el del partido satélite a las órdenes del partido poderoso, por citar algo sin dejar pasar que a la mayoría de nuestros servidores públicos se les olvida que hay algo que difícilmente se puede ocultar, esconder, tapar: el amor, el dinero o lo pendejo.
Así, podemos ver a aquel político que viajaba en un “vochito”, hoy se traslada en camioneta de lujo teniendo hasta otras dos en su nueva casa...
O aquél que vivía en casa de interés social, hoy tiene residencia en el fraccionamiento Las Animas... o el otro funcionario que pedía fiado en Dauzón, que hasta en su oficina iban a cobrarle, hoy se dice el Superasesor del Gobernador... o aquél que cuando no veía el fin de mes, lanzaba a los cuatro vientos su frase: “Dejad que los contribuyentes se acerquen a mí”...
O como Alfredo Niño Flores, nuevo enlace administrativo en la Sub, quien encontró “saqueada” la oficina, pues toda la papelería que había en existencia desapareció... ¡Quince cajas salieron!, bueno, hasta los vasos desechables se llevaron, entre otras cosas, como algunas computadoras impresoras, cajas de galletas... el escritorio se quedó porque está inventariado si no, igual se lo hubieran llevado.
O esa Smart TV de 80 pulgadas que entró a Palacio de Gobierno... ¡vamos! Tan fácil era haberla mandado a la casa de Salvador y pedir que a la medianoche la llevara a la oficina...
Por ello, para evitar que incurran en el Cinismo político, deben acercarse a los viejos políticos para escucharlos y aprenderles que en esta carrera, la Apariencia es primordial...
¡Vamos! todo Político debe aparentar tener estudios, doctorados, maestrías, diplomados... aunque su educación esté por los suelos.
Todo Político debe aparentar ser honesto... aunque tenga que mentir.
Todo Político debe aparentar ser honrado... pero que nunca le cachen robando.
Todo Político debe aparentar eficiencia... aunque para ello tenga a alguien que realmente haga el trabajo...
Todo Político debe aparentar Conocimiento de Causa... aunque ni puta idea tenga de lo que ello signifique...
Todo Político debe aparentar amabilidad ante la ciudadanía... aunque dentro de la oficina, tras las puertas, sea un patán.
Todo Político debe aparentar abanderar luchas sociales... aunque realmente las desprecie.
Todo Político debe aparentar ser capaz de resolver cualquier problema... aunque realmente agarre de pendejo tanto a la gente que tiene el problema como a su jefe inmediato...
Todo Político debe aparentar ser amigo de todos... aunque realmente le será fiel a sus intereses...
Sí... ¡Hay que cuidar las apariencias! regla primordial en el político viejo que sabe del valor de la demagogia pero que el joven político confunde con cinismo.
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