miércoles, 19 de marzo de 2008

¿Tiburones o Fidelones?

Salvador Muñoz

Los Tiburones Rojos del Veracruz andan mal, ni vuelta de hoja. Sólo se espera que este fin de semana, en Cancún, se traigan los tres puntos.
Para conocer un poco más del tema, tratamos de entrevistar a un conocedor del deporte, alguien que toda su vida se ha entregado a hacer ejercicio, que goza de jerarquía deportiva, que cada palabra que dice al respecto, se le valora, pero como no lo encontramos, nos tuvimos que conformar con Roberto Bueno Campos, El Flamer, director del Instituto Veracruzano del Deporte.
–Señor, queremos conocer su opinión respecto al tema que tiene de cabeza a todos los veracruzanos…
–Es muy temprano para hablar de la sucesión, pero a mi forma de ver las cosas, yo no votaría por Cabeza de Lata… ¡de seguro un chino le puso el apodo!
–Señor, me refiero a los Tiburones de Veracruz, no a la política estatal…
–¡Ah! ¡Pues sé más claro con tus preguntas!
–Bueno…
–¡Ese es mi apellido!
–Digo que “está bien”, le pregunto, ¿cómo ve la Primera División?
–Mira, unos dicen que el primero que dividió al equipo fue Cabeza de Lata; otros dicen que Erick Lagos y ahora quieren echarle la bolita hasta a Beto Silva…
–Mmm, hablamos de futbol, señor…
–Oh oh… perdón… pregunta, tú pregunta…
–¿Cree que sea un fracaso de Herrera si los Tiburones descienden?
–El gobernador ha dado su apoyo al equipo, me consta que cada sábado que juegan en el Pirata, allí está al pie del cañón, pero si descienden los Tiburones, la verdad no sé si la gente lo viera como un fracaso del Gobernador…
–Señor, perdón, pero no me refiero a Fidel, sino a Miguel…
–Por ahí hubieras empezado: Mira, el chamaquito este, primero no quería que se vendieran a los Tiburones y ahora, ¡ya le urgía cobrar hasta el predial del Pirata!
–Creo que está confundido señor, me refiero al otro Miguel…
–A su padre, mis respetos… ni me meto con él…
–Estoy hablando del Piojo Miguel Herrera… pero, olvidemos al piojo, mejor dígame, ¿qué cambios cree que necesiten los rojos en su formación? Por ejemplo, ¿cómo ve a Jorge?
–Pobre… le han estado metiendo tantos goles… ya no sabe cómo defenderse… lo que le hace falta es un asesor…
–¿Un asesor a Jorge Bernal?
–¡Yo hablaba de Carvallo, el de Agenda!
–Entonces ya no le pregunto de Franco Peppino…
–No, no quiero hablar del PRD… ya bastante sufrieron a ese muchacho como líder y ahora con sus broncas internas…
–Me lo imaginé, don Roberto… pero, oiga, fuera de tono político, ¿cree que haya alguna solución para que los Tiburones no desciendan?
–Tengo dos ideas que quiero comentarle a Herrera…
–¿Al Piojo?
–¡Irrespetuoso! Me refiero al Gobernador…
–Perdón… a ver, dígame ¿qué ideas quiere plantearle al Gobernador?
–La primera, es llevar a una elección qué equipo quieren que se vaya al descenso, si los amarillos (que serían los Tigres); los azules (que son los del Puebla) o los rojos (en este caso, nuestros Tiburones)…
–¿Por qué una elección?
–Es que así, ¡seguro que sí ganamos!
–Mmm, bueno, pues no deja de ser una gran idea… ¡una ideota! ¿y cuál es la otra propuesta?
–Que en lugar de Tiburones cambiarles el nombre por el de ¡Fidelones!
Me quedé sin palabras… y comprendí por qué estamos como estamos en el Instituto Veracruzano del Deporte.
PD “Dike”, en griego, significa “Justicia”. Si juntamos la preposición “Sin” con “Dike”, surge la palabra “Sindicato”, que más o menos significaría algo así como “Con Justicia”, que es el trato que todo trabajador pide, un trato con justicia.
Lamentablemente, cuando uno oye la palabra “Sindicato”, se agolpan en la mente de inmediato “maestros” que no tienen ni tantita idea de lo que es educar (conste que no es una generalización); o surgen los achichincles de Eloína Vargas Merino con su anual amenaza de huelga y sus peticiones absurdas; o pensamos en los burócratas de Papo Levet que se la pasan mascando chicle, atendiendo mal a la gente y con un desprecio total al tiempo de quienes tienen que soportar su mundo de estupidez. No todos los sindicalizados son así, pero por lo regular son los defectos los que apestan más que el perfume de la virtud.
Cuántos ayuntamientos de este nuevo lapso administrativo han tenido que lidiar con los sindicatos municipales que amenazan con huelga si no se cumplen sus peticiones. Los señores no esperan que pase un año para que el nuevo alcalde agarre ritmo y mucho menos: La petición suena a veces a chantaje.
Hoy, el ayuntamiento de Agua Dulce es víctima de esos “sindicatos”, alejados de su etimología y con una nueva acepción: Mafia coludida con una pasada administración panista.
A su llegada, el actual presidente municipal, Vicente Escalante Macario, se encontró con 42 nuevas plazas que pretendían dejarle como “herencia” (todas ellas pactadas para que hicieran efecto a partir del primero de enero de este año), y las tuvo que suspender.
Agustín Ibarra, el anterior alcalde, de afiliación panista, antes de dejar la administración municipal otorgó esas plazas a familiares y amigos tanto de él como de la lideresa.
Ante ello, la dirigente de los empleados municipales, Martha Patricia Quezada Culebro
(quien en su apellido lleva la fama) decidió emplazar a huelga, con el argumento de que se estaban violentando las condiciones generales de trabajo, en especial la cláusula Quinta, que habla de la contratación de plazas extraordinarias.
Común que cuando haya intereses particulares, la razón se obnubile: Olvidó la dirigente que esa contratación se justifica cuando existen “necesidades del servicio”, lo que no sucede en Agua Dulce.
El caso se irá a Conciliación y Arbitraje y ahí de seguro habrán de darle un quemón a la dirigente sindical.
Lamentablemente el Sindicalismo pobre, ambicioso, que olvidó la raíz de la palabra, lo tendremos que seguir soportando por muchos años así como a sus líderes, como a sus Eloínas, sus Papos, sus Gordillo, sus Diz Herlindo y los que quiera agregar el amable lector.
¡Suerte a Escalante y a los hidrómilos!

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