martes, 24 de septiembre de 2013

La importancia de la voz cuando nos silencian

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

El 9 de octubre de 2012, radicales talibanes que están en contra de la alfabetización y educación de las niñas, le dispararon a la niña Malala Yousafzai, quien sobrevivió. En días pasados recibió el Premio de la Paz Internacional de la Infancia otorgado por Human KidsRights, por su lucha a favor de la educación de todos los niños en un entorno seguro. Recordé entonces el discursó que leyó en las Naciones Unidas en julio de este año. Bueno es que lo tengamos presente, por eso abuso de mis lectores y lectoras fans, y les comparto unas líneas; ojalá lo consigan y lo lean completo.
 “Queridos amigos, el 9 de octubre de 2012, los talibanes me dispararon en el lado izquierdo de mi frente. También dispararon a mis amigos. Pensaron que las balas nos callarían, pero se equivocaban. Y del silencio aparecieron miles de voces. Los terroristas pensaron que cambiaría mis objetivos y abandonaría mis ambiciones. Pero nada cambió en mi vida, excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza, murieron. Ha nacido la fuerza, la energía y el coraje. Soy la misma Malala. Mis ambiciones son las mismas. Mis esperanzas son las mismas. Y mis sueños, también son los mismos.
“Queridas hermanas y hermanos, somos conscientes de la importancia de la luz cuando vemos oscuridad. Somos conscientes de la importancia de nuestra voz cuando nos la silencian. De la misma manera, cuando estábamos en Swat, al norte de Pakistán, cuando vimos las armas, nos dimos cuenta de la importancia de las plumas y de los libros. El sabio refrán "una pluma es más poderosa que una espada", es cierto. Los extremistas tienen miedo de los libros y de los bolígrafos. El poder de la educación les asusta. Temen a las mujeres. El poder de la voz de las mujeres les asusta. Por esta razón mataron a catorce estudiantes inocentes durante un ataque reciente en Quetta. Y por eso matan a los profesores. ¿Por qué bombardean escuelas todos los días? Porque temen el cambio y la igualdad que estamos generando en nuestra sociedad. Recuerdo cuando un periodista preguntó a un niño de nuestro colegio: "¿Por qué los talibanes están en contra de la educación?". Él respondió de una forma muy simple. Señaló su libro y dijo: "Un talibán no sabe lo que está escrito en este libro".
“Pakistán es un país democrático y amante de la paz. Los paquistaníes quieren que sus hijos e hijas reciban una educación. El Islam es una religión de paz, humanidad y fraternidad. Garantizar la educación para todos los niños es nuestro deber y nuestra responsabilidad. La paz es necesaria para asegurar la educación. En muchas partes del mundo, sobre todo en Pakistán y Afganistán, el terrorismo, la guerra y los conflictos impiden que los niños vayan al colegio. Estamos muy cansados de estas guerras. Mujeres y niños sufren de muchas maneras en diferentes partes del mundo.
“En la India, muchos niños inocentes son víctimas del trabajo infantil. Muchas escuelas han sido destruidas en Nigeria. En Afganistán el extremismo está marcando la vida de su población. Muchas niñas son obligadas a trabajar en sus casas y a casarse a una edad temprana. La pobreza, la ignorancia, la injusticia, el racismo y la privación de los derechos fundamentales son los principales problemas que enfrentan a hombres y mujeres.
“(…) queremos colegios y educación para asegurar un futuro brillante a todos los niños. Continuaremos recorriendo el camino hacia nuestro destino: paz y educación. Nadie podrá detenernos. Hablaremos en favor de nuestros derechos y, así, llegará el cambio a nuestra voz. Creemos en el poder y la fuerza de nuestras palabras. Nuestras palabras pueden cambiar el mundo entero si estamos todos juntos, todos unidos en defensa de la educación. Y si queremos lograr nuestro objetivo, utilicemos como arma el conocimiento para que nos proteja manteniendo la unidad y la fraternidad.
“(…) no debemos olvidar que millones de personas sufren la pobreza, la injusticia y la ignorancia. No hay que olvidar que millones de niños están fuera de sus escuelas. No podemos olvidar que nuestros hermanos y hermanas están esperando un futuro menos oscuro y más tranquilo.
“Solo tenemos que luchar contra el analfabetismo, la pobreza y el terrorismo. Debemos coger nuestros libros y nuestras plumas, son las armas más poderosas. Un niño, un profesor, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución. La educación es lo primero”.
Por lo pronto, ahí se ven.
Hasta la próxima

jarl63@yahoo.com.mx

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