lunes, 14 de octubre de 2013

Equidad de Género Peñista

Salvador Muñoz
Los Políticos

Han de disculpar las damas, en especial las del PRI, pero no creo en la propuesta del Presidente respecto a la equidad en las candidaturas a cargos de representación popular en lo que bien se podría calificar como un "micha y micha".
A lo mejor el verbo "creer" no sea el correcto pero no deja de verse en las acciones del Presidente, actos de fe, vamos, es decir, tener la esperanza de que no vaya a regar el tepache de nuevo.
Pero no se cree en su propuesta por su propia génesis, es decir, no porque nazca del presidente la idea, sino por la cuna de donde viene: el PRI.
Es claro que la designación de candidatos en el PRI (o en cualquier partido), se da por todo: dedazo, imposición, amiguismo, compadrazgo, favor o cuota de poder, seguido de un barnizazo de democracia y un ligero toque de cuota de género que se establece por decreto, norma o ley, pero se deja a un lado dos matices que debieran permear a un candidato del partido que sea: popularidad y capacidad.
Sí, tenemos representantes populares que cumplen a cabalidad estos dos casos, pero a fuerza de ser sinceros, la mayoría bien podría encajar en la acepción de "Se da por todo" descrita en el párrafo anterior.
Luego entonces, si el presidente realmente quisiera hablar de una equidad de género, interesante sería que hubiera empezado por su gabinete, donde a corta memoria sólo recuerdo a dos mujeres en él en dos despachos: Sedesol y Turismo. Puede que haya más, pero ésas son las que recuerdo.
Ahora, supongamos que nuestros representantes populares, preocupados por esa equidad que pregona el Presidente, dieran luz verde a su propuesta, estaríamos hablando de que se le daría prioridad al género más que a la capacidad... Es pregunta.
La representación popular pasaría a ser representación sexual. Si ya el término "popular" está más que desgastado, el de género o de sexo, lo envilecería más.
Es evidente que quienes estarían de acuerdo con la propuesta del Presidente serían las mujeres porque hasta el momento, el papel que han representado en el partido, en este caso el PRI, por poner un ejemplo, ha sido el de matraquera, porrista, gritona, en su mejor acepción; en la más vil de la perspectiva, si asciende, no deja de ser vista como "Meretriz Política" donde el ser bonita o curvilínea, son las capacidades que le endilgan no sólo sus enemigos, sino sus propios compañeros de partido... Y hasta las mismas mujeres. Por citar un simple ejemplo: Barbies versus Reinis.
Hasta la broma de género que distingue a una política sin atributos físicos de una con atributos físicos, es que la primera es "Corrupta" y la otra "Corruputa".
Es cruel, es vulgar, es corriente... Pero es cierto. La perspectiva para la mujer política es pobre, venga de un varón o de una misma mujer.
Así que proponer darles el 50 por ciento de las candidaturas para cargos de representación popular no deja de ser más que un acto populista que lejos de reconocer su capacidad, lo regatea.
Quizás el Presidente deba cavilar si quiere popularidad o capacidad en sus mujeres, o lo que es lo mismo, decidir entre una Bozzo o una Aristegui... Creo que ése sería el peor mejor ejemplo.

No hay comentarios: