Gastritis

Salvador Muñoz

La psicosis por la guerra entre “bandas del mal” en Veracruz se desató. Tanto el procurador Emeterio López, como los secretarios de Seguridad Pública y de Gobierno, Juan Manuel Orozco Méndez y Reynaldo Escobar, respectivamente, han sufrido en su salud (ehhh… ahora sí se refiere uno a su salud física), un gran deterioro, que el Gobernador Fidel Herrera Beltrán mandó a llamar al mejor gastroenterólogo del país: Felipe Calderón Hinojosa.
–Carvallo, agéndame una cita para mis muchachos con el gastroenterólogo– decía el Uno a Alejandro, quien de inmediato, ya lo tenía agendado para este fin de semana.
–Maestro… ¿puedo hacer una pregunta?– el sensei respondió con una mirada, “¿cómo sabe que necesitan a un gastroenterólogo?”
–Elemental, mi querido Alejandro, por los reflujos–, respondió el Maestro.
Alejandro, con agenda en mano, dudó: “¿Se refiere a Tonicho, Benítez Lucho y Arturo Quirarte?”
–¡Nooo!, dije reflujos, no re-flojos… por cierto, qué bueno que me recuerdas esto: ¡Voy a pedir a todos mis funcionarios que redoblen esfuerzos! ¡Que ya no hagan tarugadas… como el Chupón! ¡Mira que llegar borracho a la escena del crimen!
Atento, con agenda en mano, Alejandro le comenta: “Acaba de llegar el parte informativo del General sobre este hecho…”
–¿Qué dice?
Aclarando la garganta, Alejandro empezó la lectura:
“Señor (hic) Gobernador:
De acuerdo a lo manejado (hic) por la prensa difamatoria, (hic) calumniadora y difamadora, respecto a que llegué borracho (hic) a una escena del crimen, déjeme comentarle que (hic) no hay prueba que determine tal cosa… (hic) no hay fotos (hic) ni apuntes ni grabadoras (hic) es todo… ¡salud!, digo… a sus órdenes”.
–Es cuanto más, Maestro…
El Gober quiso oírlo de viva voz y pidió que lo comunicaran directamente con el General Chupón. Lo sorprendente es que fue Juan Manuel quien contestó directamente el teléfono…
–¿Y tu secretaria?– preguntó Alejandro…
–La corrí…
–¿Y eso?
–Por eficiente… mira que poner en el parte informativo mi hipo… ¡No se vale!
–¿Ehhh? Bueno, el Maestro quiere hablar contigo… Pone al Gobernador al teléfono:
–A ver Chupón… ¿cómo está eso de que había un muerto en altamar?
–Sí Señor, pero ya confirmamos que era un burro… de inmediato llamé a la prensa para que se calmaran, pero resultó peor…
–¿Por qué?– preguntó el Mandatario.
–Querían saber qué diputado era…
–¿Y qué más hiciste?
–¡Mandé a hacer la necropsia al burrito!
–¿A dónde?
–¡A los Pinos!
–¿Y qué te dijeron?
–Que tenía gastritis…
–¡Que que qué! ¡Óyeme majadero!
–Qué pasó mi Gober… no se enoje… ni me haga derramar la bilis… no ve que le digo que tengo gastritis de tanto cañonazo que me aviento…
–¡Ahhh! Me espantaste… pero, ¿cómo que gastritis por cañonazos? ¿No será que estás recibiendo lana de otros lados…?
–Cómo cree mi Gober, me refiero a los cañonazos que me aviento con el Rey y Juan Humberto… cañonazos de caña, ¿sí me entiende, verdad…?
El teléfono se colgó con tanta fuerza que el General sintió un cañonazo en el oído…
–A ver, Alejandro, habla a “Feyoyo” y dile que haga un comunicado que refiera que todos los narcos son de paso y todos son hechos aislados…
Al día siguiente, la nota de primera plana en todos los periódicos era:
“El Narco es de Paso… de Ovejas, Paso… del Macho, Paso… del Toro, Paso… doña Juana y Paso… de facturas…” y los subtítulos: “Las cintas de aislar serán exclusivamente del uso del secretario de Gobierno y del Procurador para seguir aislando los homicidios entre narcos”.

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