miércoles, 9 de octubre de 2013

Llegó la hora... a maestros?

Gabriel Arellano López
Escenario

Este lunes 7, el gobernador Duarte pronunció palabras en las que se alcanza a percibir un claro mensaje de lo que podría ser el siguiente capítulo en la confrontación magisterio-gobierno ante la bandera de rechazo que enarbolan los profesores hacia la reforma educativa, impulsada desde el centro político del país. Parece que el aviso está dado y que su efecto es inminente.
Dijo el mandatario estatal que “en Veracruz se privilegia el diálogo para tratar de superar diferencias y alcanzar consensos”, pero que “si bien hay un respeto total a esa postura que también ha tenido reflejo en algunos puntos de la entidad, su gobierno está obligado a hacer prevalecer la ley”.
No dejó de reconocer al Movimiento Magisterial Popular Veracruzano “como una expresión de maestros que defienden causas que no comparto, pero ante las cuales hemos sido respetuosos y tolerantes de su manifestación”.
             Luego precisó que “se ha apostado por el diálogo para encauzar mediante las vías correspondientes las inquietudes y planteamientos de los maestros que están sumados a esa expresión”.
Pero. Pero Duarte advirtió que “no hay que confundir tolerancia con faltar a la observancia de lo que la ley señala; en ese sentido, el gobierno tiene la obligación de cumplir y hacer cumplir lo que las leyes mandatan”.
Finalmente, afirmó que “en Veracruz se escucha y atiende todas las voces e inquietudes, pero siempre anteponiendo el beneficio de la mayoría, la preeminencia de las normas de convivencia y la vigencia plena del Estado de Derecho”.
Todo lo expresado por JDO, en buen cristiano significa simple y llanamente que vienen, que ya casi están aquí, medidas legales para quienes por semanas han permanecido fuera del marco jurídico, independientemente de lo legítima que pueda resultar su lucha.
             La realidad es que cientos, miles de profesores, han dejado de cumplir con su compromiso laboral, además de social y educativo, por lo que –según parece- ahora tendrán que enfrentar las consecuencias legales de ese comportamiento.
Y ciertamente, aunque buena parte de la sociedad, sobre todo padres de alumnos, ha venido demandando la aplicación de la ley para los maestros faltistas, el gobierno se ha mostrado cauteloso, acaso hasta temeroso, de sancionar a los profesores que dejaron de cumplir con su deber.
El asunto no se vislumbra fácil. En lo absoluto. Al contrario. Incluso se sabe que la noche de este martes 8, habría estado todo preparado para que Adolfo Mota Hernández, secretario de Educación de Veracruz, hiciera el impactante anuncio a través de un noticiero televisivo en el puerto de Veracruz, luego de haber sostenido una encerrona con dirigentes magisteriales en Xalapa.
Sin embargo, algo detuvo tal propósito, que habría cerrado el círculo que abrió el lunes el gobernador Duarte. Un círculo en torno al movimiento magisterial.
Y es que son demasiadas las aristas que se vislumbran.
Las autoridades, el gobierno estatal, piensan y repiensan las consecuencias que generará el anuncio oficial de que se procederá legalmente contra los profesores faltistas, que suman miles.
Y es que pese a y por encima de los acuerdos obtenidos entre autoridades y representantes de los maestros inconformes, la realidad es que son muchas las escuelas donde a esta hora siguen sin reanudarse las clases. Hay cifras y porcentajes oficiales al respecto, pero, en definitiva, no concuerdan con la realidad imperante.
Consecuentemente, la tolerancia parece llegar a su fin, pues del otro lado hay infinidad de padres de familia que no soportan más esta situación y sus hijos están sufriendo un gran daño al perder semanas de clases, amén de la gente que ya se muestra descontenta con paros, manifestaciones, bloqueos, etcétera.
Tal vez nadie pretenda restarle legitimidad al movimiento magisterial, pero el resto de la sociedad no tiene por qué seguir sometida a las decisiones grupales que alteran y dañan su vida cotidiana. Esto es algo que en apariencia no entienden o no desean entender los maestros, entre cuyas filas parece permear la radicalización y haber intentonas de contaminar su lucha en aras de intereses políticos y ambiciones de poder.
En tal contexto, se pretende aplicar la ley y proceder a hacer efectivas suspensiones, bajas y sustituciones de maestros, sustituciones que, de hecho, hay lugares donde ya fueron aplicadas a exigencia de los paterfamilias.
Ante la intención oficial de sancionar, enfrente se ve a muchos maestros caídos en la violencia, protagonizando serios pleitos con padres de familia, quienes en un número importante de escuelas ya no aceptan a los profesores inconformes en sus comunidades y piden que sean, en efecto, sustituidos, aunque –hay que decirlo también- existen otros lugares donde los papás respaldan a muerte a los maestros, totalmente.
Pero habrá que añadir otro ingrediente: el coraje que ha aflorado en contra de los dirigentes sindicales formales. Por todo el estado se oye y percibe. Con el actual movimiento magisterial, salieron a flote las frustraciones, el sentimiento de engaño y la manipulación ejercida por muchos de esos dirigentes y que se traduce en robos de cuotas, enriquecimiento y búsqueda de beneficios personales.
Ante el rebase de las dirigencias formales, para la autoridad resulta un arma de doble filo proceder a la aplicación de la ley en contra de maestros que se encuentran enardecidos, que se sienten afectados y utilizados.
Lo que se pretende es que la Contraloría inicie visitas a escuelas para cerciorarse de la asistencia de los profesores en los salones, efectuar el correspondiente levantamiento de actas y, en su caso, fincar responsabilidades a los faltistas. Las sanciones pueden ir desde los descuentos hasta la baja y sustitución.
La operación podría incluir también las denuncias de padres ante el Ministerio Público en contra de los maestros por atentar contra el derecho a la educación de los niños y más denuncias de la SEV por secuestrar sus edificios escolares.
En contraparte, es esperable que los maestros tomen carreteras, escuelas, edificios públicos, y que busquen escándalos en los medios, formulen acusaciones ante organismos de derechos humanos, asuman acciones de resistencia civil y reafirmen su postura de exigencia por la derogación de la reforma educativa. No hay que soslayar lo que prevalece ya en muchos de los mentores: desesperación. Ni tampoco hay que minimizar los enfrentamientos con padres que pueden derivar en lo peor.
Ante semejante escenario, Adolfo Mota o quien quiera que le corresponda dar el anuncio de la nueva postura oficial, deberá hacerlo con la mayor sensibilidad y un tacto inequívoco. Y aún así, puede suceder el empeoramiento de todo lo que ya hemos visto.
Eso sí, al gobierno no tendrá que temblarle la mano. Es un camino sin retorno. De otro modo, el mensaje sería de debilidad.

NUMERALIA
1.- La baja de media docena de policías de Seguridad pública estatal no es una gracia que conceda el gobierno a nadie. Simplemente es un acto de justicia, aunque falta hacer la consignación de los presuntos responsables ante la autoridad judicial para ser juzgados y sancionados conforme a la ley. Además, prevalecen muchos pendientes antes de confirmar que hay voluntad de detener el hostigamiento contra los periodistas. Así es que nada de echar las campanas a vuelo. Eso está lejos. O así parece.
2.- Siguiendo las instrucciones del gobernador Javier Duarte de Ochoa, el titular del fideicomiso Público de Administración del Impuesto sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal (2 por ciento a la nómina), Juan Manuel del Castillo precisó que se mantiene pendiente de las obras que se realizan en el Estado con recursos de este fideicomiso. Especialmente en el bulevar Córdoba-Fortín, que presenta un avance de más del 95 por ciento, pues ya se abrió a la circulación en su totalidad y sólo se ultiman detalles para confirmar que la obra sea garante de calidad y servicio para los miles de habitantes de estos dos municipios y la región. Bien por Juan Manuel que ha iniciado esta encomienda con mucho entusiasmo y responsabilidad..
3.- Esta tarde, a las 6, en el Centro Recreativo Xalapeño, se efectuará una mesa redonda con el tema del movimiento estudiantil de 1968. Es organizada por Trabajando Unidos por Veracruz. Lulio Valenzuela se ha movido con eficiencia para lograr el éxito de este evento, en el que, entre otros, participarán Juan José Rodríguez Prats, Rafael Arias, Ernesto Fernández Panes y Ranulfo Márquez Hernández.

Escríbanos a gabrielarellano.heraldo@gmail.com

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