De brujos e impuestos de Jorge I

Salvador Muñoz

Una manifestación de brujos amenaza con desatarse en el municipio de Catemaco ante la serie de atropellos que ha cometido el alcalde Jorge González Azamar en contra del gremio.
El desprestigio y el menosprecio que le ha dado a estas tradiciones el edil catemaqueño ha hecho que los brujos de este paradisiaco lugar intenten conformar una agrupación para su defensa: ¡El primer sindicato de Brujos a nivel internacional!
El motivo de la molestia, fue la serie de atribuciones que el munícipe catemaqueño Jorge González Azamar, se tomó y si a eso se le agrega la serie de nuevos impuestos que a partir del pasado primer viernes de marzo empezó a cobrar, según en entrevista que tuve con el funcionario una hora antes de encontrarme a los brujos.
A continuación, parte del texto que fue pegado en varias calles de Catemaco que es causa de la molestia en la comunidad brujeril de Catemaco:
“Pueblo de Catemaco, en virtud de que la actual administración que dirige su alteza serenísima, se ve imposibilitada en pagar las nuevas camionetas –pa’ que no ande a pata su majestad– con el presupuesto asignado para este año, Jorge I ha decidido crear nuevos impuestos, a fin de ayudar a hacer del pueblo de Catemaco, una gran ciudad turística, bajo la advertencia de que aquel que evada sus contribuciones, será penado con la cárcel.
“He aquí, sus nuevos impuestos:
1) Quien sea oraculero, mil pesos de multa (queda exenta su alteza serenísima).
2) Quien celebre día de muertos sin autorización del Honorable Ayuntamiento, 2 mil pesos.
3) Quien celebre “Jalowin” sin autorización del Honorable Ayuntamiento, 3 mil dólares.
4) Niños exploradores (boys scouts) que utilicen “brújula” sin autorización del Honorable Ayuntamiento, 500 pesos.
5) Mujeres y Hombres que se llamen Margarita/o y les digan “Mago”, sin autorización del Honorable Ayuntamiento, 500 pesos.
6) Quienes reciban correspondencia, ya sea electrónica o tradicional y lean las cartas sin autorización del Honorable Ayuntamiento, 500 pesos.
7) Quien sea sorprendido leyendo cualquier libro de Harry Potter sin autorización del Honorable Ayuntamiento, 500 pesos.
8) Quien utilice la expresión “Estoy bruja” sin autorización del Honorable Ayuntamiento, 500 pesos.
9) Queda exenta de tributación la palabra “bruja” cuando se refiera a la esposa, suegra o enemiga política.
10) Los apodos o sobrenombres de los Brujos serán puestos por su Alteza Serenísima previo pago de 5 mil pesos. Esta disposición goza de efecto retroactivo. Quien utilice nombre sin autorización del Honorable Ayuntamiento, se le cancelará su permiso para ejercer la brujería.
11) ¡Ah! Por cierto, sólo su Alteza Serenísima está en la facultad de nombrar, por 90 mil pesitos, al Brujo Mayor de Catemaco, por un año; en caso de querer repetir el cargo, tendrá que pagar el doble. Por este año, El Cuervo pasa a ser “El Brujo Mayor”.Atentamente
Su Alteza Serenísima,
Jorge I”.
Entrevistados los brujos por separado, quienes pidieron el anonimato, se les cuestionó:
–¿Cuál es la principal molestia con el alcalde?
–Que sea el causante de que muchas cosas estén mal en Veracruz…
–¿Cómo cuáles?
–Que los Tiburones estén a un paso del descenso; que haya nortes en plena Semana Santa; muchos accidentes trágicos; huelga en Agua Dulce y podría decirte más…
–¿Y por qué dice que es el causante?
–Porque engañó al Gobernador…
–¡Esas son palabras mayores! ¿cómo lo engañó?
–Poniéndole un brujo de Playa Vicente a quien le vendió la concesión de brujo mayor por 90 mil pesos…
–¡Ora!
–¡culero!, ¡eso es!
–¿Porque consulta al oráculo?
–Sí, por eso es un oraculero…
–Y aparte de hacer su sindicato, ¿qué piensan hacer ustedes?
–Le vamos a hacer su chamba al alcalde…
–¿Es decir que buscarán con trabajo, ganarse al alcalde?
–No, le vamos a hacer su “chambita” pero de brujería…
–¿Cuál va a hacer?
–Primero, haremos que lo expulsen del PRI; después, que “no paraguas” aunque esté lloviendo; tercero, que cada vez que vaya al baño, no haya papel y por último, que se enamore de cada reportero que lo entreviste…
La verdad estaba a punto de reírme cuando una voz dulce y melosa se dirigió a mí diciendo:
–Dorciiitooo… reportero estrella, el más guapo, el más “pechocho”, mi Clark Kent, ¿dónde anda mi Peter Parker? ¿por qué no me haces una “encuestada”? ¿o una entrevista “a fondo”?Efectivamente… la “chambita” de los brujos ya surtía efecto… Lo bueno fue que no me pidió “mi columna” ¡¡¡y salí huyendo!!!

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