jueves, 15 de agosto de 2013

Falta Salvador Manzur

Salvador Muñoz
Los Políticos

Veamos... veamos... ¿Erick Lagos? ¡Presente!... ¿Alberto Silva? ¡Presente!... ¿Jorge Carvallo? ¡Presente!... ¿Julio Cerecedo? ¡Presente!... ¿Fernando Charleston? ¡Presente!... ¿Salvador Manzur? ¿Salvador Manzur?
La respuesta lógica e inmediata en una escuela sería “faltó”... en la lógica política, la respuesta sería “¡Falta!”
Los citados no son más que un grupo de políticos cuya génesis tiene un tronco común. Es claro que a algunos los une algo más que su nacimiento político, y es innegable citar la palabra “Amistad”. Otros, es claro, no son amigos pero cuando no se es amigo entra en función la esencia que les heredó su creador: la política.
Para nadie es un secreto que en el anterior sexenio, el gobierno estaba dividido en dos: Los Duartistas y los Carvallistas.
Los primeros, con camino hecho a fuerza de barbechar y con la mira puesta en el ascenso político... los segundos, considerados el ala intelectual y apegada y pegada al altiplano, con las ligas mayores.
El tiempo y el poder los ha unido. Los predilectos de su creador se asoman en la cúspide, quizás unos más destacados; y otros, apenas si asoman la nariz “respingadita” pero han entendido que lo que ayer los separaba, los debilitaba. Hoy, se fortalecen.
Por eso, todos ellos ahora se envuelven y desenvuelven en torno a un proyecto que está a punto de llegar a la mitad de su camino: Javier Duarte de Ochoa, el imán que hoy los une a todos... bueno, a casi todos, porque como dijimos al principio, Salvador Manzur “faltó”... o mejor dicho “falta”.
Que conste... cuando uno refiere a “Falta” no es porque haya cometido alguna... bueno, sí, quizás cometió el peor error que un funcionario, un político, un servidor público, puede cometer en estos días: Ser exhibido.
Son sus palabras las que lo estigmatizan pero no los Hechos. Quizás ello es lo que retrasa su incursión al grupo pero que a nadie le quepa la menor duda de que Salvador Manzur, el tocayo, más temprano que tarde, habrá de integrarse.
Muchos apuestan a que vaya a la dirigencia estatal del PRI. Un punto de vista: Cualquier otro lugar, menos allí, ¡por salud política! Quizás los ejemplos sean vulgares pero el más simple sería “poner la Iglesia en manos de Lutero” o el peor, “Encargar al niño con el vecino pederasta”.
No se trata de ser “contreras”, o porque encierre en el que escribe una animadversión hacia el tocayo... al contrario. Se ha tenido la oportunidad de conocer a Salvador y siempre hubo en él, una excelente persona y algo que siempre se ha de reconocer, es que ha sido de los pocos políticos que ha abierto la puerta de su casa a su servidor ¡y no para que me saliera!
Es más, se podría afirmar que si se pudiera calificar la calidad como personas de un Javier, Erick, Carvallo, Chava, Alberto, Marlon y Julio, calificarían con 9.
Nomás no los agarre en su papel de políticos... aplican la clásica “fidelinha” con celular al oído y pasan por enmedio de la gente pretextando no poder hablar contigo por atender esa llamada de extrema urgencia... su piel, que debiera ser paquidermis, se vuelve tersa, fina como seda ante el roce de la crítica, sustentada o provocada por elllos mismos o sin fundamento... el nextel o teléfono que no responde... vamos, al final, no dejan de ser políticos que, en la cima del poder, te olvidan y en el ascenso al poder, te buscan.
En conclusión: Salvador Manzur debe ser integrado al Grupo... por lógica política o quizás más por amistad... ingrato sería Javier Duarte si olvidara al amigo pero más inteligente será el Gobernador si acierta en dónde ubicarlo.

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