martes, 8 de octubre de 2013

El Inflado vs El Bulto

Erwin S. Bárcenas Oliveros
Un Clavo al Ataúd

Durante septiembre de 2013, la pelea entre el nombrado “Mejor Libra por Libra” de la actualidad, Floyd “Money” Mayweather jr. y Saúl “Cablevisión es más rápido que yo” Alvarez, nos entregó varias verdades sobre lo que es el manejo de la información por parte de los medios y cómo se puede distorsionar la “verdad” de tal modo que cuando la realidad es aplicada, daremos cuenta de cómo dicha “Verdad” fue como siempre, una versión muy conveniente de contar algo por parte de quien vendía el evento pugilístico.
Meses enteros pasaron desde que la noticia sobre el agarrón entre el mejor boxeador estadounidense y el “Canelo” más promocionado de Televisa. Igual pasaron millones de dólares, millones de espectadores, millones de apuestas y millones de suposiciones, dimes y diretes, polémica, Sulaimán bajando de la nube estelar al mexicano y El “Money” generando cientos de miles de billetes verdes con cada aparición en la tele...
El día llega, el pacto se lleva a cabo. Mayweather Jr. convierte al ídolo mexicano en un niño indefenso. Vicente Fernández se retorcía en algún palenque y Televisa de nuevo convertía el producto que tanto había cuidado, en un guiñapo. Por cada millón de dólares del Canelo, 40 del afroamericano caían en toda la humanidad de Saúl. El sueño, ilusión y esperanzas que habían creado alrededor del púgil azteca en 12 rounds, terminaron igual que el rostro, orgullo y prestigio del oriundo de Jalisco. El Show caía y México se daba cuenta que un nuevo engaño los tuvo en ciernes, pegados al televisor... era otra selección nacional de fútbol... era otro equipo azteca inflado... era otro fraude mediático que fue un éxito económico sólo para quienes lo vendieron.
Con la presentación de la Reforma Energética, Enrique Peña Nieto subía al ring nacional para presentar su propuesta, proclamarse como un nuevo San Judas Tadeo, campeón de las causas perdidas, de las causas justas... era un nuevo héroe con pose y peinado verdaderamente “in”... un estoico Perseo que le robó a los dioses del estadio la popularidad y que con su sonrisa Whitening y una esposa de telenovela, no tendría rival bajo la protección del poderoso aparato mercadológico que encumbró de la misma manera a los ya mencionados Canelo y al Tri Futbolero: la televisión y sus demonios.
A la par, en la otra esquina, con pantaloncillo austero y republicano, el otro campeón del pueblo, el autoproclamado rey sin corona, por segunda ocasión consecutiva, pesando mucho menos que la vez anterior, Andrés Manuel “El Peje” López Obrador, zurdo de pegada discreta y acallado estilo, experto más en el arte de la resistencia pacífica y el golpeteo pausado; un tipo experimentado que con el paso del tiempo, ha sabido administrarse mejor, tomando más para él que para los suyos y obviando que aunque se sabe perdedor, vende a buen precio la derrota, culpando a su manager y a los poderes fácticos, las encuestas y su gente por bajar los brazos desde el segundo round.
Aun así, el Andrés Manuel “El Zurdo” López Jr., maneja también un aparato publicitario monumental; sabe promocionar adecuadamente sus encuentros y sus conferencias multitudinarias de prensa, de modo tal, que resulta la envidia de su contrincante en turno, ya que el Peje no requiere de una inversión monumental para convencer a la gente de que asistan a todos sus compromisos, pero que, siempre en el último round, resulta abandonado por su afición, la cual decide no apreciar la paliza electoral u oficialista de la cual, pareciera que estaba totalmente de acuerdo en que sucediera.
El encuentro Peña Nieto vs AMLO II está en la previa antes de que se lleve a cabo; el primero, negado a diestra y más siniestra, todo lo que su oponente le avienta desde el micrófono; el segundo, manejando como mejor sabe sus piezas, convocando a los que siempre terminan vitoreando a Brasil cuando a México lo sacan del mundial; a los que el PRI no atendió bien o el PAN olvidó; a los intelectuales que nacieron clase media alta y a los universitarios que por lo regular siempre estarán en contra del sistema establecido y que en nuestro país, le encanta ser el villano de la historia.
Al día de hoy, ambos combatientes han demostrado carecer de los argumentos básicos para una pelea digna, pero no se les puede negar su manejo magistral de las masas, su poder de convocatoria y carisma; uno, como una sobreexpuesta “Edecán Política” que sólo sirve para presentar lo que los demás quieren; del otro lado, un oponente a punto del retiro, con más ganancias que ganas, intentando vender de nuevo la imagen del Kid Azteca, del Soñador Americano, ése con el que se identifica el consumidor promedio, ése que se ve como uno pero que está arriba, conviviendo con los poderosos y que no se olvida de los de abajo.
A diferencia del combate Mayweather vs Alvarez, aquí no se presentará un combate disparejo; aquí no habrá una paliza desproporcionada; no habrá excelsitud ni técnica; no habrá derroche de sudor ni de energías; al contrario, éste es un encuentro del cero a la izquierda: soso, lento, soporífero; los noqueados seremos nosotros ante tan anestésico intercambio de salivazos y retórica. Sin duda, lo que de verdad llamará la atención es ver y descubrir entre estos dos ejemplares, cuál es el bulto y cuál el inflado.

Twitter: @ataud
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