lunes, 19 de agosto de 2013

Ferrari y Daniel del Angel

Salvador Muñoz
Los Políticos

Tras el paso de los famosos cambios en el Gabinete, es claro que se puede hablar hasta este momento de funcionarios “inamovibles” al lado de Javier Duarte de Ochoa.
Que conste, no  nos referimos a aquéllos que sólo se cambiaron de lugar para irse a otro, como es el caso de Gerardo Buganza, el más destacable de los enroques, al pretender conformarle una Supersecretaría (cuya creación aún está en veremos); no podemos dejar de mencionar a Nemi Dib, Supersecretario de Salud, al tener el control de la secretaría y a la vez de los Servicios de Salud. Imposible dejar de citar al particular, Jorge Carvallo Delfín, quien es sumamente discreto pero de un trabajo de araña panteonera cabrón: teje fino, fuerte y de costura invisible... un poder tras el poder. Sí, otro del grupo de los “Súper”.
Pero cuando nos referimos a los “inamovibles”, señalamos los casos como el del titular de Educación, Adolfo Mota; el de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita; la de Protección Civil, Noemí Guzmán y algunos funcionarios de Finanzas... “inamovibles” hasta el momento, porque se supone que cuando se trabaja en la Administración Pública, al momento de ingresar, la renuncia está puesta. Son valores entendidos y donde “casi nadie” se encabrona cuando se pide la renuncia aun cuando se tenga la conciencia, tanto del patrón como del empleado, que se estaba realizando un trabajo perfecto.
Pongamos un ejemplo de ello: Alfredo Ferrari Saavedra.
Miembro distinguido del grupo de los Bembones de Boca (aunque suene a redundancia), estuvo seis años y ocho meses al frente del Fideicomiso Público de Administración del Impuesto sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal (2 por ciento a la nómina) sin que hubiera queja, alboroto, escándalo o cualquier cosa durante su administración.
A Alfredo Ferrari se le pidió su renuncia para que entrara Juan Manuel del Castillo, el Flaco que ya no está tan flaco. “Feyoyo”, político de carrera larga y experiencia amplia, sabedor de que ningún puesto es eterno, simplemente cumplió con los protocolos y entregó, ahora sí como quien dice, el equipo.
Es claro que a este tipo de políticos, eficientes y sobre todo, comprometidos tanto con su trabajo como con los estilos propios que la disciplina exige, ha de ser requerido en otra función, ya sea administrativa, política o quizás hasta partidista.
Claro que Ferrari Saavedra es, además de un excelente administrador, un político con colmillo largo y retorcido, nivel Diente de Sable o escalafón Mamut. Si el priismo tuviera a bien combinar experiencia, tacto, disciplina y conciliación, además de cacumen, debería poner sus ojos en Alfredo Ferrari, si tiene a bien compensar seis años y meses de trabajo perfecto...
Pero el Bembón Ferrari es un lado de la moneda... También está el otro extremo...
Ante los cambios de secretarios y subsecretarios, la lógica política invita a los colaboradores cercanos de los que se van ¡a que también se vayan! pero a veces, hay personas que no alcanzan a comprender esos usos y costumbres de nuestra política, como es el caso del subdirector de Legalización y Permisos de la dirección general de Gobernación, Daniel del Ángel Pérez.
Este papanteco, a quien ven de finos modales y voz tersa con sus superiores pero agrio y altanero con sus subordinados, es confundido con la corriente “montanista” o “alemanista”, aunque los más viejos lo identifican con la “yunista”, ¡vamos! no en balde llega a donde está por Enrique Ampudia, pero de la mano de Rogelio Hernández Madrid.
Ahora, ante la salida de Ampudia, busca por diversos medios ser ratificado en su cargo sustentando la petición en “su amplio conocimiento en el Derecho”... aunque sea “chueco” en esta administración estatal.
Hay que recordar que Daniel del Ángel fue (¿o es?) uno de los principales asesores jurídicos de Miguel Ángel Yunes Linares durante el proceso electoral cuando el choleño fue candidato a gobernador.
No es de extrañar. Daniel del Ángel fue también secretario particular del secretario de Gobierno Yunes Linares en el periodo chirinista y director jurídico en la etapa del “Turco” como presidente del PRI estatal...
Habrá que ver qué papel quiere jugar Roberto Alvarez Salgado, el Mandinguita, recién nombrado director de Gobernación ante las pretensiones de Daniel del Angel por ser ratificado para poder ser parte de ese grupo selecto en el Gabinete de los “Inamovibles”... pero, se insiste, en política, todo funcionario sabe que cuando entra, lo primero que pone en la mesa, es su renuncia para así salir, a la hora que el jefe lo quiera... cosa que no entiende el “yunista” Daniel del Angel.

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