Adelantan su reloj

Salvador Muñoz
Los Políticos

Quise aprovechar al máximo esos 60 minutos que nos da el cambio de Horario de Verano y me quedé una hora más en la cama. No retrasé mi reloj en la noche anterior, no por un dejo de rebeldía a este sistema de ahorro de energía que se me hace absurdo, más cuando el recibo de luz me llegó al doble de lo habitual, aunque creo que es “habitual” que en los últimos meses del año, se dé un incremento en mi tarifa, bajo mi tesis de que de un lado tiene que salir para el “aguinaldo” de los trabajadores de la CFE… no lo retrasé por una simple razón: No uso reloj. Pero ello no implica que no tenga. Uno de los relojes más valiosos que guardo es uno que me obsequió el amigo Pedro Manterola Sáinz, cuando fui llamado a trabajar en lo que fue Milenio El Portal. Por cortesía, lo usé un tiempo… un breve tiempo… después, la costumbre de no traer anillos, cadenas, pulseras o relojes, simplemente me ganó, pero lo conservo con agrado.
Hablar si atrasó su reloj, si no lo hizo, si encontró a una persona perdida en el tiempo o que usted haya sido víctima de ese “destanteo” temporal, es común, como común es la forma en que hacen que nuestros políticos ¡adelantan sus tiempos!
Es curioso leer de la sucesión gubernamental en este momento que apenas se va llegando a la mitad del camino de Javier Duarte de Ochoa… ¿tan jodido lo ven que ya urge pensar en su relevo?
A los que les están adelantando su tiempo, sea por voluntad propia, consintiendo el juego, o sin que se den por enterados, son Héctor y Pepe Yunes, dos senadores; y a algunos funcionarios del Gabinete del mismo Gobernador entre los que podemos citar a Alberto Silva, Erick Lagos, Fernando Charleston y Jorge Carvallo.
Y como pareciera estar de moda adelantarse, dejamos a los senadores aparte, y nos abocamos a los del Gabinete:
Tanto Alberto Silva como Jorge Carvallo son dos personajes con estrecha relación con políticos que son cercanos a Enrique Peña Nieto sin que ello quiera decir que estén en Los Pinos. Ambos funcionarios, hábiles, saben aprovechar la vieja escuela política pero con los pies en el presente. Pueden citarlos como fidelistas pero supieron cortarse el cordón umbilical a su tiempo.
Citar a Erick Lagos no se sabe si es para ayudarlo o para madrearlo. Y es por los tiempos que se viven en este momento. Es inherente en el secretario de Gobierno citar a Fidel Herrera, de quien está hecho a su imagen y semejanza. Lamentablemente en este momento, el Tío Fide se encuentra colocado en los escenarios gringos en un caso muy “peliagudo” donde citan “inversión” del narco en su campaña para gobernador. Vamos, siendo realistas, a todos los involucrados en su campaña (incluido el encargado de manejarle los recursos en ese tiempo y posterior, también), afecta… pero Erick Lagos mantiene por su estilo de hacer política, ese “aire fidelista” del que le cuesta desprenderse.
Si retrasáramos nuestro tiempo un momento, y viéramos de dónde salió el hoy Gobernador, Fernando Charleston por lógica, estaría ubicado en el renglón de “candidato natural”. Achacan a “Gorgolochita” el ser el “Juan Penas” de las serenatas que el joven Javier brindaba a la entonces joven Karime… es decir, se le agrega a su favor una amistad más familiar que laboral que pudo haber tenido con Alberto Silva y Erick Lagos y que apenas va conformando con Jorge Carvallo.
En el caso de los senadores, le pido por favor, atrase un poco su reloj. Vería entonces a Héctor Yunes Landa que fue precandidato del PRI a la gubernatura… se entiende que por disciplina, se hizo a un lado para que pasara Javier Duarte y por ende, en la siguiente, debería tocarle a él… sin embargo, atendiendo los nuevos tiempos, el político mejor posicionado en Los Pinos en este momento es, sin lugar a dudas, Pepe Yunes Zorrilla. ¿Por qué? Porque dentro del esquema político-económico que se vive en el país, es Videgaray, el amigo del peroteño, quien se encarga del teje y maneje del sistema… y si le funciona para lo que pretende el Presidente y la gente que lo rodea, el titular de Hacienda seguirá creciendo y por lo tanto, su influencia en torno a Peña Nieto.
Contrario al Horario de Verano, pareciera que vivimos un Horario de Otoño… el Otoño de Javier Duarte, a quien aún no llega a la mitad de su sexenio ¡y ya le buscan sucesor!