viernes, 18 de abril de 2014

La visita de Peña Nieto

Fidel Pérez
De Poder a Poder
Claro, sin tapujos, directo fue el cardenal Norberto Rivera Carrera al pintar un México real, no el que refleja Enrique Peña Nieto en sus discursos.
En pleno Jueves Santo, día en que murió el más célebre de los escritores y periodistas del mundo, Gabriel García Márquez, el prelado asestó martillazos como los que le propinaron a Jesús clavado en la Cruz.
Golpe duro, punzante, recalcitrante.
Mire usted.
A inicios del siglo XX, el gran periodista norteamericano John Red en sus artículos y reportajes que realizó sobre la revolución mexicana; que se tradujeron posteriormente en libros, llamó al país como el “México Insurgente”, donde con lujo de detalles describe la Revolución Mexicana.
En ese libro, en su primera parte del capítulo II, el escritor norteamericano describe el caos, la anarquía y la violencia como las caras de lacrisis que vive el pueblo mexicano, ese mismo pueblo que es amante de la justicia y busca por todos los medios la paz.
Reed describe este caos en la vida política y social mexicana, describe la opresión extrema de la mujer mexicana, esto es algo que lo impacta
Pues eso, eso mismo es lo que aprecia el prelado Rivera Carrera en su homilía del pasado Jueves Santo.
Dicta, desde el púlpito, a carne cruda: “México es un país crucificado por la pobreza, la violencia y la corrupción”.
Y, enseguida juega con la metáfora, al decir que estos “tres clavos que se hunden al fondo de la carne de Cristo”.
Usted dirá si Rivera Carrera tiene o no razón, pero eso fue lo que puntualizó durante la Misa Crismal celebrada por el Jueves Santo en la Catedral Metropolitana.
Y, sin piedad, asesta otro golpe duro, fuerte en contra de la clase gobernante: “hay heridas infligidas en un país que parece no tener esperanza, que genera dolor a tantos que han sufrido la pérdida de sus seres amados”.
Pero, no conforme con ello, agrega a sangre viva que el país padece la desintegración y separación de las familias, la pérdida de la paz y la falta de seguridad, que el Estado no garantiza, como lo ha reiterado en diferentes ocasiones.
Y es cierto.
O, al menos, eso es lo que padecemos constantemente los mexicanos, los veracruzanos, todos en el país, pues.
Ahora, habrá que esperar qué es lo que responden los asesores de Enrique Peña Nieto a todo ésto, ahora que visite Veracruz-puerto, cuando encabece el centenadio de la gesta heróica en Veracruz, el 21 del presente.
Claro, para él México es un país rosa.
Un país donde no pasa nada.

Tips...tips...tips
Lamentable, muy lamentable la muerte de un joven de 16 años originario de Coscomatepec, el pasado martes cuando un espectacular de la plaza Soriana Floresta le cayó encima en la madrugada, cuando aun dormía. Pero más lamentables son dos situaciones que desde ahí se gestaron. Y eso es para que las autoridades competentes –claro, cuando se dice competente a nadie le compete y se hacen como el Tío Lolo o el Tío Alejo-, pongan atención en esto: 1.- Que pese a los constantes llamados a la Cruz Roja por parte de los familiares del joven, quien contestó en la Cruz Roja solo decía que “ahorita van”, y cuando fueron ya era tarde. 2.- ¿Por qué solo tiene responsabilidad quien colocó la estructura y por qué no Soriana, también, por no dar mantenimiento a la estructura? Era un joven sin dinero, ni alhajas, han de haber dicho los socorristas de la Cruz Roja que no tenía razón de ser ir al auxilio, pues, aquí no había dinero, ni alhajas de las cuales despojar al chico. En fin... Casi al mediodía de este viernes, el alcalde Ramón Poo y el secretario de Turismo, Harry Grappa, recorrieron las principales playas de la ciudad. Dieron cuenta, de inmediato, de la tranquilidad que hay en las mismas, de lo vigilada que están y de que el saldo hasta ayer era blanco. Bien. Hasta pronto. Cualquier duda o sugerencia favor de enviarla a: redaccion-dpoderapoder.mx@hotmail.com. También síganos en Twitter: @fidelps.

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