jueves, 10 de octubre de 2013

Cultura del favoritismo

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Haré una pequeña confesión, si mis lectores y lectoras fans me disculpan y si mis editores y jefes de información me lo permiten: últimamente he padecido insomnio. Y eso, véase por donde se vea, no es nada bueno, pos ya sabemos que trae consecuencias y a la larga, o en las largas horas de vigilia, la factura llega a domicilio o al lugar cualquiera. Y no es nada, pero nada bueno, porque no precisamente me he desvelado como en aquellas palabras de Mario Benedetti que dicen: “Qué buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo”.
 Bueno, pero al menos soy sincero y confieso mi debilidad, porque la mayoría de las personas prefieren confesar los pecados de los demás, dijera Graham Greene. Incluso, confieso que he tenido pesadillas y, ya se sabe, éstas no son nada gratas puesto que de lo contrario serían dulces sueños y, claro, sin insomnio.
 En fin. Oscar Wilde decía que el hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida. ¿Alguien opina lo contrario? Digo, sobre todo ahora que nos acechan las desgracias, los infortunios, la maldición… ¡Orale! Quizás no es pa’ tanto, pero lo que sí es cierto es, oh ironía, la certeza de la incertidumbre que nos rodea y se va ensanchando. Vaya, que el insomnio no deja nada bueno y las pesadillas muchos menos, porque ahora creo que les confieso mi confusión.
Pero lejos de contagiarlos de mi padecimiento (no hay razón, ¡la vida es bella!), sólo les comento que aún no me convence nadita el gobierno de nuestro presidente Peña Nieto. ¿A ustedes sí? Y ya va casi un año, y sabemos que el tiempo pasa, se va filtrando por las paredes y tan pronto, o estamos bien y mejor o seguimos igual o cada vez más nos sumimos en la chingada y desgracias. En cualquier parte, perece que vamos pa’ atrás…
Sólo por comentar, la reportera Mónica Mateos-Vega, del periódico La Jornada, refirió que hace unos meses se llevó a cabo el seminario internacional “Combate a la Corrupción: balance para una propuesta”, organizado por el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai). Ahí, especialistas aseguraron que la democracia y la transparencia no son suficientes para erradicar la corrupción; ellos coincidieron en señalar que el soborno dejó de ser el acto de corrupción más repetido a nivel mundial para dar paso a un fenómeno muy conocido en México y Latinoamérica: el favoritismo. ¡Madre mía!
Mateos-Vegas reseñó que el investigador sueco Bo Rothstein, director del Instituto de Calidad Gubernamental de la Universidad de Gotenburgo, explicó que el favoritismo es un fenómeno recurrente en muchos países, y consiste en las acciones implementadas por infinidad de servidores públicos que benefician a sus familiares, amigos y conocidos mediante “licitaciones amañadas, actos de nepotismo, contratos a modo y tramitaciones burocráticas exprés”. ¿Realmente eso así se estila y destila en México?
Por su parte, la abogada Muna Dora Buchahin, directora general de auditoría forense de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), sostuvo que el endémico mal de la corrupción en México forma parte de la raigambre cultural de los mexicanos, y ahí radica su complejidad, y afirmó que “en México se busca primero satisfacer las necesidades de los afectos de poder, (…) la corrupción nos da beneficios inmediatos y de esta forma parece que no nos queda otra opción que aceptarla como parte de nuestra cultura, una cultura equivocada y perniciosa”. (La Jornada/6 de marzo/2013).
¿Sera cierto todo esto? ¿O es producto de mentes chaqueteras o con padecimientos de insomnio y pesadillas?

De cinismo y anexas
Asistí a una que otra actividad del Hay Festival, por lo que no puedo decir mucho. Sin embargo, de las pocas que tuve la fortuna de presenciar, noté cierta “debilidad” de los moderadores frente a los invitados, porque era para sacarles más jugo y hacer las charlas más interesantes. Ojalá se fijen en eso para el próximo festín de la cultura-cultura. Vaya, porque como se anotó arriba, somos chingones en la cultura de la corrupción y el favoritismo.
Por lo pronto, ahí se ven.
Hasta la próxima

jarl63@yahoo.com.mx

No hay comentarios: