Políticos hechizos

Para Ricardo Ley Ching
In Memoriam.

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros


(1)
La política no es un quehacer para improvisados.
Quienes así lo piensan cometen un grave error que a menudo pagan con su prestigio, su patrimonio, su libertad o con todo junto.

(2)
Hasta el año 2010 César Torrecilla Ramos era un ciudadano común y corriente que manejaba con éxito un negocio propio en su natal Fortín de las Flores; ese hermoso lugar ubicado entre las ciudades de Córdoba y Orizaba, donde la primavera decidió quedarse a vivir.
Alguien le metió al joven empresario y feliz padre de familia fortinense la idea de que podía convertirse en político y el hombre buscó –con éxito- la candidatura del PRI a la alcaldía de su municipio.
Tomó parte de los comicios del 2010 y fue electo Alcalde para el periodo 2011-2013.

(3)
Antes de concluir el segundo año de su gestión Torrecilla Ramos fue retirado del cargo y la Legislatura colocó en su lugar a un Presidente Municipal sustituto.
En menos de 24 meses César acabó con todo lo que tuvo a su alcance: su prestigio personal, su estabilidad familiar, el buen curso de su empresa de telecomunicaciones y con el erario público del sitio donde nació.
Hoy, al edil con licencia se le persigue por el presunto desvío de 29 millones de pesos asignados al Ayuntamiento de Fortín de las Flores para su ejercicio 2011.
El alcohol, las mujeres, los lujos convirtieron a este hombre que no tenía antecedentes políticos, en una víctima sin remedio.
Es importante señalar que las bebidas y el sexo son parte de la consecuencia; el origen de historias como ésta se ubica en esa droga llamada poder.

(4)
La política, en efecto, se nutre fundamentalmente de poder y éste se puede definir como una droga que aparece en forma de dinero pero también a manera de mando.
El poder le permite a un hombre acceder a relaciones, recursos, espacios de control, que no podría obtener de no contar con ese recurso.
Nadie le da el poder a nadie en forma gratuita.
Cuando un hombre recibe poder quienes se lo han dado esperan algo a cambio: que comparta los recursos a su cargo; que otorgue favores; que permita emplear el dinero o las relaciones ajenas a favor de algo o alguien en particular; etcétera.
El hombre que no está preparado para moverse en este ámbito, sucumbe ante los efectos de la droga.
Hay que prepararse para acceder al poder, pero sobre todo hay que estar debidamente capacitado para manejarlo y no convertirse en un títere de las circunstancias o de los ambiciosos que arriban por doquier a sus espacios.
A punto de concluir los actuales Ayuntamientos, muchos –la gran mayoría- han sido manejados con ineficiencia y corrupción.
Luego de la desastrosa gestión de Guadalupe Porras David como alcaldesa de Minatitlán, se pensó que no podría suceder algo peor pero ha ocurrido el trienio de Leopoldo Torres Jiménez.
En Acayucan, el ciclo de las hermanas Fabiola y Regina Vázquez Saut se ha cerrado y los 9 años que han sido alcaldesas y legisladoras dejan múltiples CLAROSCUROS.
Cirilo Vázquez entrega la estafeta a su hermano Ponciano, pues a diferencia de sus hermanas ambos están apenas a la mitad de su propio ciclo en Cosoleacaque.

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¿Cuál es el futuro de estos personajes surgidos en los escenarios del poder en Minatitlán, Acayucan y Cosoleacaque?
El tiempo dará la respuesta.
Guadalupe Porras –por ejemplo- ha dado continuidad a su carrera política e incluso ha impulsado a su hijo Ciro Félix Porras para convertirse en el próximo diputado por Minatitlán.
Hay una clara diferencia entre la dirigente estatal de la CNOP y el ex alcalde de Fortín de las Flores: Guadalupe Porras está protegida por figuras y grupos de poder con los que supo pactar en momentos clave del juego; César Torrecilla Ramos no supo o no pudo hacerlo.
Esa es la pequeña o gran separación entre un caso y el otro: la protección.
Porque si hablamos de fallas, de abusos, de latrocinios en el ejercicio del poder Porras David también podría ser sometida a una investigación legal que no la dejaría bien parada.

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¿Y los próximos alcaldes?
Hay que observarlos de cerca y detectar cuántos émulos de César o Guadalupe o Leopoldo vienen en camino.
Hay estar pendientes de cuántos ciclos de poder inician y cuáles son sus perspectivas.